Más de 60.000 muertes en el Estado español, aproximadamente 650.000 en el conjunto de la Unión Europea (UE) y más de 4 millones a nivel mundial se relacionan directamente con el consumo de tabaco. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima, además, que para el año 2020 la tasa de mortalidad mundial atribuible al tabaco aumentará hasta alcanzar los 8,4 millones, mientras que para 2030 se situará ya en los 10 millones. Se le relaciona con el 90 por ciento de los casos de cáncer de pulmón y otros tantos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. Se erige como principal factor de riesgo de enfermedad cardiovascular y procesos arterioscleróticos, de otros tipos de cáncer como el de páncreas, de estómago, vejiga, riñón,' y es que las cifras hablan por sí solas.
La OMS trabaja en el desarrollo de un Convenio Marco para el control del tabaquismo con el fin de reducir de manera continua y sustancial su prevalencia
Tal y como recoge el 'Libro Blanco de Prevención del Tabaquismo', ya a finales de la década de los años 50 se establece de forma empírica una relación causa-efecto entre tabaco y cáncer de pulmón. Era el inicio de una línea de investigación que con el tiempo ha proporcionado, al margen de los datos mencionados y un rico y extenso conocimiento del problema, el surgimiento de movimientos de prevención tanto en el ámbito de los propios profesionales sanitarios, como a nivel de la población civil y autoridades sanitarias. Hasta el día de hoy, dicho conocimiento ha promovido la consideración de la adicción a la nicotina como una enfermedad, así como un problema de salud pública y se han puesto en marcha políticas nacionales y supranacionales con un único fin: actuar sobre el control y la prevención del tabaquismo.
Europa, como motor de control
El actual comisario europeo para la salud y la protección del consumidor de la Unión Europea, David Byrne, recordó durante su intervención en la Conferencia sobre el Control del Tabaco, celebrada en Limerick (Irlanda) entre los pasados 17 al 18 de junio, la evolución de la intervención de la UE en materia de tabaquismo. 'La dimensión europea de la lucha contra el tabaco', explicó Byrne, 'empieza en el año 1987 con el establecimiento del Programa Europa Contra el Cáncer'. Según el comisario, este programa se convirtió en el estandarte de la intervención europea para el control del tabaquismo, 'en unos tiempos', aseguró Byrne, 'en los que la prevalencia del tabaquismo en la mayoría de los países europeos se situaba alrededor del 50 por ciento'.
En la actualidad, tan sólo un 45 por ciento de los centros sanitarios son considerados como espacios libres de humo, siendo su implantación mayor en A.P.
A partir de la creación de este primer programa, la UE empezó a desarrollar otros programas, acciones de movilización y, sobre todo, inició un proceso legislativo con la intención de intervenir activamente en el control del consumo de tabaco. Las primeras iniciativas normativas promulgadas por la Unión Europea se refirieron a la publicidad y patrocinio de productos de tabaco. Así, aparece la Directiva Europea 89/552/CEE del Consejo de 3 de octubre de 1989, una normativa sobre el ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva que, en su artículo 13, reza: 'queda prohibida cualquier forma de publicidad por televisión de cigarrillos y demás productos del tabaco'. Más adelante, aparece otro texto legal europeo (92/85/CEE) destinado a garantizar la salud de las trabajadoras embarazadas que regula la prohibición de exponer a una mujer en estado al monóxido de carbono en el lugar de trabajo.
No es hasta el año 2001, en la Directiva 2001/37/CE, cuando la Unión Europea establece una normativa comunitaria que regula el contenido máximo de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono de los cigarrillos y obliga a etiquetar los productos de tabaco con advertencias sanitarias. En diciembre de 2002, el Consejo de Europa publica unas recomendaciones que inciden en la necesidad de controlar la venta del tabaco, en especial entre el público más joven. Y ya en 2003 aparece la Directiva 2003/33/CE que amplía la ya existente prohibición de las actividades de publicidad y patrocinio de productos de tabaco en televisión a la prensa escrita -siempre y cuando no se trate de publicaciones destinadas exclusivamente a los profesionales del comercio de tabaco- y a la radio. Asimismo, y como recoge el artículo 5 de dicha directiva 'se prohíbe el patrocinio de acontecimientos o actividades en los que participen varios Estados miembros, se celebren en alguno de ellos o tengan de cualquier otro modo efectos transfronterizos'. El 31 de julio de 2005 es la fecha límite propuesta por la UE para que los Estados miembros traspongan dicha normativa. También en el año 2003, la Comisión Europea emitió una decisión sobre el uso de fotografías en color u otras ilustraciones como advertencias sanitarias, donde explica de qué manera deberán presentarse estas advertencias. Aun así, Europa da vía libre a los Estados miembros para decidir aplicar o no esta medida.
