Aunque parece claro que, en las actuales circunstancias, la Sanidad no va ser el elemento que decida cuál de los dos grandes partidos, PP y PSOE, se hará cargo del próximo Gobierno a partir del 14 de marzo, la cercanía de las elecciones ha provocado que haya vuelto a estar en el punto de mira de las principales formaciones, ya que es sabido que la Sanidad no da votos, pero sí los puede quitar si las cosas no van como deben. Por este motivo, desde los partidos de la oposición se están esforzando estos días en resaltar los aspectos en los que la gestión del Ejecutivo de Aznar ha fracasado, como la contención del gasto farmacéutico, cuyo crecimiento, imparable hasta finales del pasado año, pone en peligro las cuentas de muchas comunidades autónomas y la propia sostenibilidad del sistema.
Los partidos políticos que concurren a las elecciones del 14-M no cesan de reafirmar su compromiso con el SNS y de asegurar su viabilidad durante la próxima legislatura
Por su parte, el Gobierno destaca sus logros en la materia, aunque se centra más bien en los dos últimos años, en los que la máxima responsable en el Ministerio de Sanidad ha sido Ana Pastor, tratando de olvidar la irregular etapa de la malagueña Celia Villalobos, que será recordada por su cuestionada gestión de las crisis a las que tuvo que hacer frente, como la de las 'vacas locas' y el aceite de orujo, así como por haber sido la artífice del famoso Pacto de Estabilidad con la industria farmacéutica, cuya incapacidad para controlar la factura de medicamentos parece evidente.
El Partido Popular ofrece garantías para la movilidad de los profesionales en el conjunto del SNS
Con la llegada de la actual ministra todo cambió. Si bien es cierto que no ha tenido que gestionar crisis sanitarias de relieve (afortunadamente no hubo en España ningún caso de neumonía atípica asiática, por poner un ejemplo), y que aprovechó muchas de las bases puestas por su antecesora en el cargo, Pastor ha protagonizado una febril actividad normativa, que ha cristalizado en medidas de enorme importancia, como la Ley de Cohesión y Calidad del SNS, la LOPS, el Estatuto Marco o la reforma de la Ley de Técnicas de Reproducción Asistida, sin olvidar el proceso extraordinario de consolidación de empleo en el SNS. En el debe, sin embargo, figura en primer lugar su fracaso a la hora de contener el gasto farmacéutico, algo en lo que desde el PSOE se insiste cada vez más, y su cuestionable actuación ante situaciones como la ola de calor del pasado verano (que provocó un aumento de la mortalidad de 6.500 personas entre los mayores de 65 años) o la inmovilización del fármaco ilegal Bio-Bac.
De hecho, el asunto del gasto farmacéutico constituye la punta del iceberg de uno de los principales problemas a los que se enfrenta no sólo nuestro sistema sanitario, sino todo el modelo del Estado de bienestar: la financiación. Éste es, precisamente, uno de los puntos sobre los que se está centrando estos días el debate entre los partidos, que se acusan mutuamente de no ser capaces de mantener la sostenibilidad del sistema público de salud, un sistema de cuya viabilidad, al menos en público, nadie duda. De esta forma, la tónica dominante es que todos los partidos aprovechan cualquier oportunidad para reafirmar su compromiso con el Sistema Nacional de Salud y asegurar su viabilidad futura si gobiernan.
No obstante, desde las fuerzas políticas de la izquierda se acusa al PP de estar favoreciendo en la sombra una potenciación de la Sanidad privada y un abandono del sistema público por parte de las rentas más altas, algo siempre negado por el partido en el poder, cuyo secretario general, Mariano Rajoy, reafirmaba el pasado 29 de enero en Zaragoza, con motivo de la primera presentación de su programa sanitario, su compromiso con la Sanidad pública. De hecho, aseguraba que ésta supone un 'capítulo muy importante' de su propuesta electoral, y agregó que sus ofertas en esta materia se habían elaborado tras haber escuchado 'a muchas personas'.
El Partido Socialista asegura que el gasto sanitario público ha descendido en los últimos ocho años un 7,3 por ciento del PIB.
