Redacción, Madrid.-'El riñón puede ser víctima de la hipertensión arterial y a la vez puede ser causa del aumento de la presión arterial', según afirma el coordinador del Grupo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), Rafael Marín Iranzo. Este experto asegura que 'la relación de la hipertensión arterial esencial con la enfermedad renal ha sido poco estudiada hasta ahora'.
Tradicionalmente 'prosigue el nefrólogo- ha sido aceptado que hasta un 10 por ciento de hipertensos mal controlados podría complicarse con una alteración vascular renal grave, conocida como nefroangioesclerosis maligna y que puede desembocar en una enfermedad renal terminal. Sin embargo, en los últimos 10 años, con el mejor control de la hipertensión en la población general, esta entidad ha sido cada vez menos frecuente'.
Según la SEN, la afectación renal en el seno de la HTA esencial se presenta, en la actualidad, de un modo solapado y lento, coincidiendo, con frecuencia, con la presencia de aterosclerosis en otros territorios vasculares como el coronario o el arterial periférico. Esto que es conocido como nefropatía vascular está experimentando una prevalencia en continuo auge.
En su fase inicial, la nefropatía vascular puede alcanzar hasta el 25-30 por ciento de los hipertensos mayores de 60-65 años. Según se indica desde la SEN, 'en la práctica clínica habitual su diagnóstico puede realizarse calculando el filtrado glomerular o aclaramiento de la creatinina mediante fórmulas que tienen en cuenta, además de la cifra de creatinina sérica, el peso, la edad y el sexo.
Desde esta entidad se hace referencia a varios estudios epidemiológicos realizados en los últimos cinco años los cuales han demostrado que la creatinina es un marcador de riesgo vascular independiente en pacientes con HTA esencial, y que pequeños incrementos de la misma se asocian con un aumento de la morbimortalidad cardiovascular.
Sin embargo, se advierte desde esta entidad científica que en el caso de los ancianos, la cifra de creatinina sérica no resulta un buen método para medir la función renal, al tener este tipo de pacientes una masa muscular reducida por lo que las cifras normales de creatinina pueden ir acompañadas de reducciones importantes del filtrado glomerular, es decir, de la función renal. El doctor Martín añade, en este sentido, que 'en pacientes mayores de 65 años con HTA esencial, hasta en el 30 por ciento de los casos se observa un filtrado glomerular menor de 60ml/min., es decir, padecen insuficiencia renal'.
Por otro lado, tal como se expone desde la SEN, 'los hipertensos con reducción del filtrado glomerular tienen un mayor riesgo vascular, riesgo inversamente relacionado con el nivel de filtrado glomerular, ya que el deterioro del filtrado glomerular en los pacientes con hipertensión arterial esencial es expresión de un daño vascular renal. A su vez, este descenso del filtrado es testigo o marcador de la presencia de daño vascular en otros territorios vasculares tales como el cerebral, el de las arterias coronarias o el de las arterias de las extremidades'.
De este modo, el coordinador del Grupo de Hipertensión Arterial de la SEN recomienda que 'en estos pacientes deben optimizarse las medidas de control de la hipertensión y de otros factores de riesgo asociados, ya que dichas medidas pueden prevenir o ralentizar el deterioro de la función renal y la aparición de eventos cardiovasculares a nivel cerebral, coronario o arterial periférico'.