El manejo de cargas, la exposición
a radiaciones, vibraciones,
ruido y temperaturas
extremas, así como el
contacto con ciertas sustancias
químicas son los principales
riesgos laborales para el desarrollo
normal del embarazo, según
afirmó el Director General
del Instituto Nacional de la Seguridad
Social, Fidel Ferreras,
en la presentación del informe
sobre situaciones de riesgo laboral
durante el embarazo de
las trabajadoras, realizado por
la Sociedad Española de Ginecología
y Obstetricia (SEGO).
Por su parte el presidente
de la SEGO, José Manuel Bajo
Arenas, señaló que hay dos tipos
de situaciones en lo que se
refiere a los riesgos durante el
embarazo. Por un lado, el contacto
de la madre durante el periodo
de gestación del embrión
con materiales nocivos que pueden
causar malformaciones y alteraciones,
en cuyo caso es necesario
evitar el contacto con
esos agentes. Y, por otro, la incapacidad
de realizar ciertas actividades
debido al peso o la
postura necesaria para trabajar.
Algunas de las sustancias
químicas más conocidas por
su efecto perjudicial sobre la
salud de la madre o del feto
son los metales, los disolventes,
los pesticidas, los gases
anestésicos, los cauchos y ciertos
productos farmacéuticos.
Entre las profesiones que suponen
un factor de riesgo mayor
para la salud de la madre y
el feto se encuentran las actividades
en lugares como hospitales
o centros que requieran
máquinas de identificación, así
como minas y fábricas.
Según el informe de la SEGO,
las infecciones suponen otro
riesgo específico para el embarazo.
Los ejemplos más frecuentes
son las derivadas de enfermedades
como toxoplasmosis, rubéola,
parvovirus y varicela.