Por otro lado, la armonización fiscal promovida por la UE entre sus países integrantes, y tal y como recoge el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) en un comunicado hecho público con motivo de la celebración del Día Mundial Sin Tabaco, 'comporta que los impuestos del tabaco sean del 70 por ciento del precio de la cajetilla', pero añade 'con grandes diferencias en precio y en impuestos entre los Estados miembros'. Grandes diferencias que 'en opinión de los expertos del Comité' dejan España a la cola de la UE.
Cambio de mentalidad
'En los últimos 20 años se ha dado un impulso enorme a la sensibilización de la población con respecto al tabaquismo, y la tendencia es que este proceso de concienciación continúe incrementándose'. Son palabras del doctor Carlos Jiménez Ruiz, miembro del Comité Ejecutivo del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología (SEPAR). Y es que, al margen del proceso normativo desarrollado por la UE, las organizaciones de profesionales implicadas en la lucha contra el tabaquismo, así como autoridades sani-
tarias como la Organización Mundial de la Salud, han jugado un papel protagonista en la consecución de un cambio en la mentalidad de la población. Un cambio que, para muchos, está renovando el aire y permitiendo una mayor aceptación de las intervenciones en pro del control y la prevención del consumo del tabaco.
En este sentido, han jugado un papel protagonista la propia OMS con iniciativas como la Tobacco Free Initiative que divulga información sobre las consecuencias del tabaco y la evolución del tabaquismo en las diversas regiones del planeta. o el establecimiento del Día Mundial Sin Tabaco que se celebra cada 31 de mayo con la misma finalidad. Asociaciones de lucha contra el cáncer, Sociedades Científicas de Atención Primaria, de Neumología, de Cardiología, especialistas en tabaquismo,' han puesto también su grano de arena en esta lucha contra una adicción que no entiende de límites geográficos.
En un intento de ir más allá de la simple difusión de contenidos, una de las últimas iniciativas a nivel internacional 'que lleva camino de convertirse en una nueva regulación' es el denominado Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. Dicho convenio tiene como objetivo principal, y según recoge el artículo 3 del mismo, 'proteger a las generaciones presentes y futuras contra las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas de su consumo y de la exposición al humo, proporcionando un marco para las medidas de control de ese hábito que habrán de aplicar las Partes a nivel nacional, regional e internacional a fin de reducir de manera continua y sustancial la prevalencia del consumo de tabaco y la exposición al humo'. El período de firmas se cerró el pasado mes de junio y, en total, se adhirieron al tratado 168 países (incluida la Unión Europea). No obstante, y para que el convenio entre en vigor, se requiere la ratificación de al menos 40 de los países firmantes. El pasado mes de septiembre ya eran 31 los países que se han convertido en Partes del tratado, por lo que la OMS prevé que a finales de este mismo año, y de continuar así el ritmo de ratificaciones, el Convenio Marco pueda adquirir valor de Ley internacional.
Entre otras medidas, el Convenio Marco para el Control del Tabaco contempla aspectos relacionados con los precios e impuestos para reducir la demanda del tabaco, ligadas también a la protección contra la exposición al humo, a la reglamentación de sus componentes, a la divulgación de información sobre derivados, empaquetado y etiquetado, educación y concienciación de la población, publicidad, promoción y patrocinio o venta y comercio ilícito de esta planta.
Control tardío en España
En opinión del doctor Jiménez Ruiz, 'desde un punto de vista político y en comparación con otros países de la UE, en España se han tomado escasas medidas para la regulación del tabaco, tanto en lo que se refiere a su prevención como a su tratamiento'. En este sentido, la restauración tardía de un régimen democrático en el Estado español ha sido, a juicio del doctor Joan Ramón Villalbí, secretario del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, 'una de las principales causas del escaso desarrollo que han tenido tradicionalmente las políticas de control del tabaquismo en este país'. Y es que, en su opinión, 'durante los primeros años de democracia otras prioridades dominaban la agenda pública sanitaria'.
