No hay que remontarse a demasiados años para toparse con el concepto moderno de formación médica continuada, tal y como hoy se entiende. Así, durante el siglo XX, proliferó la fundación de Sociedades Científicas, representantes de una determinada rama de la Medicina, que han impulsado todo tipo de actividades con el objetivo, entre otros, de mantener la competencia profesional al día. Con los años, el abanico de la formación se ha multiplicado exponencialmente de manera que, a finales de los años 80, y sobre todo durante los 90, se forjan los sistemas de acreditación, que valorarán la calidad de la oferta formativa y, en cierto sentido, sentarán las bases del desarrollo de la carrera profesional.
Con la aprobación y entrada en vigor de la LOPS se oficializa la obligación del personal sanitario de formarse continuamente
Este proceso de desarrollo y estructuración de la formación continuada del médico y su carrera profesional cimienta el que, por el momento, es su último escalón en el año 2003, es decir, la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS). Esta normativa contempla la formación continuada del profesional como un 'deber' y 'una obligación'. Falta por ver cómo se desarrollará este texto, bien recibido por la mayoría de actores implicados, aunque con algunos matices.
Los garantes de la FMC
Las formas de presentación de la formación médica continuada pueden variar, siendo el objetivo último, el mismo para todas, el aprendizaje y constante actualización del profesional. 'Los comentarios de pasillo, la consulta entre médicos, las comidas entre éstos,... también es considerado formación médica continuada', en opinión del doctor José María Lobos, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), 'y lo son si lo que de allí se extrae sirve después para que el facultativo mejore la calidad de la atención y, en definitiva, esto repercuta en la mejora de la salud de las personas'. Se trata, sin embargo, de tipos de formación médica 'informales', tal y como los califica el doctor Lobos, 'aunque no por ello, son menos importantes', matiza.
Representantes de los facultativos coinciden en que la Administración deberá comprometerse a la ordenación de los horarios de los profesionales para que éstos puedan formarse en condiciones
En cuanto a la formación médica formal, y como ya se ha apuntado, son las Sociedades Científicas las que, como representantes de una parcela de la profesión médica y de un colectivo de profesionales aunados, principalmente, bajo una misma especialidad, potenciaron el boom de formación médica continuada al que se asistió en la segunda mitad del siglo XX. De hecho, y según el doctor Julio Zarco, vocal de formación continuada y presidente electo de la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (SEMERGEN), 'la formación médica continuada siempre partirá del profesional, dado que es él quien valora sus carencias y necesidades de aprendizaje'.
Que son las entidades científicas las que gozan de una posición más privilegiada para orientar la formación a las necesidades reales del profesional es algo que no se pone en duda, al menos, por los expertos consultados por este medio. Cabe mencionar, no obstante, y como apunta el doctor Helios Pardell, secretario ejecutivo del Consejo Catalán de la Formación Médica Continuada (CCFMC) y director técnico del Sistema Español de Acreditación de la Formación Médica Continuada (SEAFORMEC), que 'tradicionalmente, también han provisto este tipo de formación los hospitales, centros sanitarios y las Universidades, aunque éstas últimas en menor medida'. Durante la década de los 90, y continuando con las declaraciones del doctor Pardell, 'aparece en España un nuevo proveedor, muy propio de nuestro país, la Administración sanitaria. No tanto el sistema de salud nacional, sino los sistemas regionales, como empleadores de atención sanitaria son los que empiezan a ofertar actividades para los profesionales que trabajan en ellos. Esto es así en Cataluña, Galicia, Navarra, Andalucía,''.
Los Colegios de Médicos, por su parte, llenan el hueco que les corresponde, ofreciendo 'formación transversal', tal y como la denomina el doctor Guillermo Sierra, presidente del Consejo General de Colegios de Médicos (OMC). Se trata, según sus propias palabras, de 'ofrecer formación sobre temas que afectan a más de una especialidad y que complementan la formación específica ofertada desde, principalmente, las Sociedades Científicas'.
La LOPS como punto
de inflexión
En el año 2003, el Gobierno español aprueba la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, un texto normativo que, en palabras del doctor José María Lobos, 'sin duda va a marcar un antes y un después en el ámbito de la formación médica continuada'.
La LOPS hace referencia a ella en el capítulo IV del Título II y en el Título III, y en la que la FMC queda definida como 'derecho', pero también como 'obligación' del profesional sanitario. De hecho, los expertos consultados aceptan que, en realidad, esta obligación siempre ha existido. 'El componente esencial del profesionalismo es el mantenerse competente por propia iniciativa y por propia obligación moral', explica Hèlios Pardell, quien, a su vez, señala que, con la LOPS, 'se oficializa esta obligación que siempre ha existido como parte de la responsabilidad social de la profesión'.
En general, y a excepción de algunas enmiendas sindicales, los representantes de los distintos estamentos sanitarios implicados en la formación médica continuada ven con buenos ojos la aprobación de la ley. 'Parece que la LOPS viene a traer un poco de orden y de luz a todo el maremagno que existe en relación a la formación continuada', esgrime el doctor Fernández-Pro, vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG). Aun así, la mayoría de ellos se muestran algo reservados y aseguran que 'habrá que esperar para ver cómo se desarrolla el texto en un futuro', en palabras de la doctora Gloria Guerra, vocal de formación de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC). Según la doctora Guerra, 'ahora se tiene que abrir un período para poner cosas en común, y conseguir, así, el mejor desarrollo de la regulación sobre FMC'.