En cuanto a los recursos destinados a Sanidad, el actual secretario del PP explicó que, consciente de los retos a los que se enfrenta el sistema, como el envejecimiento de la población, su partido ha incrementado en los últimos ocho años la financiación de la Sanidad en un 65 por ciento, destinándose en la actualidad 42.500 millones de euros a esta materia.
Tres ejes fundamentales
en el programa sanitario del PP
En el mismo acto, en el que también participó la ministra Ana Pastor, el aspirante a la presidencia del Gobierno citó tres ejes fundamentales en su programa sanitario: la mejora y ampliación de las prestaciones, entre las que destaca la puesta en marcha de un plan bucodental. la prevención de enfermedades y la modernización del sistema sanitario. En cualquier caso, Rajoy considera que todas las iniciativas que se adopten en este ámbito deben contar siempre 'con el acuerdo de las comunidades autónomas', algo imprescindible si tenemos en cuenta que, al fin y al cabo, son desde hace dos años las que sufragan la asistencia a los ciudadanos.
En el capítulo de prestaciones, el máximo responsable del PP prometió también una mejora de la atención domiciliaria para las personas mayores y enfermos crónicos, la sustitución de la receta convencional por una orden de tratamiento de duración prolongada en el caso de éstos últimos. la generalización de la unidosis, y la puesta en marcha de un plan para acelerar la evacuación urgente de accidentados en carretera, que incluirá la garantía de un tiempo máximo de auxilio a los heridos en 30 minutos, así como un plan integral de salud mental y un plan integral del cáncer. 'Queremos mejores prestaciones para quienes más lo necesitan', dijo.
En cuanto al eje de la prevención, el candidato popular apostó por 'darle el papel que merece en una sociedad desarrollada' mediante medidas como la creación de unidades de atención integral para las mujeres en todas las comunidades autónomas por parte del Observatorio de la Mujer, que pondrán en marcha programas de prevención del cáncer y de la osteoporosis. aumentar en un año la formación de los médicos de familia, y realizar programas específicos de prevención para niños, jóvenes, adultos y ancianos.
Dentro de la prevención de las enfermedades derivadas de unos malos hábitos alimentarios, Mariano Rajoy se comprometió a trabajar para 'erradicar la anorexia' y anunció iniciativas como limitar la publicidad de los alimentos que alteran la dieta aconsejada y establecer pactos con la industria para reducir las concentraciones de azúcar, sal y grasas saturadas en los alimentos, con el fin de prevenir la obesidad.
Tras indicar que 'el cambio en los patrones de alimentación está provocando el crecimiento de las tasas de obesidad, especialmente en los más jóvenes', Rajoy apostó también por elaborar recomendaciones sobre la dieta en los comedores escolares y facilitar información a los padres sobre la alimentación sana en edad escolar.
Otras actuaciones previstas dentro de este ámbito serán la financiación de los tratamientos farmacológicos más eficaces para combatir el tabaquismo. el refuerzo del calendario de vacunación infantil unificado. y la aprobación del primer calendario para la vacunación de adultos.
Reducción de las listas
de espera
Uno de los caballos de batalla tradicionales en la Sanidad era el de la reducción de las listas de espera. No obstante, con la extinción del Insalud y, por tanto, de la existencia de unas listas de espera comunes para una amplia porción de la población española, el debate sobre este particular se ha regionalizado y Gobiernos autónomos que antes eran los primeros en exigir responsabilidades y datos al Ministerio de Sanidad guardan ahora un discreto silencio sobre sus demoras sanitarias. No obstante, esta nueva realidad no ha impedido que desde los principales partidos se lleve la reducción de las listas de espera en la oferta programática de cara al 14 de marzo.
En este sentido, el PP propone, a través de su candidato a la Presidencia del Gobierno, de dichas listas a través de la fijación de unos tiempos de espera máximos 'con el consenso de organizaciones profesionales, Sociedades Científicas y profesionales'. En concreto, Rajoy habla de que el plazo máximo para la realización de las pruebas diagnósticas básicas sea de siete días, plazo que se elevará a 10 para la primera consulta de especialista y a 45 para las intervenciones quirúrgicas programadas. 'Si se superan (los plazos) el paciente deberá ser atendido en el centro de su elección', dijo.
