1. El bebé necesita morder cosas constantemente.
Para aliviar el dolor que padecen sus
encías puede darle un mordedor de plástico
que contenga agua en su interior y no cualquier
otro líquido. El bebé puede romperlo
y acabar tragando lo que contenga. Como
el frío le calma, guárdelo en una nevera pero
no en el congelador pues si está duro
puede endurecer la encía y en consecuencia
dificultar la salida de los dientes. No ate el
mordedor al cuello del bebé, puede ahogarle.
También puede hacer que muerda una
gasa estéril que esté ligeramente húmeda.
2. Tenga cuidado con la temperatura de los alimentos;
no han de estar demasiado calientes.
3. Masajee la zona de las encías que esté inflamada
con la punta del dedo envuelta en
una gasa. Si su pequeño tiene más de seis
meses, puede añadir a este masaje gel gingival
pediátrico.
4. Limpie regularmente la carita del niño con
un pañito suave para quitar las babas y evitar
la aparición de un sarpullido.
5. En la farmacia tiene a su disposición productos
que pueden calmar estas molestias.
Consulte a su farmacéutico.
FUENTE: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.