Hace cerca de cinco años, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) era un término muy poco divulgado en España. Las empresas sólo rendían cuentas a su práctica empresarial. Pero de un tiempo a esta parte, el paradigma ha cambiado y ahora se estila el modelo de empresa responsable, en la que se tiene en cuenta no sólo los beneficios de la entidad, sino los aspectos ambientales y sociales. Como prueba, un botón: un informe de Forética, una asociación sin ánimo de lucro que quiere poner en valor una cultura de empresa basada en la responsabilidad de la entidad con su entorno, correspondiente a 2006 admite que las políticas de Responsabilidad Social suponen un concepto conocido por el 50 por ciento de las empresas, que también muestran su voto de confianza ante esta tendencia y los beneficios que puede aportar a la sociedad y su entorno.
A pesar de este creciente interés empresarial por la RSC, el informe también reconoce que pocas son las empresas que, de momento, se embarcan en esta aventura. Sólo un 14,8 por ciento de las empresas se han atrevido a emprender proyectos de estas características. El ámbito sanitario es uno de los sectores que no acaban de lanzarse al mundo de la empresa responsable. La industria farmacéutica parece ser la única que ya ha adoptado una postura proclive a la inclusión de actividades más marcadas en generar un valor añadido de cara al beneficio de la sociedad. Ni hospitales ni centros de Atención Primaria parecen dispuestos todavía a embarcarse en una estrategia global pese a los cada vez más frecuentes intentos particulares.
El problema de la indefinición
La escasa implantación de la RSC, y en especial en el ámbito sanitario, puede tener una explicación en la propia indefinición de sus líneas de acción. 'La responsabilidad social, al ser un concepto novedoso, adopta muchas formas: algunos optan por canalizar todos sus proyectos a través de sus fundaciones, otros lo incluyen dentro del departamento de política institucional y, por último, quienes que lo consideran RSC', ha manifestado Albert Jovell, presidente del Foro Europeo del Paciente, que incidió en que la actitud responsable de las organizaciones sanitarias está repercutiendo 'en beneficio de los pacientes'.
La RSC en el ámbito sanitario debe girar en torno a aspectos como la atención a los que sufren, educación a la población y promoción de nuevas líneas de investigación
Esta indefinición genera dudas en las empresas y sobre todo en el ámbito sanitario, cuyas características propias tienen un marcado carácter social por su misión de velar por la salud y el bienestar de los pacientes. De todos modos, la tendencia general se divide en dos, tal y como apunta el director de Desarrollo Corporativo de Forética, Jaime Silos: las empresas que entienden la RSC como una mera acción social de 'filantropía, mecenazgo y donación' y las que van más allá y no sólo realizan estas prácticas, sino que también incluyen la RSC dentro de la gestión propia de la empresa. En este sentido, Silos, perteneciente al Grupo de Sanidad de Forética, en el que están presentes varias de las empresas más relevantes del sector farmacéutico, señaló que estas industrias han optado por la segunda vía y, para ello, se han basado en la aplicación de un sistema de gestión para dotar a las organizaciones de herramientas que permitan planificar, monitorizar y evaluar el desarrollo de las relaciones de la empresa con todas las partes interesadas, conforme a unos valores compartidos.
Forética diseñó para estas empresas farmacéuticas la Norma de Empresa SGE 21, en que se dividen las diferentes áreas en las que puede actuar la RSC, tales como la alta dirección, los recursos humanos o las relaciones con los clientes, los proveedores, el entorno social, la competencia y las Administraciones públicas. Todas estas estrategias se gestionan a través de un Comité de Responsabilidad, que se encarga de 'atender cualquier incidencia en la aplicación de estas políticas y de otros conflictos de carácter ético', indicó Silos.