Esta medida incluirá también la información sobre la situación de las listas de espera. la reducción de tiempos en los tratamientos de reproducción asistida y la financiación de los medicamentos para tratarla. la puesta en marcha de un 'código de conducta para la transparencia y veracidad de la publicidad sanitaria'. y la información a los pacientes de la cualificación de los profesionales que les atienden.
El candidato del PP se compromete, asimismo, a abordar este tema en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), haciendo posible también que los pacientes reciban información sobre su situación en la lista de espera y asesoramiento sobre la mejor manera de ejercer su derecho de garantía de tiempos máximos, para lo que anuncia la creación de sistemas de acceso por internet.
La oferta del PP
a los profesionales
Por otro lado, Rajoy aseguró que, en el caso de llegar a ocupar el Palacio de la Moncloa, los dos principios que regirán su política sanitaria serán la equidad ('todos deben tener iguales derechos e iguales oportunidades') y la mejora continua de la calidad.
En este sentido, el Partido Popular hace especial hincapié en el papel de los profesionales sanitarios, a los que promete garantías para la movilidad en el conjunto del Sistema Nacional de Salud, la potenciación de la formación especializada, un sistema de desarrollo profesional, aumento del tiempo de consulta en Primaria, haciendo posible a estos facultativos que accedan 'a procedimientos diagnósticos y terapéuticos que hasta ahora son exclusivos del ámbito hospitalario'. De esta forma, el PP parece haber tomado nota de las reivindicaciones en demanda de mejoras asistenciales para este ámbito sanitario.
Además, Rajoy se compromete a garantizar a los profesionales el derecho a un régimen regulado de jornada y descansos de acuerdo con lo establecido por la legislación europea, así como la aprobación del denominado 'Estatuto del Residente', sin olvidar la adaptación de la cobertura de riesgos 'a lo que demanda una sociedad moderna'.
En relación con las instalaciones e infraestructuras sanitarias, el PP se compromete a fomentar el funcionamiento de los servicios sanitarios en horario de tarde y poner en marcha la receta electrónica, la historia clínica electrónica y la gestión informática de la incapacidad temporal, 'para lo cual se podrá en marcha un plan de informatización de las consultas en colaboración con las comunidades autónomas'.
De todas formas, el Partido actualmente en el Gobierno se apoya en la labor realizada hasta el momento para edificar sus nuevas propuestas y no pierde ninguna ocasión para resaltar sus logros. En este sentido, durante la misma presentación de la campaña sanitaria el pasado enero, la ministra Ana Pastor aseguró que hoy los ciudadanos y los profesionales sanitarios 'cuentan con más derechos', gracias básicamente a la Ley de Cohesión.
En cuanto a los segundos, la titular de Sanidad destacó que 'por primera vez se les ha reconocido la carrera profesional, el derecho a la formación continua y a una evaluación de su rendimiento', sin olvidar que 'se les garantiza su movilidad y la adaptación a la jornada europea', gracias a la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) y al Estatuto Marco.
Tras indicar que el PP 'tiene política sanitaria, y de la buena, porque es lo que opinan la mayoría de los ciudadanos y de los profesionales', Ana Pastor cita entre los principales logros de los Gobiernos populares el aumento 'de forma notable' del presupuesto público dedicado a la Sanidad. 'Se dedica a cada ciudadano casi el doble de recursos que hace ocho años, y el presupuesto sanitario per cápita ha pasado, en España, de los 558 euros de 1996 a los 955 euros por persona en 2004', dijo.
De hecho, según las estimaciones del Partido Popular, que parten de la base de que el nuevo sistema de financiación ha supuesto un aumento de recursos a Sanidad del 7,28 por ciento respecto al modelo de 2001, el presupuesto inicial por persona en el año 2003 fue de 914 euros.
Pastor suele destacar también la puesta en marcha de los planes integrales de salud, que han permitido dar 'un nuevo enfoque a la enfermedad que tiene que ver con la prevención, el diagnóstico precoz y los tratamientos más eficaces'. A su juicio, aunque hubo quienes 'hace un año y medio decían que era una invención', ahora 'todos se han subido al carro'.
Las críticas del PSOE
A grandes líneas, las propuestas del PSOE mantienen cierta semejanza con las del Partido Popular, si bien con algunos matices y propuestas 'estrella'. Al igual que el PP, los socialistas defienden el actual sistema sanitario público y destacan la necesidad de incrementar su financiación, ya que 'en las dos últimas legislaturas, la ausencia de un compromiso presupuestario del Gobierno del PP con la Sanidad pública ha sido una evidencia continua'.
