A.M./N.L./E.P. Madrid.- El Plan Nacional de Prevención y Control del
Tabaquismo, que ha recibido el visto bueno del pleno del Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, contará con una
financiación inicial de 13,6 millones de pesetas para el presente año,
según ha detallado en conferencia de prensa el consejero de Sanidad de
Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, quien no obstante criticó la
escasez de los fondos aportados por el Gobierno central para las
actuaciones incluidas en el plan.
En este sentido, destacó que de los fondos citados, 10 millones
corresponden a las comunidades autónomas, que aportarán 25
céntimos por habitante y año, mientras que la Administración central sólo
aportará por el momento una financiación directa de 1,2 millones de
euros y 2,4 millones más en concepto de fondos para impulsar
programas de prevención.
Por su parte, la ministra de Sanidad, Ana Pastor, destacó que el acuerdo
del pleno del CISNS fue adoptado por unanimidad y expresó su confianza
en que el Plan, vigente para el periodo 2003-2007, sea un instrumento
'útil y satisfactorio para todos' en la lucha contra un hábito responsable
directamente con más de 50.000 muertes al año en España.
'Es un plan que defiende la salud por encima de todas las cosas.
Respeta a quienes fuman sin invadir el derecho de los que no fuman;
reconoce la enorme capacidad adictiva de la nicotina y facilita la ayuda a
los que desean dejar de fumar; establece las bases para una
convivencia saludable; identifica los factores que influyen en el consumo
del tabaco y las acciones para su prevención', dijo Pastor.
Asimismo, la ministra, que no ofreció cifras concretas sobre la
financiación del Plan, un aspecto del que según indicó que se ocupará la
recién creada Comisión Delegada del CISNS, anunció que la Agencia
Española de Tecnologías Sanitarias va a evaluar 'todas las alternativas
terapéuticas' para la deshabituación de los fumadores, incluyendo un
análisis de costes de cara a su posible financiación.
Además, Pastor detalló en la conferencia de prensa posterior a la
reunión del CISNS, que duró casi siete horas, las actuaciones incluidas
en el Plan que recibió el visto bueno del Consejo. Entre las medidas
anunció que antes de que acabe 2003 el 95 por ciento de los centros de
trabajo de la Administración 'serán espacios sin humo'.
Por su parte, el consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Francisco
Vallejo, criticó que al Plan no vaya acompañado de una memoria
económica y censuró que, mientras se conoce lo que van a aportar las
comunidades en función de sus habitantes (25 céntimos por habitante),
sigue sin despejarse la incógnita de la aportación del Estado vía
impuestos. Así, y por tratarse de un plan 'sin financiación', Vallejo señaló
que lo que se ha aprobado realmente es 'medio plan'.
Centros docentes y sanitarios
El Plan incluye entre sus principales medidas para prevenir y controlar el
tabaquismo el establecimiento de 'lugares de trabajo especiales
(centros docentes, sanitarios, públicos y de ocio) como espacios libres
de humo', y 'la supresión de máquinas expendedoras de tabaco (que no
distinguen la edad del comprador), contemplando la venta personalizada
como forma principal de adquisición de estos productos'.
En virtud del proyecto de Sanidad las autoridades tendrán que velar por el
cumplimiento de la normativa sobre 'espacios sin humo', además de en
los lugares mencionados, en el ámbito de las administraciones públicas
y de los centros sociales y de atención al público.
Se trata, según las previsiones del Plan, de que para 2003 al menos el
95 por ciento de los centros sanitarios, docentes y de la Administración
sean espacios sin humo, y que en 2005 ocurra lo mismo con el 70 por
ciento de las empresas. En lo que se refiere a las máquinas
expendedoras, el Plan establecerá la eliminación de los dispositivos que
no distinguen la edad del comprador.
Entre las medidas de carácter legislativo que contempla el plan figuran,
entre otras, excluir de la confección del Índice de Precios al Consumo los
productos del tabaco, unificar a nivel nacional la prohibición de la venta
de tabaco a menores de 18 años, prohibir la venta de cigarrillos sueltos
estableciendo como única unidad las cajetillas de 20 unidades,
implantar a nivel nacional la prohibición de la publicidad directa e
indirecta y del patrocinio de los productos del tabaco y establecer
medidas fiscales de aumento de precios.
Política de espacios sin humo
Asimismo, cabe citar el establecimiento de una 'política gradual' de
espacios sin humo mediante la puesta en marcha en principio de salas
para los fumadores 'hasta conseguir la totalidad de los espacios libre de
humo de tabaco', y la puesta en marcha de un sistema de acreditación
de las unidades de tratamiento de dependencia tabáquica.
En lo que se refiere al tabaquismo pasivo, y teniendo en cuenta que 'no
hay evidencia de existir un nivel seguro de exposición al humo ambiental
del tabaco', el proyecto establece que 'no se aceptarán las estrategias
de regulación de ventilación, diseño del espacio, etcétera, que se alegan
para evitar el tabaquismo involuntario'.
Para el sector de la hostelería, el Plan prevé 'cambios legislativos' para
que haya 'zonas diferenciadas' y se limite el número de plazas para
fumadores. Además, los espacios habilitados para fumar tendrán que
tener unos requisitos mínimos para que no se perjudique la salud de los
no fumadores.
Retrasar a los 14 la edad de inicio
Entre los principales objetivos del presente plan figuran que en 2007 la
edad de inicio en el hábito tabáquico se haya reducido hasta los 14 años;
que la proporción de ex fumadores aumente al menos en seis puntos,
hasta alcanzar el 21 por ciento, y que los fumadores en el grupo de edad
de 16 a 25 años se sitúe por debajo del 34 por ciento.
Asimismo, los autores del documento esperan que en 2004 ya se hayan
desarrollado normativas que regulen el consumo de tabaco en todos los
ámbitos públicos, y que el 75 por ciento de la población considere que el
tabaco es menos aceptado en su entorno social.
Medidas iniciadas ya en varias CC.AA.
Respecto a esta iniciativa, desde la Consejería de Salud de Andalucía se
ha indicado que medidas de este tipo están en marcha ya en varias
regiones, y en Andalucía por ejemplo existen centros de deshabituación
tabáquica y se han puesto en marcha programas destinados
específicamente para el personal sanitario y docente. No obstante, se ha
decidido dar el respaldo al programa estatal para mantener una postura
conjunta en este tema y no pueda llegar a la opinión pública la sensación
de que hay contradicciones.
Por su parte, el viceconsejero de Sanidad del País Vasco, Rafael Cerdán,
se ha referido a la confusión creada desde distintos medios de
comunicación apuntando que Sanidad correrá con los gastos que
produzca el dejar de fumar. 'El Consejo en ningún momento se
comprometió a pagar los tratamientos para dejar de fumar. El Plan
garantiza el abordaje global en las prestaciones sanitarias del SNS, pero
esto no implica necesariamente la utilización de fármacos y si es así el
pago de los mismos correrá a cargo del usuario', ha subrayado Cerdán.
El consejero de Sanidad de la Generalitat de Cataluña, Xavier Pomés, ha
afirmado, al respecto, que es necesario conseguir que el fumar 'no tenga
buena consideración social y se vea cada vez como una cosa más
negativa'. Pomés se ha mostrado contrario a las 'sanciones', aunque
reconoció que deberán establecerse para garantizar el cumplimiento de
este plan.