Un sector con un gran componente social
La aplicación de las políticas de responsabilidad social se complica más cuando se está intentando introducir en un sector profesional que ya de por sí tiene un componente social de importancia. En el caso de la Sanidad esta función social se hace más palpable todavía, ya que diariamente se salvan miles de vidas gracias a la interacción de varios actores, entre los que están médicos, profesionales de la salud, infraestructuras sanitarias y los fármacos. La puesta en funcionamiento de la RSC debe tener en cuenta esta fina línea que separa la profesión en sí con el valor añadido que se ofrece a la sociedad con estas políticas. En esta línea, el doctor Jovell, como representante de los pacientes, cree que la RSC en el ámbito sanitario debería girar en torno a tres ejes: atender las necesidades de los que sufren. educar sobre la Sanidad a la población, ya que 'el nivel de alfabetización en este campo es muy bajo'. y la promoción de líneas de investigación para abrir nuevas áreas de conocimiento.
No obstante, 'la joya de la corona' de la RSC en el ámbito sanitario es la industria farmacéutica, que hasta ha comprobado cómo su imagen de cara a la sociedad se ha visto mejorada y se sitúa entre los sectores más destacados de los que aplican estas políticas. La valoración ciudadana del comportamiento responsable del sector empresarial, que se extrae de los datos del informe de Forética de 2006, muestran que el sector farmacéutico registró casi un 59 por ciento de aceptación y es el único que aprueba ante la sociedad. Le siguen los transportes de viajeros, que sólo reciben un 45 por ciento de apoyo y las empresas de energía (43 por ciento). A la cola se sitúa en esta lista las empresas petroleras, que sólo ha convencido a un 16 por ciento de los encuestados de su actitud responsable.
Ante este resultado de la industria farmacéutica, Silos señala que 'es uno de los datos contra todo pronóstico del estudio', sobre todo porque 'a pesar de que es una industria cuya misión es ofrecer soluciones a aquellas personas afectadas por distintas patologías, el ciudadano tiene un contacto marginal con la industria'. De hecho, el director de Desarrollo Corporativo de Forética considera que la reputación de la industria 'es mejor en los países menos desarrollados en los que no se goza de estado de bienestar'. A pesar de estos condicionantes, Forética considera que el sector farmacéutico se perfila como uno de los grandes favorecidos por el debate de la Responsabilidad Social Corporativa, en parte porque esto supone un mayor acercamiento con la sociedad y su entorno a través de numerosas actividades.
Los hospitales, la 'asignatura pendiente'
Hace dos años, cuando el concepto de Responsabilidad Social Corporativa apenas acababa de anclar en España con todo su potencial, el estudio 'La Comunicación en los Centros Hospitalarios Españoles', elaborado por Esade e Inforpress, ponía en tela de juicio la implicación de los centros hospitalarios en este campo. Según el estudio, sólo tres de cada diez hospitales españoles trabajaba en acción social, un dato que, por aquel entonces, estaba muy por debajo del resto de las empresas.
Pasado este tiempo, los hospitales siguen sumidos en este proceso de adaptación. 'La RSC en los hospitales es una cuestión minoritaria, ya que las cosas van demasiado lentas', aclara Jaime Silos. Pese al pesimismo del estudio, ya hay centros sanitarios que se han metido de lleno en este tipo de políticas a través de la aplicación de la 'Memoria de Sostenibilidad', que supone, según expertos, 'la medición, divulgación y rendición de cuentas del impacto económico, ambiental y social debido a la actividad de la organización'.
La puesta en marcha de las Memorias de Sostenibilidad se están implantando en España en su mayoría a través de las guías elaboradas por Global Reporting Iniciative (GRI), una entidad sin ánimo de lucro creada en el año 1997. La tercera versión de su guía la presentó hace relativamente pocos meses, en octubre de 2006, y en ella incluye una serie de pautas de cara a establecer un criterio homogéneo en el contenido de las Memorias de Sostenibilidad. El documento, por tanto, debe incluir los asuntos que supongan una influencia en la toma de decisiones de los grupos de interés y un impacto económico, ambiental y social. Así, se incluirá la estrategia de la organización en relación con la sostenibilidad, el perfil de la empresa, el período de vigencia de la memoria y su revisión, la participación, si existe, de grupos de interés, indicadores económicos, ambientales y sociales. En este último aspecto, las directrices marcadas por la guía de GRI inciden en las prácticas laborales y éticas del trabajo, los derechos humanos, la interacción con la sociedad y la responsabilidad sobre los productos y servicios propios.