El doctor Jiménez Ruiz, también en esta línea, señala que 'aunque tradicionalmente nuestro país no ha tenido una sensibilización acusada frente al tabaquismo, en los últimos 10 años se ha notado un importante cambio' y, añade que 'cada vez es mayor el porcentaje de población que deja de fumar y que clama por un mayor desarrollo de políticas de control'. Un desarrollo que en el ámbito nacional, a juicio de los expertos consultados, alcanza su momento más alto con la aprobación, el 13 de enero de 2003, en el pleno del Consejo Interterritorial, del Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo (PNPCT).
Pero éste es sólo el final de una historia cuyo protagonista ha sido un Estado español que 'durante muchos años se ha caracterizado por la falta de aplicación de políticas serias de prevención del tabaquismo', en palabras del doctor Villalbí.
La primera regulación específica sobre el tabaco aparece en España con el Real Decreto de 4 de marzo de 1988 (192/1988). En él se estableció la necesidad de que prevalezca el derecho a la salud de las personas, se regulan las advertencias sanitarias que deberán incluir los paquetes de tabaco, así como información sobre el contenido en nicotina y alquitrán de los cigarrillos. Se prohíbe su venta a menores de 16 años, además del consumo en determinados lugares como el transporte público, los lugares de trabajo donde se encuentren mujeres embarazadas o las dependencias de la Administración donde se trabaje en la atención al público.
Ese mismo año, la Ley General de Publicidad (34/1988) prohibía la publicidad del tabaco en televisión. En 1994 se lleva a cabo la transposición de la directiva europea 89/552/CEE y en el 1999 se modifica el RD 192/1988, ampliando las restricciones sobre el consumo de cigarros en determinados lugares como los vuelos comerciales con origen y destino en el territorio nacional, por poner un ejemplo.
Con anterioridad a la aprobación del Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo, aparece el RD 1079/2002, un texto legal que regula los contenidos máximos de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono según las premisas de la UE, establece la obligación de etiquetar esta información, junto con una advertencia sanitaria general y otra adicional que en ningún caso deberán ocupar menos de un 30 por ciento de la superficie del paquete de tabaco.
El Plan Nacional de Prevención y Control
del Tabaquismo 2003-2007
'El objetivo principal del Plan Nacional es conseguir la armonización entre las diferentes Administraciones para afrontar globalmente el control y prevención del tabaquismo, evitando la dispersión de competencias, la insuficiente difusión sistemática de las acciones realizadas, la escasez de recursos disponibles para afrontar un problema de Salud Pública de tal magnitud, la falta de homogeneidad en algunos criterios de seguimiento y evaluación del control del tabaquismo, o las dificultades para realizar un control eficaz del cumplimiento de la normativa que regula la venta, el consumo y la publicidad del tabaco'. Así resume el propio Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo 2003-2007 cuál es su razón de ser.
Aprobado el 13 de enero de 2003 en el pleno del Consejo Interterritorial con el consenso de las comunidades autónomas, el PNPCT prevé una serie de objetivos a alcanzar durante el período de vigencia del mismo.
(ver Tabla I)
'Es justo reconocer que el PNPCT ha supuesto uno de los mayores avances en el desarrollo de políticas de tabaquismo, pero no hay que olvidar que el plan fue aprobado sin financiación'. Son palabras del doctor Carlos Jiménez Ruiz, también responsable del Grupo de Tratamiento de Tabaquismo de la SEPAR, expresando uno de los aspectos del Plan que ha recibido más críticas. Tras su aprobación, sin embargo, y tal y como apunta el doctor José Luis Díaz-Maroto, vicepresidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, se habló de 'la aportación de 3,6 millones de euros por parte del Estado y, por parte de las comunidades autónomas, de 0,25 euros por habitante y año'. En cualquier caso, y en opinión del doctor Villalbí, 'el éxito y el completo desarrollo del PNPCT no dependen tanto de los recursos destinados, como de la voluntad política de llevarlo a cabo'.
