Nuevos descubrimientos sobre el papel de las proteínas en el cáncer metastásico
19 de julio 2022. 11:40 am
Las células se comunican consigo mismas y con su entorno celular mediante enlaces mecánicos. Ahora una nueva investigación ha conseguido avanzar en la comprensión del papel de estas fuerzas en las proteínas cuando interactúan para cumplir sus funciones biológicas, incluido el control del cáncer, según…
Las células se comunican consigo mismas y con su entorno celular mediante enlaces mecánicos. Ahora una nueva investigación ha conseguido avanzar en la comprensión del papel de estas fuerzas en las proteínas cuando interactúan para cumplir sus funciones biológicas, incluido el control del cáncer, según publican sus autores en la revista 'Science Advances'.
La talina es una proteína que controla la adhesión y el movimiento celular, pero su mal funcionamiento también permite la propagación de las células cancerosas. La DCL1 es una proteína supresora de tumores pero los científicos no comprenden del todo el funcionamiento de ninguna de las dos proteínas, ni lo que ocurre cuando no funcionan como deberían.
Los científicos saben que cuando está presente en una célula, la DCL1 puede interactuar con la talina y tal vez interferir con la capacidad de ésta para agrupar las células pero si conocieran los pasos exactos del proceso podrían identificar una opción de tratamiento para evitar que el cáncer haga metástasis.
Comportamiento único de la talina
Han descubierto un comportamiento único de la talina, inducido por las fuerzas mecánicas, que demuestra una fuerte interacción que puede explicar el efecto antitumoral de DLC1 cuando las dos proteínas se unen.
Al igual que todas las proteínas, la talina tiene una forma tridimensional específica que define su función. Este proceso, conocido como plegado de proteínas, es uno de los más complejos de la naturaleza y, cuando el plegado se produce de forma incorrecta, suele dar lugar a enfermedades. El laboratorio de Popa investiga las fuerzas que afectan al plegado de las proteínas, lo que puede conducir a nuevos tratamientos para las enfermedades que comienzan cuando las proteínas se pliegan mal.
Para algunas proteínas, como la talina, son necesarias fuerzas mecánicas dentro y fuera de la célula para que la proteína obtenga la forma que desbloquea su función. En el interior de las células, las fuerzas mecánicas hacen que la talina se despliegue, dejando al descubierto receptores a los que pueden unirse otras proteínas para formar las conexiones de mensajería necesarias.
La activación de la talina durante la propagación de las células y la construcción de los tejidos está controlada por las hormonas. En esta etapa, la proteína se somete a ciclos de estiramiento y unión con otras proteínas. Las fuerzas mecánicas entran en juego a medida que más proteínas se unen al proceso.
Para que la talina se active, debe ser llevada a la membrana celular por mensajeros que envían señales desde el citoesqueleto de la célula a la matriz extracelular, el entorno en el que están inmersas las células.
El equipo de Popa rastreó el efecto de DCL1 en este proceso. 'Durante esta activación 'de dentro a fuera' impulsada por las hormonas, si DLC1 también se une a la talina, no permitirá ese reclutamiento a la membrana --apunta--. Cualquiera de los pasos que controlan la propagación celular podría ser secuestrado por las células cancerosas para convertirse en metastásicas. En algunos casos, la DLC1 está completamente suprimida'.
La falta o el mal funcionamiento de DCL1 puede no ser el único factor de propagación del cáncer, precisa Popa, pero el trabajo ilustra los comportamientos alternativos de las proteínas sometidas a fuerza y señala una dirección para seguir estudiando esta interacción proteínica como posible objetivo de los fármacos contra el cáncer.