E.P.-El presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), Miguel Ángel González de la Puente, se ha mostrado convencido de que, tanto la investigación con células madre de origen embrionario, como el diagnóstico genético preimplantacional -por el que se permitirá seleccionar los embriones libres de carga genética asociada a determinadas enfermedades- "reducirá, sin dudas, de aquí a unos 50 años el número de obesos, hipertensos y diabéticos, entre otros".
El presidente de la SEMI, organismo que acaba de celebrar su I Reunión de Riesgo Vascular, subrayó, en este sentido, que el avance de estas técnicas preimplantacionales -método que la Junta de Andalucía tiene previsto regular mediante decreto a lo largo de este primer trimestre-, además de los nuevos arsenales terapéuticos y farmacológicos "permitirán con toda seguridad reducir, al menos proporcionalmente, el número de personas aquejadas con estas patologías".
Según este experto, la posibilidad de ampliar a terceros -caso de hermanos- la realización de diagnósticos preimplantacionales con fines terapéuticos "permitirá no sólo reducir considerablemente estos factores de riesgo asociados a la enfermedad vascular como pueden ser la obesidad o la diabetes, sino que, por extensión, posibilitará que haya menos obesos y diabético".
"La investigación genética juega un papel importantísimo a la hora de reducir factores asociados al riesgo vascular, como pueden ser el colesterol, el tabaquismo, la obesidad, la hipercolesterolemia o la hipertensión", reiteró De la Puente, quien, no obstante, puntualizó que "lo que no podremos saber dentro de 50 años es el porcentaje de mejora que se registrará".
A pesar de ello, recalcó que "sí se podrá afirmar con toda certeza que estas personas tendrán menos posibilidades de contraer estos factores de riesgo asociados, ya que no estarán genéticamente predispuestas".
Fase de prevención de riesgos vasculares
Con todo, el presidente de la SEMI se refirió a la importancia "de seguir promoviendo lo se denomina fase pre-médica o de prevención de los riesgos vasculares", ya que, según argumentó, "al margen de la predisposición o no genética a contraer una enfermedad, no hay que olvidar que los hábitos de vida definen enormemente el futuro de la persona".
Por último, destacó la capacitación tanto de los médicos españoles, como de los investigadores, de los que dijo "se encuentran al primer nivel de la Medicina moderna que desarrollan otros países de nuestro entorno".