La insulina es una hormona natural de origen pancreático y estructura polipeptídica, con actividad hipoglucemiante. Inhibe la gluconeogénesis hepática y favorece la utilización de la glucosa en los tejidos periféricos.

La insulina glargina es un análogo de la insulina humana, a la que se añaden 2 aminoácidos y se sustituye otro. Está diseñada para formar microprecipitados en el tejido subcutáneo que liberan continuamente pequeñas cantidades de insulina, proporcionando un perfil constante; es decir, sin picos de concentraciones plasmáticas de insulina a lo largo de 24 horas.

Por eso, se clasifica como insulina de acción prolongada. Tras su administración, el comienzo de acción se manifiesta después de 1-3 horas y se mantiene durante aproximadamente 24 horas.

De acuerdo con los resultados de ensayos clínicos controlados, está indicada en pacientes que, tras la insulinización con NPH, presentan hipoglucemias nocturnas. Por su parte, en pacientes diagnosticados de diabetes tipo 1, aunque los resultados de los ensayos no son homogéneos, parece que hay ligeras ventajas en el perfil de hemoglobina glucosilada (HbA1c) al utilizar la insulina glargina.

Pauta

La dosis de la insulina glargina debe ser individualizada y ajustada según los requerimientos de cada persona. En adultos, una vez al día, a cualquier hora, pero siempre la misma, y en niños se recomienda administrar por la tarde.

En insulinización basal hay que hacer un ajuste de fármacos no insulínicos y continuar con la misma dosis: metformina iDPP4, ARGLP1 y/o iSGLT2. Hay que valorar suspender o reducir sulfonilureas, glinidas y pioglitazona, y comenzar con 10U o 0,2UI/kg.

Es necesario ajustar la dosis de insulina según la glucemia basal y aumentar la dosis de insulina cada 3 días, siempre que no haya hipoglucemias, en 2UI cuando durante 3 días seguidos se superen las cifras objetivo y en 4UI cuando glucemias basales >180mg/dl.

También, es necesario disminuir la dosis de insulina cada 3-5 días, en 2UI cuando 2-3 días consecutivos la glucemia basal es menor de un límite preestablecido, en general 0-90mg/dl. En hipoglucemias, se debe disminuir dosis 4UI o un 10 % de la dosis de insulina basal.

Dosis inicial

Para calcular la dosis inicial de insulina glargina se establece de 0,1-0.2 UI/kg/día. Un paciente de 70 kg tendría que iniciarse el tratamiento con 0,1×70=7u o bien 0,2×70-14U. Se suele emplear la regla intermedia de 10 unidades de inicio y desde ahí ir ajustando la dosis del paciente poco a poco, evitando las hipoglucemias.

No obstante, si el paciente no ha recibido previamente insulina es mejor empezar con dosis bajas de 0,15 UI/kg. Para ir ajustando la dosis hay que considerar que tras tres días de la dosis de inicio, si la glucemia se mantiene por encima de 140, hay que subir 2UI más, y así hasta que esté por debajo de 140.

Si transcurrido el mismo periodo de tiempo y tras la dosis de inicio la glucemia está por debajo de 70, hay que eliminar 2 UI y así hasta que se sitúe por encima de esos 70.

Inicio de la acción

El efecto de la insulina glargina comienza a las 1-2 horas de su administración y su duración es cercana a las 24 horas. En pacientes que inician el tratamiento con glargina puede tardar de 2-4 días hasta conseguir niveles de estado estacionario después de la primera dosis.

La dosis máxima de insulina glargina se establece según peso y si se trata de personas con diabetes tipo 1 o tipo 2. Si no se consigue con una dosis de insulina basal será necesario intensificar la pauta, añadiendo insulina rápida o pensar en otra posibilidad que podría ser cambiar por premezclas.

No existe una dosis máxima, si bien por encima de valores de 60UI o incluso 80 en dos tomas ya se debe plantear la existencia de resistencia insulínica.

La dosis máxima de insulina es la que por encima de la cual no obtendría más beneficio. Se calcula multiplicando por cinco el primer dígito del peso del paciente. Así, un paciente que pesa 84 Kg (5×8) la dosis máxima sería 40 UI.

Insulina biosimilar

Una insulina biosimilar tiene un perfil de acción similar y eficacia equivalente a una insulina biológica, por lo que es un producto similar pero no idéntico. En 2021, la FDA aprobó el primer biosimilar de insulina glargina intercambiable con su producto de referencia.

La insulina glargina se encarga de regular el metabolismo de la glucosa, estimulando la captación periférica de glucosa principalmente a nivel del músculo esquelético y del tejido adiposo, produce inhibición de la producción hepática de glucosa, disminuyendo así los niveles plasmáticos de glucosa. Presenta un bajo riesgo de hipoglucemias.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia Francisco José Fernández-Rosillo Padilla y María Carmen Campayo Ortega, y Gabriela Carolina Fernández Beradi, del Centro de Salud San Roque, en Vilagarcía de Arousa; Germán Allut Vidal, del Centro de Salud Rianxo; Luis López Otero, del Centro de Salud Pontevea-Teo, Óscar Rancaño Brañanova, del Centro de Salud A Estrada y José Senín Bello, del Centro de Salud Caldas de Reis.