Más de 25.000 personas
al año en nuestro país
sufren el Síndrome del Latigazo
Cervical (SLC), un problema
que se acrecienta con los
desplazamientos en coche que
se producen en estas fechas.
Se trata de una lesión del
cuello provocada en la mayoría
de los casos por un accidente
automovilístico o por un
choque en deportes de contacto,
aunque puede ocurrir
también por algo tan sencillo
como lanzarse al agua.
En el caso más frecuente,
los accidentes de tráfico, se
produce por dos causas: el vehículo
sufre un impacto por
detrás o choca frontalmente.
El cuadro sintomático es
muy amplio y variado: dolores
de cabeza en la frente y sienes,
dolor alrededor o detrás
de los ojos, trastornos visuales,
mareos, vértigo e inestabilidad,
alteraciones en la audición,
pitidos, zumbidos, ruidos
y taponamiento en los oídos,
fotopsias (lucecitas y estrellitas),
adormecimiento de las
manos, ruidos al abrir o cerrar
la boca, cansancio al levantarse
de la cama, sensación de fatiga
crónica, dificultad para
abrir la boca del todo, angustia
y trastornos de memoria.
El Síndrome de Latigazo
Cervical provoca en la mayoría
de los casos un Síndrome
Temporo-Mandibular (STM),
porque la mandíbula es el
único elemento móvil en la
cabeza y por lo tanto el más
vulnerable tanto a la aceleración-
desaceleración como al
impacto directo.
El primer paso para tratar
la lesión es la inmovilización
del cuello con collarín, seguido
de reposo (entre 10 y 15
días). A partir de ahí se pasaría
al tratamiento con fisioterapia.
Prevención
Frente a posibles accidentes
de tráfico, además de la utilización
del cinturón de seguridad
en asientos delanteros y
traseros, si el impacto es por
alcance se puede evitar colocando
correctamente el reposacabezas,
que debe situarse
inclinado hacia delante, con el
borde superior situado a la altura
del límite superior del
cráneo y el asiento poco inclinado.
Se recomiendan los reposacabezas
y asientos activos
que frente a un impacto se
mueven y adaptan para proteger
al pasajero.
En el caso de los niños es
imprescindible utilizar una silla
homologada y acorde con
las características físicas del
niño.