Por el momento, los expertos consultados coinciden en algo: el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo necesita un impulso. De hecho, esgrime el doctor Díaz-Maroto, también vocal de la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET) 'se nos ha echado el tiempo encima en el calendario previsto para los primeros años de desarrollo del plan'. Así, uno de los objetivos previstos ya en 2003 pretendía que el 95 por ciento de los centros sanitarios, docentes y de la Administración pública fueran espacios sin humo. 'Actualmente' -explica este experto- 'se puede decir que son espacios libres de humo un 45 por ciento de los centros sanitarios. Hay una mayor implantación entre centros de Atención Primaria, pero todavía queda mucho camino por hacer para conseguir que los hospitales sean espacios libres de humo'.
El desarrollo del PNPCT,
según el nuevo Gobierno
El cambio de Gobierno en España ha sido, en opinión del doctor Díaz-Maroto, uno de los factores que ha contribuido a la 'ralentización de la consecución de los objetivos del Plan Nacional'. Sin embargo, el vicepresidente de la CNPT se muestra optimista por el futuro desarrollo de esta iniciativa, puesto que 'las intenciones del nuevo Ejecutivo prevén continuar con la aplicación del PNPCT'.
De hecho, durante la primera comparecencia de la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, en el Congreso de los Diputados para explicar las líneas generales de actuación, de su Departamento para la presente legislatura 'que tuvo lugar el 31 de mayo' se refirió al Plan en los siguientes términos: 'el Gobierno impulsará todas las acciones contenidas en el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo, centrándose principalmente en la prevención. Se extremará el rigor en el control de la publicidad y de todos los medios que contribuyen a iniciar en el hábito tabáquico a los más jóvenes. Se promoverá la información y educación para la salud y se estimularán los programas para dejar de fumar. La protección de los no fumadores, ampliando y promoviendo los espacios libres de humo, será un capítulo principal de la acción del Gobierno'. Salgado suscribió estas palabras posteriormente, durante su primera reunión con el Consejo Interterritorial, que se celebró en Bilbao el pasado 16 de junio.
También durante una rueda de prensa celebrada con motivo del Día Mundial Sin Tabaco 2004, la ministra anunció su intención de acordar con los representantes de los trabajadores la declaración, antes de finalizar 2005, del Ministerio como zona libre de humos, una medida que, hasta el momento, sólo se aplica en las zonas de atención al público. Fuentes del Ministerio han señalado a El MEdico que el siguiente paso en el que se trabajará será el de la reglamentación de los locales de ocio. Al cierre de esta edición, responsables del Ministerio confirmaban a este medio la próxima comparecencia de Elena Salgado para exponer las actuaciones previstas por el Gobierno en el ámbito del control del tabaquismo'.
El control del tabaquismo
a nivel autonómico
Puesto que las comunidades autónomas son competentes en materia de Sanidad, éstas disponen de legislación e iniciativas propias a este respecto. Además de prever un Plan de Prevención y Control propio para cada región, en líneas generales, la mayor parte de las CC.AA. coinciden en el desarrollo de intervenciones a nivel de prevención. Una prevención que incide de forma especial en el público más joven y que se materializa en actividades dirigidas a centros escolares y alumnos de ESO. Asimismo, la gran mayoría de regiones también se han adherido, en alguna ocasión, al programa europeo 'Déjalo y gana', que promueve el abandono del hábito tabáquico mediante la participación a un concurso en el que aquéllos que demuestran haber dejado de fumar resultan premiados.
En conjunto, y según el doctor Díaz-Maroto, 'no todas las comunidades se encuentran en el mismo estadio de desarrollo en cuanto a control del tabaquismo' y apunta a las autonomías de Andalucía, Cataluña, Madrid y Navarra, como un ejemplo de aquéllas donde más se ha avanzado a este respecto.
