E.P.- Científicos del Instituto de Salud Pública de Berkeley (Estados Unidos) han hallado una clara asociación entre el aumento en las concentraciones del pesticida DDT en la sangre materna y un descenso en las posibilidades de embarazo en sus hijas. En concreto, según explican en una carta de investigación publicada por The Lancet, por cada aumento de 10 microgramos de DDT por litro de sangre de la madre se produce una reducción de un tercio en la posibilidad de embarazo de la hija.
El DDT fue retirado del uso agrícola en EE.UU. hace dos décadas, cuando se identificaron sus efectos tóxicos en el medio ambiente y en la salud humana y animal. Sin embargo, este compuesto químico se emplea aún en ciertos países menos desarrollados, especialmente en áreas donde reduce la transmisión de la malaria por el efecto tóxico que tiene sobre los mosquitos.
Los autores del presente trabajo midieron las concentraciones de DDT y su derivado DDE en la sangre preservada de mujeres que habían dado a luz en California a principios de los años 60. Las concentraciones de DDT y DDE materno en la sangre fueron comparadas con el tiempo de embarazo en 289 hijas de estas mujeres, alrededor de 30 años después.
Los investigadores encontraron una clara asociación entre el aumento en las concentraciones de DDT en la sangre materna y un descenso en las posibilidades de embarazo en sus hijas. Sin embargo, inesperadamente, vieron que la posibilidad de embarazo de las hijas de madres cuya sangre se analizó, aumentaba en una sexta parte con las concentraciones de DDE en la sangre materna. En concreto el aumento era de una sexta parte por incremento de 10 microgramos de DDE por litro.
Los investigadores creen que estos efectos opuestos del DDT y el DDE pueden explicar por qué no se registraron grandes cambios en el rendimiento reproductivo humano cuando el DDT se introdujo en todo el mundo.