Grupo de Enfermedades Cerebrovasculares y la Sociedad Española de Neurología aseguran que el tabaco es uno de los principales factores de riesgo modificables para el infarto cerebral, siendo un 18 por ciento de los casos atribuibles a su con
24 de agosto 2011. 3:45 pm
Redacción, Madrid.- El Grupo de Enfermedades Cerebrovasculares y la Sociedad Española de Neurología, ante la próxima entrada en vigor de la Ley Antitabaco, consideran que esta medida supone un avance fundamental en la defensa de la salud. Para ello, especialistas de ambas organizaciones han afirmado…
Redacción, Madrid.- El Grupo de Enfermedades Cerebrovasculares y la Sociedad Española de Neurología, ante la próxima entrada en vigor de la Ley Antitabaco, consideran que esta medida supone un avance fundamental en la defensa de la salud. Para ello, especialistas de ambas organizaciones han afirmado que el tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo modificables para el ictus. Así, afirman, un fumador tiene casi el doble de probabilidad de tener un ictus que una persona no fumadora, y que el 18 por ciento de los ictus son atribuibles al tabaco.
Con la entrada en vigor de la ley, aseguran, la previsible disminución del número de fumadores generaría una reducción en el número de ictus en España ya que tras el abandono del tabaco, el riesgo disminuye cada año hasta ser similar al de los no fumadores a los tres años. Según los datos de los expertos, dejar de fumar reduce el riesgo en dos o cuatro años, sobre todo si el consumo diario era menor de 20 cigarrillos. Después de un año el riesgo relativo se reduce al 50 por ciento y es nulo a los 5 años de haber abandonado el tabaco.
El riesgo de ictus en los fumadores, aseguran estos especialistas, se incrementa de forma proporcional al número de cigarrillos/día y es mayor para las mujeres respecto a los varones. Esto se debe a que el consumo de tabaco disminuye los niveles de colesterol HDL y aumenta la hipertensión arterial, principal causa del ictus. Así, los fumadores tienen casi el doble de probabilidad de sufrir un ictus que los no fumadores, a cualquier edad.
Además, el tabaquismo, sostienen, acelera la aterosclerosis, aumenta la viscosidad de la sangre y favorece la agregación de la plaqueta, además de inducir hipertensión arterial. El fumador pasivo también está expuesto, especialmente los cónyuges de fumadores, en los que el aumento de la prevalencia de ictus dependerá de la intensidad y duración del hábito tabáquico del cónyuge, aseguran.