En concreto, según sus datos, que difieren de los aportados por el PP, en estos ocho años el gasto público en salud en relación al Producto Interior Bruto (PIB) ha bajado un 7,3 por ciento, pasando de un 5,92 por ciento del PIB en 1996 a un 5,47 en 2003, lo que significa 'una rebaja de muchos millones de euros de menor inversión en la Sanidad pública' y supone alejar al país 'de la convergencia con Europa en gasto social'. 'España es el penúltimo país de la UE en gasto de salud por habitante, casi un punto menos que la media de los países desarrollados, el 8,4 por ciento', tal como se señala desde esta fuerza política.
También dentro del capítulo de financiación, el PSOE asegura que el proceso de transferencias 'no se realizó con la dotación económica suficiente', afirma que 'las diferencias interterritoriales son excesivas, incluso de hasta un 40 por ciento por financiación sanitaria per cápita'.
En cuanto al capítulo de farmacia, desde las filas socialistas se afirma que 'la política farmacéutica ha fracaso', y se añade que su coste 'se ha convertido en la principal amenaza para la sostenibilidad financiera del Sistema Nacional de Salud, ya que en estos ocho años la factura farmacéutica nacional se ha incrementado más de un 60 por ciento'.
Aunque en su propio programa reconoce que el PP no está tomando 'grandes decisiones privatizadoras' de la Sanidad, el PSOE acusa al partido liderado por Mariano Rajoy de 'debilitar la Sanidad pública' al 'no realizar las inversiones en tecnología, investigación y capital humano que reclama el SNS' y al 'favorecer y estimular la cobertura privada de la Sanidad a personas y colectivos de renta alta', lo que 'incrementa significativamente el peso que el sector sanitario privado tiene en el conjunto del gasto sanitario y tiende a deslegitimar la universalidad del SNS'. 'En los ocho años de gobierno del PP, el gasto sanitario privado ha crecido un 50 por ciento, lo que favorece una cierta huida de la Sanidad de las rentas más altas', indica el PSOE en su programa.
Las propuestas
de los socialistas
Tras las críticas a las actuaciones desarrolladas por el Gobierno popular en los últimos ocho años, toca analizar las propuestas, en algunos casos muy parecidas o iguales a las del PP. Como ejemplo, el PSOE anuncia que si llega al poder el 14 de marzo propondrá a las comunidades autónomas un 'protocolo común' que tienda a la consecución de unos tiempos de espera de 7 días para pruebas diagnósticas, 10 días para la primera y consulta de especialista y 45 días para intervenciones quirúrgicas programas, una oferta idéntica, por tanto, a la del PP.
No obstante, los socialistas la enriquecen con la promesa de una mayor disponibilidad de camas individuales, que estará garantizada en determinados casos para asegurar la intimidad del paciente y su familia, y con un aumento de los tiempos medios de asistencia. Además, prometen que las listas de espera serán publicadas regularmente en internet y se creará la figura del 'defensor del paciente', que estará adscrita a los Defensores del Pueblo de cada comunidad.
Al igual que el PP, el PSOE también promete poner en marcha un plan de atención bucodental, aunque en este caso limitado a los niños de 7 a 15 años y a los discapacitados, así como una mejora de las prestaciones para las personas mayores 'más frágiles y necesitadas', como la prevención de problemas oculares, déficits auditivos, cuidados podológicos y el acceso a prótesis y gafas.
Los socialistas han anunciado también su intención de incorporar 'de forma gradual' como nuevas prestaciones las intervenciones reparadoras de los problemas de refracción visual (miopía, hipermetropía y astigmatismo) que precisen tecnología láser previa indicación médica. y el acceso a la píldora post-coital, 'de tal forma que se encuentren disponibles en hospitales, centros de salud y de urgencia y servicios de planificación familiar'.
Asimismo, y bajo la óptica general de dar un 'impulso de modernización y de mejora' al sistema sanitario, el programa electoral socialista incluye la puesta en marcha de un mecanismo para que los servicios sanitarios públicos proporcionen información 'individualizada y detallada' a los usuarios del coste efectivo de cada actuación sanitaria realizada.
