La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el consumo de drogas es responsable de alrededor de medio millón de muertes cada año, 'pero esta cifra representa sólo una pequeña parte de los daños causados por el problema mundial de las drogas', según ha advertido su directora general, la doctora Margaret Chan.
En estos términos se ha referido en la apertura de la 60ª reunión de la Comisión de Estupefacientes que se está celebrando en Viena (Austria), donde ha alertado de que, 'en cierto modo, la situación es cada vez peor, no mejor'.
A su juicio, 'muchos países están experimentando una crisis de emergencias de salud y muertes por sobredosis de drogas'. Ante esta situación, mientras que los países Miembros y las agencias internacionales continúan luchando con el problema mundial de las drogas en sus 'múltiples dimensiones', la OMS insta a que las políticas se basen en la 'evidencia médica y científica, y no en las emociones o ideología'.
'Casi todos en esta sala conocen a padres, o habrán leído acerca de los padres que tienen un hijo con un problema de drogas. Estos padres quieren que sus hijos esten en tratamiento, no en la cárcel. Es bueno ver en la agenda que se abordan estrategias para prevenir el consumo de drogas, especialmente en la juventud', ha remarcado Chan.
Asimismo, se ha comprometido a que la OMS siga trabajando en las dimensiones de salud pública del problema mundial de las drogas en colaboración con los organismos pertinentes de la ONU, incluyendo la UNODC y otros asociados.
Acuerdo sobre drogas
Como agencia internacional dedicada a la salud pública, la OMS se ha comprometido a seguir jugando un papel importante la eliminación de elementos críticos de salud pública dentro del problema mundial de las drogas. Es una obligación de la OMS lleva a cabo por el Comité de Expertos de la OMS en Farmacodependencia, que mantiene una constante revisión de la sustancias psicoactivas.
Por otro lado, concede especial importancia al trabajo conjunto con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en el tratamiento de la drogodependencia y la atención de los consumidores de drogas.
De hecho, directrices de la OMS y el paquete de reducción de daños de las intervenciones, que figura en una guía técnica conjunta de la OMS, la ONU y ONUSIDA, son las principales herramientas utilizadas por los países para conseguir un enfoque de salud pública a los daños causados por el consumo de drogas.
El mes pasado, la OMS y la ONU firmaron un memorando de entendimiento donde queda patente, según Chan, que 'les gustaría ver más usuarios de drogas canalizados a través de sistemas públicos de salud en lugar de a través de los tribunales y sistema de justicia'.
En el contexto del trabajo para reducir la demanda de drogas, el documento final da atención a la prevención del consumo de drogas y el tratamiento orientado a la recuperación del drogodependiente; así como a las medidas destinadas a minimizar las consecuencias de una mala organización de salud pública y social, es decir un programa destinado a la reducción de daños por el consumo de drogas, donde se incluyen los programas que se basan en terapias de medicación asistida y el intercambio de material de inyección.
El documento final reconoce además el enorme problema causado por el VIH, la hepatitis viral y otras enfermedades infecciosas transmitidas por la sangre que puede ser transmitida por el consumo de drogas. También se ocupa de las necesidades médicas de los consumidores de drogas, incluyendo el tratamiento con la terapia antirretroviral para las personas infectadas con el VIH, y el uso de los nuevos regímenes terapéuticos que pueden curar la hepatitis C.
'Esto es muy importante. Hay una diferencia entre la vida y la muerte', ha señalado Chan en su discurso, que ha finalizado mostrando su fuerte compromiso con el trabajo conjunto en el tratamiento de la drogodependencia y la atención de los consumidores de drogas.