En el caso de Andalucía, y según Javier Blanco, técnico asesor de la Dirección General de Salud Pública de esta comunidad, 'existe un Plan de Control de Tabaquismo desde el año 2000, que fue implementado posteriormente en el 2001'. La, ya mencionada prevención del tabaquismo, la atención al fumador y el control normativo son los grandes ámbitos de actuación de esta Dirección General. Entre las actuaciones más características de Andalucía, Blanco destaca 'la puesta en marcha, desde noviembre de 2001, de un teléfono de información gratuito sobre tabaquismo', una iniciativa que ha permitido derivar el 85 por ciento de las llamadas recibidas a centros de atención al tabaquismo, según datos facilitados por la Consejería de Sanidad andaluza. Asimismo, en relación con la atención al fumador, Andalucía ha puesto en marcha dos pruebas piloto en las que se financia el tratamiento del tabaquismo en dos colectivos concretos: los profesionales sanitarios y los educadores. 'El tratamiento del tabaquismo resulta caro -explica Javier Blanco-, 'pero estamos probando la eficacia de este tipo de intervención para valorar si en un futuro podemos aplicarlo tanto a otros colectivos como a la población general'.
Incidir en 'evitar la entrada de jóvenes al consumo de tabaco, la cesación del hábito por parte de los ya fumadores y la protección de los derechos de los no fumadores' son las líneas básicas hacia las que se orientan las acciones desempeñadas desde el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, tal y como ha explicado Josep Lluis Taberner, subdirector general de Promoción de la Salud, en declaraciones a El Medico. Al margen de la actuación escolar o el programa 'Déjalo y Gana', y con respecto al tratamiento del tabaquismo, Taberner asegura que 'una de las propuestas que tenemos encima de la mesa es la de costear este tratamiento condicionándolo al éxito'. Se trata de financiar 'continúa el subdirector general de Promoción de la Salud catalán' sólo el tratamiento de aquellas personas que, una vez superado un tiempo límite fijado por la Administración, demuestran que han conseguido dejar de fumar'.
Por su parte, la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid acaba de presentar otra iniciativa novedosa en cuanto al control y la prevención del tabaquismo: un centro integral de tratamiento del hábito donde no sólo tiene cabida la asistencia, sino también la docencia y la investigación. La Dirección General de Salud Pública de Madrid pretende, además de actuar en la atención del tabaquismo, constituir una red de expertos en este ámbito.
Navarra, un ejemplo
de intervención administrativa
A diferencia del resto de comunidades que han incluido su normativa sobre el tabaquismo en leyes más amplias de regulación de drogodependencias, la Comunidad Foral de Navarra dispone de un texto legal específico para el control del tabaco, la Ley Foral 6/2003 de prevención y consumo de tabaco, de protección del aire respirable y de la promoción de la salud en relación al tabaco. Como explica Narciso Santana, coordinador del Plan Foral de Acción sobre el Tabaco de Navarra 'nuestra legislación se sustenta en tres pilares fundamentales: la prevención del inicio de consumo de tabaco, la ayuda al fumador para abandonar el hábito y la regulación de espacios sin humo'.
Centros sanitarios, de servicios sociales, docentes no universitarios, centros universitarios o de enseñanza dirigida a mayores de edad, espacios cerrados de ocio infantil y juvenil, instalaciones deportivas cerradas, espacios laborales compartidos por dos o más personas, cualquier medio de transporte colectivo' son algunos ejemplos donde la Ley Foral prohíbe el consumo de tabaco, aunque, como recuerda Santana, 'la normativa también prevé un plazo de dos años desde su publicación para que las empresas se adapten a la nueva regulación'. Y es que, en el ámbito laboral, se contempla la obligación de habilitar zonas para fumadores, zonas que, en todo caso, 'deberán estar bien señalizadas, no estarán localizadas en lugar de paso de personas no fumadoras y poseerán una ventilación adecuada', añade el coordinador del Plan Foral.
Además, y en relación con la prestación de ayuda al fumador para abandonar el hábito, 'se han establecido programas de ayuda en 54 centros 'entre centros de Atención Primaria y de salud laboral- en los que se realiza intervención al tabaquismo', explica Narciso Santana, quien añade que 'existen dos niveles de intervención: uno básico de consejo sistematizado y otro intensivo que proporciona ayuda tanto de forma individual como grupal'. Médicos y enfermeras 'previamente formados en tabaquismo 'apostilla Santana' se encargan de proporcionar la terapia a los fumadores'.