En lo que se refiere a los profesionales, el programa del PSOE establece la elaboración de planes 'para favorecer la excedencia clínica profesional' a través de 'planes de formación continua de los profesionales sanitarios que incluyan las excedencias sabáticas en colaboración con las Sociedades Científicas y profesionales'.
Además, en lo que se refiere en concreto a los médicos de familia, el PSOE acusa al PP del 'deterioro' que sufre este colectivo y presta su completo apoyo a sus reivindicaciones, como ya puso de manifiesto en esta legislatura al presentar una iniciativa parlamentaria en esta línea. En este sentido, la secretaria de Políticas Sociales y Migratorias, Consuelo Rumí, considera que 'no tiene sentido' que ahora Rajoy anuncie mejoras para este nivel asistencial 'cuando su partido lleva ocho años en el Gobierno sin hacer nada'.
Política farmacéutica
Respecto al capítulo farmacéutico, los socialistas parten de la base de que el actual Pacto de Estabilidad suscrito entre el Ministerio y la patronal de los laboratorios, Farmaindustria está 'concluido y fracasado', y apuestan por desarrollar un 'Plan estratégico de Política Farmacéutica' que comprenda entre sus objetivos un acuerdo nacional para el impulso y fomento de la investigación sobre medicamentos y la elaboración de un 'estatuto protector' para los nuevos fármacos 'que incentive las innovaciones terapéuticas y aporte mejoras en la eficacia y seguridad, incluida la investigación sobre las propiedades del cannabis y sus derivados, despenalizando su uso para fines terapéuticos'.
Asimismo, dentro de este capítulo, contemplan la puesta en marcha de planes bianuales de formación continua para médicos y una nueva regulación de las condiciones para el desarrollo y patrocinio de actividades formativas y congresos científicos por parte de la industria farmacéutica, así como un 'sistema eficaz de precios de referencia que fomente la prescripción por principio activo' y otro de unidosis 'para aquellos pacientes que lo precisen para un correcto cumplimiento terapéutico'.
El PSOE persigue también 'regular los métodos naturales de salud, la acupuntura y la homeopatía como parte de los recursos complementarios de la actual medicina convencional para ofrecer garantías de calidad a los usuarios de la Medicina natural y definir criterios de acreditación y homologación de centros y profesionales'.
Especial importancia reviste para los socialistas el asunto de las células madre, sobre todo tras la iniciativa pionera puesta en marcha por la Junta de Andalucía con la constitución de un banco de células madre. En este sentido, el propio secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó el recurso interpuesto por el Gobierno central contra esta iniciativa, que ha sido admitido a trámite por el Tribunal Constitucional, y prometió, en el marco de la presentación de una campaña de movilización ciudadana de cara al 14-M, que si gana las elecciones no tolerará 'que nadie imponga sus creencias para provocar retrasos' en la investigación.
Para Rodríguez Zapatero, la investigación con células madre puesta en marcha por el Ejecutivo que lidera Manuel Chaves constituye 'un gran avance científico que da muchas esperanzas', aunque, a su juicio, 'la derecha ha dado la espalda a la gente y al progreso científico' al rechazar su puesta en marcha.
IU, contra la privatización
Por su parte, Izquierda Unida, el tercero de las grandes formaciones políticas de ámbito estatal, parte de la base de que los gobiernos del Partido Popular 'pretenden la privatización abierta o encubierta de la Sanidad pública' mediante la 'fragmentación' y 'debilitación' a través de 'fórmulas mercantiles'. Así, su programa de cara al 14 de marzo plantea actuaciones que, a juicio de esta formación de izquierdas, 'permitan defender la estructura sanitaria pública y los principios que la inspiran'.
Curiosamente, no es sólo Izquierda Unida quien acusa al Gobierno de tratar de privatizar la Sanidad solapadamente, ya que, el pasado 16 de febrero, los consejeros de las comunidades gobernadas por el PSOE, más el del País Vasco, se reunieron en Madrid en una 'minicumbre' para denunciar esta misma tendencia. Y es que, en opinión de los responsables sanitarios de todas las comunidades autónomas que no están gobernadas por el PP, el Gobierno está detrayendo fondos de la Sanidad pública con el fin de provocar una merma en su calidad y justificar en el futuro una hipotética privatización.
