Redacción, Madrid.- A partir del próximo 1 de enero, las facturaciones referidas a medicamentos incluidos en uno de los nuevos conjuntos, con precio superior al de referencia y para las que no exista un genérico por el que se puedan sustituir, se liquidarán con base a los precios de referencia.
Así se detalla en la Orden Ministerial publicada el jueves en el BOE. La medida, que afectará a más de 2.000 especialidades farmacéuticas, estaba prevista inicialmente para finales de febrero, pero la ministra de Sanidad, Ana Pastor, decidió adelantarla al inicio de 2004. Ello ha provocado las últimas tensiones con la patronal de la industria farmacéutica, que a punto han estado de acabar con el pacto de estabilidad entre esta organización y el Ministerio. Farmaindustria asegura que el adelanto de la normativa supondrá unas pérdidas de 40 millones de euros para los laboratorios.
La Orden publicada en el BOE supone una modificación de una anterior, de 23 de octubre, y establece el calendario para que la norma se haga efectiva. Habida cuenta de la tendencia al aumento del gasto farmacéutico público correspondiente al mes de septiembre, dice el BOE, 'resulta necesario adelantar las fechas de efectividad plena de la Orden con el fin de lograr los efectos pretendidos en la misma'.
El Sistema Nacional de Salud, así como MUFACE, ISFAS Y MUGEJU, mantendrán hasta el 31 de diciembre el precio anterior de las especialidades afectadas. La Orden detalla que las presentaciones de fármacos en cuyo cartonaje figure el precio anterior a las reducciones sólo podrán seguir comercializándose hasta esa fecha. Después, las oficinas de farmacia podrán devolver las existencias a los laboratorios. Las empresas farmacéuticas no están obligadas a suministrar los productos envasados con los nuevos precios hasta el próximo 26 de diciembre.
La Orden, que entra en vigor tras su publicación, modifica, además, una norma de 1986, que excluía del sistema de precios de referencia seis tipos de fármacos, como las insulinas y análogos, los antagonistas de la vitamina K y los glucósidos cardíacos.
Para la ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, la medida 'recoge una de las aspiraciones del Gobierno', pues en su opinión, garantiza que en el sistema sanitario español, público y gratuito, 'la sostenibilidad venga de la mano de que el crecimiento de los distintos componentes del gasto sanitario sea acorde con los crecimientos del propio SNS'. Aunque ha declarado estar dispuesta a 'colaborar' para lograr que los intereses de la industria sean compatibles con los de la ciudadanía, su empeño por adelantar la puesta en marcha de la Orden no ha sentado bien en la patronal farmacéutica, que ahora se plantea romper el pacto firmado con la Administración en 2001. En opinión de Farmaindustria, el nuevo sistema de precios de referencia tiene un fuerte impacto sobre el sector, tanto en términos de empleo como de inversiones en I+D, y ello provoca unos daños difíciles de asumir, sobre todo para las empresas pequeñas y medianas que, según afirman, serán las más afectadas por la medida.