EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- La hipertensión arterial es una de las múltiples enfermedades que puede verse beneficiada por el consumo de los denominados 'alimentos funcionales', es decir, según los expertos, 'cualquier alimento o ingrediente en él potencialmente saludable y que puede proporcionar beneficios para la salud, incluida la reducción del riesgo de enfermedad'.
Para el caso de la hipertensión, y tal como se ha expuesto en el marco de la 11ª Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión y la Liga Española para la Lucha de la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), los péptidos lácteos 'una proteína que se genera en la leche fermentada bajo ciertas condiciones' han demostrado reducir las cifras de presión arterial, tal como ha señalado el doctor Jesús Honorato, director del Servicio de Farmacología Clínica de la Clinica Universitaria de Navarra.
Diversos estudios desarrollados tanto en modelos experimentales como en humanos, han puesto de manifiesto que el consumo diario y a dosis normales de este tipo de leche fermentada consigue reducir entre 2 y 7 mmHg la presión arterial sistólica y entre 1 y 4 mmHg la diastólica. De este modo, se puede hablar de una reducción de hasta un 15 por ciento del riesgo cardiovascular gracias al consumo de estos productos.
El porqué de este descenso se explica, según este experto, 'gracias a la inhibición de la enzima convertidora de la angiotensina que producen estos péptidos, que en cierto modo actúan como los fármacos de la clase IECA'
No obstante, y como insiste el doctor Honorato, el consumo de una alimento enriquecido con péptidos lácteos activos, 'al tener una eficacia limitada no es un sustituto del tratamiento farmacológico pero puede contribuir a compensar un mayor número de pacientes'.
Mayores beneficios entre
los hipertensos japoneses
Si bien los resultados que ha demostrado el consumo de este tipo de leche son bastante prometedores entre la población europea, lo son aún más en Japón. Los ensayos clínicos han puesto en evidencia que 'curiosamente allí los efectos son mayores', puntualiza Honorato.
Los ensayos clínicos demuestran una reducción de la presión arterial más significativa a las mismas dosis de leche o, incluso, menores. La mayor respuesta, que se produce en Japón, podría deberse a los condicionantes de la raza, la dieta o la genética.
Otros de los aspectos que se han observado a raíz de estas investigaciones han sido que cuanto mayores son las cifras de la presión arterial basal mayor es la reducción que se produce. y por lo tanto son mejores los resultados que ofrecerá el consumo de leche con péptidos lácteos. Por otra parte, la ausencia absoluta de efectos adversos hace que el consumo de este producto resulte aún más beneficioso.