E.P., Madrid.- Tres áreas del cerebro de los pacientes con trastorno de pánico carecen de un componente clave del sistema mensajero químico que regula las emociones. Así se indica en las conclusiones de un nuevo estudio, dirigido por investigadores del National Institute of Mental Health (EE.UU.), que aparece publicado en la última edición del Journal of Neuroscience.
Escáneres cerebrales han revelado que un tipo de receptor de la serotonina, el receptor 5-HT1A, es reducido a cerca de un tercio en tres estructuras que se asientan en el centro del cerebro. El hallazgo es el primero que demuestra en seres humanos que este receptor, esencial para la acción de la mayor parte de los medicamentos anti-ansiedad, puede ser anómalo en el trastorno de pánico, y puede ayudar a explicar cómo los genes pueden influir en la propensión a este tipo de trastornos.
El trastorno de pánico se manifiesta a menudo como agorafobia o evitación de lugares públicos y suele darse en familias, por lo que se ha sospechado que podría tener un componente genético. El nuevo hallazgo, combinado con evidencias de recientes estudios con animales, indica que los genes pueden aumentar el riesgo de este trastorno codificando una expresión reducida de los receptores 5-HT1A.
En el presente trabajo, los investigadores emplearon escáneres PET para visualizar receptores 5-HT1A en áreas cerebrales de interés en 16 pacientes con trastornos de pánico, siete de los cuales también sufrían depresión grave, y 15 personas sanas de control. Un nuevo marcador radioactivo, desarrollado para este estudio, se une a los receptores revelando su ubicación y recuento numérico en cada región cerebral.
Los participantes también se sometieron a resonancias magnéticas estructurales, que fueron contrastadas con los resultados de los PET para encajar con precisión las estructuras cerebrales. Se observó que, en los pacientes con trastorno de pánico, incluidos aquellos que también sufrían depresión, los receptores estaban reducidos en una media de una tercera parte en el cingulado anterior de la parte media frontal del cerebro, en el cingulado posterior de la parte media trasera del cerebro y en la rafe (línea de unión de partes simétricas) que se encuentra en el cerebro medio.
Estudios anteriores han implicado tanto al cingulado anterior como al posterior en la regulación de la ansiedad. La estimulación de los receptores 5-HT1A en la rafe regula la síntesis y liberación de la serotonina. En un estudio PET anterior de pacientes con depresión, empleando un marcador diferente, los investigadores encontraron reducciones menos dramáticas del receptor en el cingulado anterior y posterior, si bien se observó una reducción de un 41 por ciento en la rafe.