Nerea Garay, Bilbao.- El Servicio Vasco de Salud (SVS)- Osakidetza incorporará durante este trimestre el tratamiento con fibrinolisis endovenosa para casos de "trombosis cerebral", según han explicado en rueda informativa el viceconsejero de Sanidad, Rafael Cardán, y el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Jon…
Nerea Garay, Bilbao.- El Servicio Vasco de Salud (SVS)- Osakidetza incorporará durante este trimestre el tratamiento con fibrinolisis endovenosa para casos de 'trombosis cerebral', según han explicado en rueda informativa el viceconsejero de Sanidad, Rafael Cardán, y el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Jon Darpón. Osakidetza ha tomado esta decisión por la importante incidencia de esta enfermedad en la comunidad autónoma, que provoca una tasa de mortalidad del 12,3 por ciento, siendo una de las primeras causas de fallecimiento y la primera de las que originan invalidez.
La fibrinolisis endovenosa está indicada, según explicaron los citados responsables sanitarios, para los ictus isquémicos agudos y el fármaco que se utiliza fue aprobado por la Agencia Europea del Medicamento en 2002 de forma provisional para uso en condiciones restrictivas, 'y autorizado por la Agencia Española del Medicamento en 2003'.
Aunque la fibrinolisis endovenosa no disminuye la mortalidad sí reduce las secuelas de esta grave patología. 'El tratamiento, que sólo se podrá utilizar en los hospitales, está indicado al comienzo del ictus agudo con síntomas focales adecuados a un territorio vascular, de origen isquémico. El inicio de la clínica debe realizarse en un período inferior a tres horas antes del comienzo del tratamiento y no debe de haber signos de hemorragia en TAC', ha explicado Jon Darpón.
Aproximadamente un 10 por ciento de los pacientes con ictus podrían beneficiarse del tratamiento fibrinolítico.'En julio de 2003 el Departamento de Sanidad vasco estimó que cumplirían criterios de utilización de la fibrinolisis entre el 6,50 por ciento y 3,25 por ciento de los ictus, lo que supone entre 153 y 76 pacientes por año', ha subrayado el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza.
En las 24 horas siguientes a la administración del fibrinolítico es preciso monitorizar al paciente por el riesgo de hemorragia, que se estima en el 6 por ciento de los casos. 'En ictus leve disminuye la relación beneficio/riesgo, en el muy grave hay un aumento de riesgo de sangrado y muerte y en personas mayores tiene un peor pronóstico no estando indicado'.
'Código ICTUS' y preaviso al hospital
Para que la cobertura y la eficacia del tratamiento sea la máxima y llegue al mayor número de pacientes posibles, Osakidetza ha organizado un plan denominado 'Código Ictus' de emergencias. 'Cuando se detecta un caso se avisa al 112 para que desde allí alerten al hospital. De tal forma que el centro sanitario prepare las urgencias y el TAC. En el hospital se le hará al paciente el diagnóstico inicial con valoración clínica y TAC, se le administrará el fibrinolítico.Durante las primeras 24 horas el enfermo tendrá monitorización clínica, de TAC y ECG cada 15 minutos las tres primeras horas; luego cada 30 y 60 minutos; posteriormente se le ingresará en una planta convencional de Neurología. Y se le realizará un TAC de control al cabo de 24 horas', ha explicado Jon Darpón.
En definitiva con la incorporación del medicamento, Osakidetza quiere disponer de un tratamiento más eficaz en unas indicaciones concretas.'Aunque sabemos que va a beneficiar a un número reducido de personas y exige un importante esfuerzo, el Departamento de Sanidad lo garantizará en los tres provincias vascas, tal como preveía el Plan de Salud (2002-2010) en la medida en que va a reducir las importantes secuelas que conlleva esta patología', ha asegurado el viceconsejero de Sanidad, Rafael Cerdán.
Para ello, Osakidetza organizará equipos multidisciplinares que tendrán participación de neurólogos, emergencias, urgencias, internistas, radiólogos, neurocirujanos, intensivistas, adaptados en función de las características de los diferentes hospitales. No obstante, Jon Darpón ha insistido en que en cualquier caso tenemos que insistir en que la prevención del ictus mediante el control de los factores de riesgo como la cardiopatía, el tabaquismo, el sedentarismo...) es la principal medida para reducir la incidencia y mortalidad de esta enfermedad. De hecho, las medidas que desde hace años se desarrollan en Euskadi han conseguido reducir la tasa de mortalidad en más de 3 puntos por año'.