1. Mantener una buena
relación con él: si se
siente querido y aceptado
se sentirá más seguro
de sí mismo.
2. Estimular su autoestima
y su autoconfianza: un
adolescente con una alta
autoestima se sentirá
más feliz y seguro de
poder alcanzar las metas
que se proponga y
no será tan susceptible
a la influencia de otras
personas.
3. Facilitarle recursos para que pueda evitar caer en el consumo
de drogas: enseñe a sus hijos a controlar y manejar el
estrés y las presiones que pueda ejercer sobre él su entorno
(amigos, publicidad) y a tomar sus propias decisiones.
4. Dialogar y comunicarse con él, conocerle y saber cuáles
son sus necesidades. No olvide nunca que una buena comunicación
exige saber escuchar, ser asertivo y hacer y
aceptar las críticas.
5. Informar y sensibilizar a sus hijos sobre las drogas y los efectos
asociados a su consumo: los padres tienen la obligación
de facilitar a sus hijos información clara, adaptada a las necesidades
de cada edad, objetiva y cierta sobre las drogas.
6. Convertirse en un modelo de salud para su hijo: predique
con el ejemplo; de nada servirán sus largos discursos en
contra del alcohol si el primero que bebe delante de su hijo
es usted.
7. Potenciar valores sociales positivos: algunos valores sociales
como la hipercompetitividad, el individualismo o el consumismo
facilitan el consumo de drogas.
8. Establecer normas adecuadas que regulen la vida familiar:
a los padres les corresponde fijar las normas que regulen la
vida familiar y marcar los límites.
9. Promover alternativas de ocio saludables: el tiempo de
ocio no es sólo un espacio para la diversión sino también
para la consolidación de hábitos saludables.
FUENTE: 'Los padres frente al botellón'. Agencia Antidroga de la Comunidad
de Madrid.