Hasta la fecha, sólo algunos hospitales ya han puesto en marcha sus Memorias de Sostenibilidad. Uno de los primeros centros en incorporarlas fue el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, que, a día de hoy, está embarcado en su tercera revisión. La idea surgió en 2004, cuando el centro decidió convertirse en un hospital comprometido con la sociedad hasta el punto de 'poner al servicio de la comunidad el conocimiento sanitario y organizativo, cooperar en el desarrollo económico y social de Granada y de Andalucía, mediante la generación de valor en el desarrollo de su actividad, garantizando condiciones de empleo sostenible, cuidando el medio ambiente y velando por el cumplimiento de las normas con que se dota a la sociedad', tal y como reza la primera Memoria de Sostenibilidad redactada por el centro granadino.
Antes de que finalice el año está prevista la constitución de un Consejo Estatal de Responsabilidad Social en España
El director de Servicios Generales del Hospital, Martín Blanco García, precisa que en esta Memoria de Sostenibilidad se incluye múltiples facetas del centro, desde las actuaciones en colaboración con empresas e instituciones hasta la formación de profesionales de la salud que, en un futuro, pueden pasar a formar parte de la plantilla. 'El hospital no sólo debe cumplir con la actividad asistencial, sino que también debe aportar un valor añadido', aclara Blanco García, que también pone ejemplos precisos de las funciones del centro en materia de Responsabilidad Social Corporativa. Uno de los proyectos más ambiciosos que están llevando a cabo en esta parcela es la introducción de víveres ecológicos para su consumo por parte de los pacientes, que se culminará en un futuro próximo. En este sentido, el director de Servicios Generales ha aclarado que esta iniciativa 'genera un valor añadido desde tres vertientes'. Así, no sólo se consigue alimentar de manera saludable a los 1.500 pacientes del centro, sino que también se potencia el consumo de los víveres ecológicos y la agricultura y, por último, también contribuye a la prosperidad del tejido económico local, ya que se adquirirían estos productos ecológicos a través de una empresa granadina.
El Hospital Virgen de las Nieves de Granada no es el único centro que ha implantado la Memoria de Sostenibilidad. De hecho, Martín Blanco avanza que son varios los hospitales que han consultado al centro granadino para implantar esta herramienta en sus dependencias sanitarias, como el Hospital de La Paz de Madrid o el de Burgos.
Paralelamente, hay otros, como es el caso del Hospital San Carlos de Madrid, que ya han empezado a recoger los frutos de una política marcada por el prisma de lo social. Este hospital madrileño recibió un accésit en los premios europeos de Medio Ambiente 2005/2006, que convoca la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, por su Memoria de Sostenibilidad correspondiente al año 2004, en el que se contempla que se destinaron más de 1.700 horas en formación de los profesionales sanitarios, implantaron mejoras en la comunicación entre el paciente y el facultativo 'tras detectar las demandas de los usuarios' y realizaron actividades de apoyo a la actividad sanitaria como el programa Biblioteca para Pacientes, el Proyecto Sonrisas o la Unidad de Trabajo Social, entre otras medidas.
Un instrumento en plena tramitación
Más allá de las fronteras del ámbito sanitario, la revolución de la Responsabilidad Social Corporativa está pendiente de una legislación específica que delimite sus características. En este sentido, el secretario general de Empleo del Ministerio de Trabajo, Antonio González, se mostró, no hace mucho, convencido de que se creará 'antes de que acabe el año' un Consejo Estatal de la Responsabilidad Social, cuya misión será la constitución de un marco de referencia para el desarrollo de la Responsabilidad Social en España, fomentar de iniciativas en la materia, proponer y promocionar estándares y características de las memorias de sostenibilidad o del resporte, y evaluar e informar sobre su desarrollo. La idea del Ministerio de Trabajo es que este consejo esté compuesto por representantes de las organizaciones sindicales empresariales, de las organizaciones de autónomos, representantes de la economía social, de ONGs y consumidores y usuarios y de las propias Administraciones públicas.