Cabe mencionar, asímismo, que la Ley Foral sobre Tabaquismo contempla el coste del tratamiento del tabaquismo como una prestación más la Administración pública navarra.
En busca de una política eficaz
Sin embargo, una cuestión asalta en el debate sobre este tema. ¿Cómo debe ser una intervención política frente al tabaquismo para que ésta resulte eficaz? Una de las intervenciones en la que la mayoría de expertos en la lucha por el control del tabaquismo coinciden es el incremento de la fiscalidad en las labores del tabaco. En este sentido, un informe del Banco Mundial puso de manifiesto, en su momento, que la elevación de la fiscalidad del tabaco en un 10 por ciento va unida a un descenso de la demanda de un 4 por ciento. Para el doctor Joan Ramón Villalbí, ejemplos no faltan. El más reciente, el de Francia. 'En ese país, por ejemplo, se ha dado un cambio muy importante en los últimos tiempos con respecto a la restricción del tabaquismo. Actualmente, el tabaco cuesta el doble allí que aquí y esto se ha notado en el descenso del número de adolescentes que se inician en el hábito'. Aumentar la fiscalidad del tabaco, sin embargo, y en opinión del doctor Carlos Jiménez Ruiz, 'pasaría por retirar este producto del cálculo del Índice de Precios al Consumo (IPC), con el fin de no contribuir a la inflación'.
La adopción de políticas claras sobre entornos sin humo, que prohíban fumar en el lugar de trabajo y en locales públicos, así como políticas que restrinjan la publicidad sobre el tabaco conformarían otra de las medidas que mayor consenso genera entre los profesionales sanitarios implicados en la lucha antitabáquica. En este sentido, esgrime el doctor Jiménez Ruiz, 'debe limitarse tanto la publicidad directa como la indirecta, y sea cual sea el canal de difusión utilizado'.
Por último, los expertos consultados coinciden en señalar, en palabras del doctor José Luis Díaz-Maroto, 'la importancia de que en las prestaciones del Sistema Nacional de Salud se incluyen el coste del tratamiento del tabaquismo'. Reivindicación que también han hecho en diferentes ocasiones diversas Sociedades Científicas.
Según Jiménez Ruiz, 'en otros países con una mayor sensibilización ante el problema del tabaquismo 'como puede ser el caso de Inglaterra, los países escandinavos e incluso Italia' se ha demostrado que este tipo de medidas contribuyen a rebajar la prevalencia del tabaquismo, así como disminuyen el número de jóvenes que se inician en el consumo del tabaco'.
RECUADRO
Últimas aportaciones de la Administración para la prevención y lucha contra
el tabaquismo
Según se anunció en elConsejo Interterritorial, del pasado 22 de septiembre, el Ministerio de Sanidad y Consumo asignará un total de seis millones de euros entre las comunidades autónomas para cofinanciar programas de prevención y lucha contra el tabaquismo en sus respectivos territorios, en línea con sus objetivos básicos para esta legislatura, ya anunciados, que incluyen la lucha contra este hábito.
Para algunos expertos, el éxito del PNPCT no depende tanto de los recursos que se destinen como de la voluntad política de llevarlo a cabo
Tal como indicaba Sanidad, al cierre de esta edición, 'este dinero servirá, entre otras cosas, para contribuir a las campañas informativas que desarrollan en la actualidad las comunidades, para la creación de unidades de deshabituación tabáquica, para los programas dirigidos a educadores y sanitarios para fomentar el abandono del hábito de fumar, y para acometer las estrategias destinadas a ayudar a los empleados fumadores de las Administraciones públicas a dejar de fumar'.
Las cantidades asignadas, de mayor a menor, han sido las siguientes: Andalucía (1.172.185 euros), Madrid (944.076), Cataluña (842.789), Comunidad Valenciana (597.257), Galicia (400.998), Castilla y León (359.176), Castilla-La Mancha (347.847), Canarias (298.789), Aragón (203.893), Extremadura (202.371), Murcia (184.101), Asturias (163.012), Baleares (125.286), Cantabria (80.979), La Rioja (42.087), Ceuta y Melilla (35.155). Según se especifica desde el Ministerio, País Vasco y Navarra no aparecen en esta relación al percibir estas cantidades dentro de sus respectivos cupos.