En este sentido, Izquierda Unida detecta el mismo comportamiento, y asegura en el anteproyecto de su programa electoral que 'el traspaso a las comunidades de competencias sanitarias sin financiación suficiente' es la 'antesala para un cambio de modelo, de uno universal y público a otro individual y privado'.
Asimismo, los responsables de las citadas comunidades autónomas, encabezados por el titular de la Sanidad andaluza, Francisco Vallejo, criticaron unánimemente la política farmacéutica desarrollada por Ana Pastor, y especialmente el mantenimiento del Pacto con Farmaindustria, algo que Izquierda Unida tampoco olvida en su programa sanitario.
Ante estas circunstancias, desde las filas de Izquierda Unida se hace una apuesta decidida por el sistema público sanitario partiendo de un aumento del gasto 'hasta alcanzar progresivamente la media de los actuales países de la UE', así como ampliando el catálogo de prestaciones sanitarias.
En este sentido, la formación de izquierdas propone reformar el Fondo de Cohesión para 'garantizar la igualdad de atención sanitaria en todo el Estado'. establecer un procedimiento de coordinación sociosanitaria entre la red pública de Servicios Sociales y el Sistema Nacional de Salud. propiciar los programas de prevención e información. aprobar plazos máximos de listas de espera en intervenciones quirúrgicas. y garantizar el 100 por 100 de cobertura en todo el Estado del nuevo modelo de Atención Primaria.
En lo que se refiere concretamente al gasto farmacéutico, Izquierda Unida propone 'congelar' el crecimiento de la actual factura en medicamentos, que representa ya el 25 por ciento del presupuesto sanitario, a través de un 'plan de contención' que contemple, entre otras medidas, el abaratamiento del coste de las medicinas impulsando los productos genéricos. la reducción de los costes de comercialización mediante la dispensación directa por centros de atención primaria y hospitales. y la corresponsabilización de los médicos en la racionalización del consumo.
Otras de las ofertas programáticas de Izquierda Unida son garantizar el derecho a la cobertura sanitaria para todos los inmigrantes, mientras se encuentren en territorio español y con independencia de su situación administrativa. potenciar el papel del Consejo Interterritorial del SNS para garantizar la coordinación entre comunidades y la homogeneidad de las prestaciones. y potenciar el papel de la Atención Primaria, 'completando la red de centros de salud en los próximos cuatro años y reduciendo el número de pacientes por médico'.
IU propone reformar el Fondo de Cohesión para garantizar la igualdad de la atención sanitaria en todo el Estado
En lo que se refiere a los profesionales, la formación que lidera Gaspar Llamazares apuesta por la puesta en marcha de 'una verdadera política de incompatibilidades entre los profesionales, que impida el trabajo simultáneo en el sector público y el privado', así como el desarrollo de estructuras de participación, 'potenciando los consejos de salud en todos los niveles territoriales'. Por último, hace especial mención al sida, y en este sentido propone reforzar los Equipos de Primaria que atienden a seropositivos. limitar el seguimiento hospitalario a las personas que lo necesiten. integrar equipos de apoyo psicológico en Primaria. poner en marcha programas de prevención en colegios. o subvencionar la adquisición de preservativos por los más jóvenes y personas con escaso poder adquisitivo, entre otras.
Más de 34 millones de españoles llamados a las urnas
El próximo 14 de marzo podrán votar un total de 34.563.545 españoles, de los que 6.049.589 podrán participar en las elecciones autonómicas que se celebran el mismo día en Andalucía, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En cualquier caso, lo normal es que finalmente el número de votantes sea mucho menor, máxime teniendo en cuenta que, del censo contabilizado, 1.091.813 de los llamados a votar en las generales y 133.932 de los que pueden participar en los comicios andaluces son residentes en el extranjero.
Por provincias, el número de electores es mayor lógicamente en Madrid (4.318.067), Barcelona (3.929.931), Valencia (1.852.576), Sevilla (1.411.684), Alicante (1.138.433) y Málaga (1.007.594), registrando el resto menos de un millón de votantes. Las provincias con menos electores, sin contar con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, son Soria (75.716), Teruel (112.967) y Segovia (122.396).