La posibilidad de erradicar el
virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH) y, por tanto,
conseguir la curación del sida,
podría estar más cerca utilizando
combinaciones de fármacos
que incluyan un nuevo medicamento
antirretroviral, raltegravir,
perteneciente a la clase terapéutica
de los inhibidores de
la integrasa. Esta es la hipótesis
sobre la que están trabajando
diversos investigadores de todo
el mundo que se reunieron recientemente
en Barcelona.
Aunque los tratamientos
disponibles contra el VIH/sida
consiguen reducir la carga viral
hasta niveles casi indetectables,
lo que permite que la enfermedad
llegue a considerarse crónica,
si se abandona el tratamiento
el virus prolifera de
nuevo, lo que se atribuye a la
cantidad de virus que se mantiene
en los conocidos como
reservorios virales, unos depósitos
de células latentes en los
que se almacena el VIH y que
no respondían ni a las terapias
existentes hasta ahora ni al sistema
inmune del organismo.
Sin embargo, la hipótesis en la
que trabaja el doctor Bonaventura
Clotet, jefe del Servicio de
SIDA y del Laboratorio de Retrovirología
de la Fundación Irsicaixa
del Hospital Germans
Trías i Pujol, de Badalona, es
que se puedan diseñar regímenes
de tratamiento que puedan
actuar en estos reservorios.
Otra de las líneas de investigación
para erradicar el VIH es
poder actuar antes de la creación
de los depósitos virales.
"Lo ideal sería poder comprobar
qué ocurre al administrar
una combinación muy potente
en la que participe raltegravir
desde el inicio de la infección,
antes de la afectación linfática y
de la creación de los reservorios
(en 2 semanas), pero no es
usual que los pacientes sepan
inmediatamente que se han infectado",
añade este experto.
Cambio en el perfil
del infectado
Por otra parte, la Sociedad Española
de Enfermedades Infecciosas
y Microbiología Clínica
(SEIMC), que agrupa a la mayoría
de los microbiólogos clínicos
y especialistas en enfermedades
infecciosas, advierte de la importancia
de realizar la prueba
del VIH a todas las personas
que hayan mantenido relaciones
sexuales sin protección.
GESIDA, el grupo de estudio
de la SEIMC dedicado a la
investigación del VIH/sida,
destaca que los médicos suelen
detectar la enfermedad
cuando el sistema inmunológico
de los pacientes está demasiado
debilitado. Los pacientes
que se encuentran en dicha situación
pueden beneficiarse
menos de los tratamientos y
presentan mayor riesgo de
complicaciones. Según los últimos
datos disponibles, a un
38,2% de los pacientes se les
detecta el VIH demasiado tarde.
Este diagnóstico tardío es
especialmente preocupante en
heterosexuales, sobre todo en
los mayores de 55 años.
Según los datos epidemiológicos
disponibles, la mayoría
de las nuevas infecciones del
VIH se contrajeron por vía sexual
(72%) y sólo el 21% tenían
antecedentes de uso de
drogas inyectadas. Entre los
hombres, el 48% corresponde
a transmisión homosexual/bisexual
y el 24% heterosexual,
mientras que en las mujeres el
74% se debe a transmisión heterosexual.
Finalmente, el 27%
de estos pacientes provenían
fundamentalmente de América
Latina y África Subsahariana.
La peor parte se la llevan
los hombres heterosexuales,
que ingresan con más edad y
con un estado de salud más delicado.
Tienen un nivel educativo
bajo y casi un 30% provienen
de fuera de España.