C.P. Zaragoza.- La directora de la Oficina de Integración de los Servicios de Salud de la OMS, Milagros García Barbero, ha reivindicado en Zaragoza la introducción de la Medicina de Familia en la formación de pregrado en España. Esta carencia es entendida desde la Sociedad Española de Medicina de Familia (semFYC) como una 'paradoja', cuando casi uno de cada dos licenciados en Medicina acaba trabajando en la Atención Primaria.
García Barbero se mostró contundente en este sentido durante su participación en la primera Conferencia Internacional sobre Medicina de Familia y Universidad, que organizada por semFYC, se ha celebrado en Zaragoza. Esta Sociedad ha logrado, además, sentar en la misma mesa a representantes profesionales, de los Ministerios de Educación y Sanidad, del Consejo de Universidades, del Consejo de Decanos de Medicina, así como de estudiantes y usuarios, con el fin de lograr un documento de consenso, que se denominará 'Documento de Zaragoza', y que se dará a conocer próximamente.
'Desde la OMS creemos que hace falta formación específica para atender al usuario como un todo integral y de ahí que sea necesario potenciar el conocimiento de la Medicina de Familia como una disciplina transversal', puntualizó García Barbero.
En su opinión, la Medicina de Familia está adquiriendo una gran preponderancia debido al desarrollo de la biomedicina. 'Hoy en día, el contacto del paciente con el especialista se reduce: se disminuyen las estancias hospitalarias, se impulsa la Cirugía Ambulatoria, lo que a su vez origina que los pacientes vuelvan de nuevo a la Atención Primaria, con más necesidad de cuidados de los que planteaba hace años cuando los tiempos de hospitalización eran más amplios', reconoció.
Por otra parte, la delegada de la OMS criticó abiertamente que el problema de esta disfunción radica, precisamente, en los ritmos tan dispares que existen entre la sociedad y los que marca la estructura de la Universidad española. 'Es evidente que existe una lentitud en la adaptabilidad, porque la estructura universitaria sigue funcionando como antaño, aunque no sus contenidos, que evidentemente han evolucionado', puntualizó.
Los esfuerzos de la semFYC por incorporar la especialidad a los planes de Formación Pregraduada se han materializado hasta el momento en siete reuniones encaminadas a analizar y potenciar la presencia de la Medicina de Familia en la Universidad. Aguilera, recordó que su Sociedad está muy consolidada, con más de 16.000 socios, y abogó porque los estudiantes de Medicina tengan la posibilidad de formarse en esta disciplina. 'En realidad, el 95 por ciento de los problemas de salud se resuelven en la Atención Primaria'. Destacó, además, que con la incorporación de esta disciplina a la formación pregrado, la Medicina de Familia ganaría en prestigio académico y favorecería la elección vocacional de la especialidad por su conocimiento pregrado. 'Además, la Universidad estaría más orientada hacia los problemas sociales y aportaría una formación global y contenidos transversales. Recordó que la estructura docente es también amplia en esta disciplina que cuenta con 93 unidades docentes, 750 centros de salud acreditados para la formación, y 2.900 médicos de familia como tutores que se dedican a la actividad docente.
Por su parte, el presidente del comité organizado y responsable de docencia de semFYC, Antonio Monreal, coincidió también con la delegada de la OMS en que esta disfunción entre los ritmos que plantean las necesidades de la sociedad actual y la oferta formativa de la carrera de Medicina es el origen de esta carencia. 'No deja de ser una paradoja ilógica', señaló el doctor Monreal, 'que la realidad vaya por un lado y los estudios académicos, en cierta media, por otro. La población necesita y demanda una asistencia integral y ese abordaje global del paciente sólo puede aportarle el médico de familia. De ahí la importancia de formar médicos capaces de ofrecer una atención integral, tal y como se está ya haciendo en los países de nuestro entorno. Bastarían, pues, las expectativas sanitarias de la población para que estuviera justificada la inclusión de la medicina de familia en el programa de contenidos universitarios'.
Sin embargo, como indicó el doctor Monreal, la introducción de la disciplina de la Medicina de familia en los estudios universitarios contribuiría a lograr una formación médica equilibrada entre la visión especialista y la generalista. 'El abordaje de un simple dolor de cabeza', continúa el responsable de Docencia de semFYC, 'puede estar condicionado en gran medida por problemas laborales, del ámbito familiar o de otra naturaleza. La cercanía y comunicación que establecen un médico de familia y su paciente facilitan un manejo de ese trastorno en unas condiciones muy favorables que son impensables en otro nivel. Y sin embargo, durante la carrera universitaria no se explica qué es un médico de familia y cuáles son sus competencias; qué mecanismos rigen una entrevista clínica, cómo puede mejorarse la comunicación con el enfermo o cómo tratar al paciente teniendo en cuenta su entorno familiar y comunitario, tal y como establece el enunciado de nuestra especialidad'.
Mientras tanto, la presidenta de los decanos de Medicina de España, Dolores Serrat, y decana a su vez de la Facultad en Zaragoza, mostró una postura dialogante para incorporar asignaturas de Medicina de Familia en la formación pregrado, aunque señaló que 'todavía hay Universidades que no han podido hacerlo, porque algunas todavía están acabando de implantar sus nuevos planes de estudio'. Asimismo, reconoció que la formación pregado condiciona psoteriormente la orientación de los futuros profesionales. 'Las Facultades de Medicina vivimos una situación de cambio y de revolución. Estamos cambiando un modelo educativo, de un modelo que pone énfasis en asignaturas a otro en el que se potencia los niveles profesionales, adaptándonos a las necesidades sociales'. Dolores Serrat destacó el talante positivo y dialogante de este congreso, del que confía en que aparezcan líneas de futuro importantes'.