E.P.-Alrededor de 320 españoles por cada 100.000 son diagnosticados de cáncer cada año, según ha informado el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Carlos Dorta. No obstante, las previsiones de los expertos apuntan a que esta cifra se incrementará entre un 30 y un 40 por ciento cada año por factores evitables, como el consumo de tabaco.
'Es un problema relevante y hasta cierto punto tenemos que verlo con angustia', ha destacado Dorta con ocasión de la celebración del Día Mundial contra el Cáncer. Esto se debe, apuntó, 'a la persistencia de factores de riesgo en el medio ambiente', principalmente el consumo de tabaco y alcohol, la exposición a las radiaciones ultravioletas y la pérdida de calidad en el hábito alimenticio.
El presidente de los oncólogos ha señalado que el 75 por ciento de los casos de cáncer están relacionados con estos factores. 'Esto es terrible, porque conocemos cuáles son los factores y sin embargo no somos capaces de erradicarlos plenamente de nuestro modo de vida', ha apostillado.
Dorta considera que sólo con la eliminación del consumo de tabaco se reduciría la incidencia de la enfermedad casi un 50 por ciento. 'Esto es tremendamente ilustrativo del poco caso que hace la población a los consejos médicos', añadió. Este experto ha recordado que el tabaco no sólo provoca cáncer, sino enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Al margen de esta cuestión, el cáncer es en la actualidad la segunda causa de muerte después de las enfermedades cardiovasculares en la población general, y la primera causa en los varones.
Las enfermedades tumorales más importantes son el cáncer de pulmón en varones y de mama en mujeres. También son frecuentes los de aparato digestivo (principalmente colon y recto) y fundamentalmente todos aquéllos que tienen estrecha relación con el consumo de tabaco (labios, lengua y laringe, entre otros) y esófago.
Por contra, el aspecto positivo es que la mortalidad se ha estabilizado desde 1995, después de una tendencia al alza registrada con la entrada de los noventa. Así, se ha aumentado la supervivencia gracias a los avances en Medicina, de tal forma que la tasa de pacientes que sobrevive cinco años después de habérseles diagnosticado el cáncer ha pasado del 60 al 65 por ciento.