Mushaleb, un veterano criador de camellos del desierto del Sáhara, perdió la vista hace diez años. Una pequeña herida infectada en sus ojos, aderezada de una incipiente catarata, lo condenó a vivir perpetuamente a oscuras en la aridez del erial. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Granada trabajan en una prótesis que permitirá devolver la visión a los ciegos no congénitos, informa el diario EL CORREO DIGITAL.
El proyecto ‘Cortivis’ es parte de un proyecto financiado con tres millones de euros con fondos de la Unión Europea para mejorar la calidad de vida de las personas que han desarrollado la ceguera durante su vida. El grupo de científicos granadinos, integrado en un programa en el que participan expertos de cuatro países europeos distintos, prevé completar el dispositivo en dos años. Su uso clínico estaría disponible en 2008, aproximadamente.
Pero, ¿cómo se logra el milagro de devolver la luz a los enfermos? ‘Cortivis’ trabaja en el desarrollo de una prótesis que recupera parcialmente la sensación visual. Al paciente se le instala en los ojos una retina artificial, gobernada con un microchip que estimula otro microelectrodo, injertado en la parte posterior del cerebro.
A medio camino
La microcámara situada en las gafas transmite constantemente impulsos eléctricos al cerebro, gracias a un equipo de telemetría, que funciona de un modo similar a las ondas de radio. El microelectrodo tiene apariencia de un pequeño cepillo con finas puntas -4×4 milímetros- y requiere de intervención quirúrgica en su implante bajo la piel.
El resultado es asombroso: el paciente experimenta sensación de color, volumen y distancia, con suficiente nitidez como para valerse por sí mismo, bajar escaleras o, incluso, leer con caracteres tipográficos elevados. "Nunca verá igual que una persona sana, pero el avance será asombroso y su mejora en la vida cotidiana muy sustancial", indica Francisco Pelayo, encargado de coordinar el proyecto en el departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores.
Pelayo se muestra cauto al valorar la viabilidad del proyecto: "No hay que engañar ni crear falsas expectativas", afirma. "En los trasplantes para sordos se invirtieron veinte años de estudio y ahora es algo normal. Con la ceguera estamos a mitad de camino", agregó.
El equipo granadino trabaja en la actualidad en la simulación de imágenes lo más reales posibles. "El objetivo es lograr un dispositivo que funcione de modo similar a la retina natural", apunta el investigador. En la iniciativa participan un equipo de investigación multidisciplinar, desde psicólogos o ingenieros, hasta cirujanos. El proyecto espera ahora la autorización de la Unión Europea para que comiencen los ensayos humanos.