Un equipo de investigadores del Hospital del Mar y su Instituto de Investigación, IMIM, así como del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), del Instituto de Salud Carlos III-Ministerio de Ciencia e Innovación, ha liderado un estudio donde se demuestra que los pacientes con EPOC grave no presentan fenómenos de destrucción muscular hasta fases muy avanzadas de la enfermedad, sobre todo cuando aún se preserva una buena masa muscular. De ahí se podría llegar a deducir que ejercitar la musculatura no sólo es posible sino que es recomendable. Los resultados de este estudio se han publicado en la última edición de la revista Journal of Applied Physiology.
Hasta la fecha se había observado que los enfermos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), en estado grave y con pérdida considerable de masa muscular, presentaban en los tejidos niveles altos de muerte celular programada (apoptosis). Pero faltaba saber si los enfermos sin pérdida de masa muscular, los casos de EPOC predominantes en España, también presentaban fenómenos apoptósicos.
Este equipo de investigadores del Hospital del Mar -IMIM- da un paso adelante. Ahora, estos expertos pueden dar respuesta a estos interrogantes. "En los casos intermedios de esta enfermedad, sin pérdida de masa muscular, no se ha observado ningún indicador de destrucción de la musculatura, ni que muestre signos avanzados de apoptosis", explica Esther Barreiro, neumóloga del Hospital del Mar y científica del CIBERES, que ha liderado a este grupo de investigadores.
Para realizar el estudio, se establecieron tres grupos: pacientes con una EPOC moderada y severa y un grupo de sujetos control. Se observó si había inflamación celular en tres músculos: el intercostal externo, diafragma y cuádriceps y si se daban fenómenos apoptósicos. Se obtuvieron muestras biópsicas de músculos respiratorios y de las extremidades inferiores de cada paciente y se analizaron a partir de cuatro marcadores de apoptosis.
"Un primer marcardor fue la caspasa, un grupo de proteínas mediadoras esenciales en el proceso de apoptosis, observadas tanto por preparación histológica como a nivel molecular. Otro marcador se basa en la determinación de la rotura del ADN ", prosigue la doctora Barreiro. "Cuando hay apoptosis este marcador está aumentado porque el ADN se está destruyendo y el marcador detecta los filamentos de la doble hélice que resultan de ello. Y, el tercer marcador es lo que llamamos el "Gold Standard" y se trata de microscopía electrónica, la técnica de referencia para cualquier patólogo", finaliza Barreiro, jefa del grupo de investigación en mecanismos moleculares de predisposición al cáncer de pulmón del IMIM.
Resultados similares
Después de mirar los núcleos de todas las preparaciones obtenidas, se encontró que no había diferencia entre el número de núcleos en fase de apoptosis en los músculos respiratorios y periféricos de los enfermos de EPOC graves respecto del grupo de control. "Es decir, el hecho de padecer EPOC no condiciona necesariamente que haya más destrucción muscular", explica Esther Barreiro. Ninguno de los marcadores dio una diferencia clara en ninguno de los tres grupos de estudio excepto uno de ellos, el túnel tanto en los músculos respiratorios como en el cuádriceps. "Hemos llegado a la conclusión de que podría haber un poco de apoptosis pero lo que nosotros creemos que hay, realmente, es un mecanismo de reparación celular", apunta.