El medio ambiente, opción
de futuro
De todos modos, el hecho de que no haya un plan global no quiere decir que, sin mencionar el término RSC, se hayan emprendido actuaciones que sigan esta filosofía. En este sentido, José Mayol Canas, gerente del Área 8 de Atención Primaria de Madrid recordó que todo empezó con la colocación de placas solares en los centros. 'Todos los habitantes van una media de cuatro veces al año a la consulta y el hecho de que vean colocadas las placas solares sirve como una forma de contagiar a los usuarios para apostar por las energías renovables, además de suponer un pequeño ahorro energético para los centros de salud', indicó Mayol Canas. A pesar de ello, son pocos los establecimientos que cuentan con esta tecnología, aunque los centros de Primaria sean propicios para su instalación dado su carácter horizontal.
En el sector hospitalario ya hay centros que se han volcado de lleno en este tipo de políticas a través de la 'Memoria de sostenibilidad'
En este sentido, la RSC también tiene su parte de responsabilidad ante las últimas noticias acerca del cambo climático y el aumento de la contaminación. Cornejo, Mayol y otros profesionales de la Atención Primaria trabajan en una experiencia sobre el uso de la energía solar en los centros de salud, para cumplir con el Protocolo de Kyoto, que ha servido para que la UE aprobara un programa europeo que marca como objetivo la reducción de las emisiones de CO2 en un 8 por ciento en el territorio comunitario en el periodo entre 1990 y 2012. En el estudio presentado por estos expertos, la instalación de paneles fotovoltaicos en los centros de salud constituye una inversión cuya rentabilidad económica es comparable a las rentabilidades ofrecidas en el mercado bancario, además de contribuir con la conservación del medio ambiente.
Cornejo va más allá en este punto y asegura que hay más cuestiones de contenido que se incluirían sin dificultades en una futura Memoria de Sostenibilidad y que en la actualidad ya se aplican en la Atención Primaria. En el aspecto concreto de las prácticas laborales y la ética del trabajo, por ejemplo, los centros de salud tienen hasta un plan de seguridad y salud con evaluaciones periódicas de riesgos laborales.
La actitud responsable de las organizaciones sanitarias está repercutiendo en beneficio de los pacientes, según constatan expertos
En el plano ético y en el derecho de las minorías también se contemplan algunos avances en Atención Primaria. Muchos centros han constituidos Comités de Ética, además de realizar actuaciones sobre la protección de los datos de carácter personal de los pacientes. Además, se han reducido las barreras arquitectónicas para facilitar el acceso a las personas que padecen algún tipo de discapacidad y se ha facilitado el acceso a los inmigrantes.
Cornejo es consciente de que estas actuaciones podrían entrar, sin lugar a dudas, dentro de los requisitos de la Responsabilidad Social Corporativa. De todos modos, recuerda que el concepto principal de este término radica en 'hacer público y, por lo tanto, comprobable a la sociedad, el grado en el que los compromisos sobre dichas actuaciones son cumplidos, así como las tendencias, tanto positivas como negativas, de estas actuaciones'. En este sentido, considera que la clave está en definir un instrumento que garantice la transparencia de estas acciones a través de una Memoria de Sostenibilidad destinadas a las organizaciones sanitarias para 'así concretar periodicidad, ítems, indicadores, fuentes de información, técnicas de medición y cálculo y criterios de verificación de las actuaciones relacionadas con la Responsabilidad Social Corporativa'.
La RSC también se introduce en la Atención Primaria
Aunque se habla de los pocos avances experimentados en materia de Responsabilidad Social Corporativa en los hospitales, lo cierto es que los centros de Atención Primaria tampoco van muy adelantados en este aspecto. No obstante, comienzan a sentar las bases para empezar a trabajar en este campo. A diferencia de los hospitales, hasta la fecha no existe ningún catálogo de actuaciones, tal y como constata Isidoro Cornejo, director de Gestión y Servicios Generales del Área 8 de Atención Primaria de Madrid, que ha trabajado junto a otros especialistas en la elaboración de un trabajo sobre Las Memorias de Sostenibilidad o de Responsabilidad Social Corporativa, presentado en el marco de las recién celebradas XXVII Jornadas de Economía de la Salud.