También en esta línea vierte sus opiniones el responsable del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. Guillermo Sierra considera que 'la LOPS contempla aspectos muy importantes para la profesión', pero insiste en que, 'su buen desarrollo depende de la voluntad política'. Por su parte, el vicepresidente de FACME la califica en términos de 'magnífica' en lo que a la formación del médico se refiere, al tiempo que asegura que 'estamos deseosos que esto se lleve a cabo en el menor tiempo posible'.
Los sindicatos muestran su preocupación por las escasas alusiones, en la LOPS, a las vías de financiación de la formación
Pero al margen de su desarrollo, los sindicatos consideran que la ley flaquea en algunos de sus puntos. Desde UGT, Pilar Navarro, secretaria de Sanidad de la Federación de Servicios Públicos de este sindicato asegura que 'nosotros hemos sido muy críticos con la ley, principalmente, por no ir acompañada de una memoria económica que indique cuáles son los recursos que se van a dedicar'. Por su parte, el responsable de formación de la Federación de Sanidad de CC.OO., Juan Miguel González, alude a la 'ambigüedad' de la normativa que 'no especifica los recursos que se destinarán' y añade que 'la ley fija un camino pero todavía está por concretar'. Médicos de Catalunya, también en este sentido, y según uno de sus representantes, Francisco Carlos Agaton, se pregunta: '¿de dónde vendrá la financiación de la formación continuada?, ya que la ley no lo dice', asegura.
Ahora bien, desde el momento en que es la propia Administración la que, por vía legislativa, establece esta obligación la pregunta que se formula a continuación es ¿qué papel deben jugar a partir de ahora los propios responsables sanitarios?
El papel de la Administración
Y mientras los interesados están a la espera de cómo evolucione el desarrollo de la LOPS, todos hacen sus apuestas. La gran mayoría coincide en un punto: la Administración, como empleadora, tendrá que comprometerse a la ordenación de los horarios de los profesionales para que éstos puedan llevar a cabo su formación médica continuada 'obligatoria' en buenas condiciones.
En opinión del doctor Julio Zarco, hay una cosa clara: 'la provisión y la responsabilidad de organización de actividades de formación ha de recaer necesariamente en las Sociedades Científicas, mientras que es tarea de la Administración facilitar el acceso a la formación a los profesionales'. Según el vocal nacional de formación de SEMERGEN 'los médicos deberían poder dedicar un 20 por ciento de su tiempo a investigación y otro 20 por ciento a formación médica continuada y docencia, mientras que actualmente, en el caso concreto de la Atención Primaria, están volcados en el 99,9 por ciento de su jornada laboral a la asistencia, debido a la enorme presión asistencial que sufre el colectivo'. Para Zarco, la aplicación de la LOPS, en estas condiciones, 'es inviable' por lo que 'si realmente se lleva a cabo, las autoridades tendrán que hacer un esfuerzo de reestructuración para permitir el acceso del médico a la formación'.
Sin entrar en porcentajes, algo que para el doctor Fernández-Pro no es más que 'ciencia-ficción', el vicepresidente segundo de la SEMG se muestra 'absolutamente convencido' de que los sistemas sanitarios deben tomar parte activa tanto en la provisión de FMC, como en la estructuración de los horarios para que el médico desarrolle esta actividad: 'en ninguna empresa los empleados tienen que llevar a cabo la formación continuada fuera de su horario laboral', afirma. De todos modos, y por poner un punto de optimismo, el doctor Fernández-Pro señala que 'actualmente muchos servicios sanitarios están haciendo un esfuerzo para incorporar la formación en sus planes de salud, como es el caso del Servicio Gallego de Salud y su Instituto de Formación'.
Al hilo, desde el sindicato Médicos de Catalunya se esgrime lo que para ellos significa una máxima en formación médica continuada: 'la FMC relacionada o vinculada al lugar de trabajo debe realizarse durante el horario laboral, debe estar subvencionada por la empresa 'pública o privada' y debe tratarse de actividades auditadas y acreditadas', asegura Agaton. Coincidiendo con el vocal de formación y presidente electo de SEMERGEN, en su opinión, el porcentaje que el médico debería dedicar a su formación 'tendría que estar alrededor de un 20 por ciento, una cifra negociable y que podría irse aplicando de forma progresiva', explica este miembro del sindicato MC.
Por otro lado, y siendo la Administración sanitaria española 'una gran empleadora de profesionales sanitarios', tal y como apunta el director técnico de SEAFORMEC, 'es lógico que en la parte que le toca como empleadora 'continúa Pardell' se plantee cómo aunar lo que contempla la LOPS con el trabajo del profesional, ya sea de un centro hospitalario como de uno de Atención Primaria'. Sin embargo, no hay que olvidar, y siguiendo con las explicaciones del experto, 'que en numerosas ocasiones, y sobre todo en Cataluña, un mismo profesional divide su dedicación laboral en una doble vertiente, una parte en el sistema público de salud y otra en el ámbito privado. No es un tema tan simple y hay que intentar buscar un equilibrio entre lo que es responsabilidad de las autoridades y la que es del propio profesional'. A su juicio, 'es un error considerar la formación médica continuada sólo como un derecho laboral, ya que también hay una obligación moral y profesional del propio médico'.
Financiación de la FMC
Sin embargo, el punto central del actual debate sobre FMC se centra en si la Administración debería dedicar más recursos a la financiación de actividades, y si éstas se consideran oficialmente formativas como una obligación' Actualmente, la mayor parte de actividades de FMC, aunque organizadas por Sociedades Científicas u otras instituciones, cuentan con el patrocinio de la industria farmacéutica. 'Sin olvidar 'matiza Hèlios Pardell' las actividades programadas por los servicios de salud de las comunidades autónomas, financiadas con presupuesto público'.
En este punto, y según el director técnico de SEAFORMEC, 'nos tenemos que preguntar, ¿hacia donde se dirige la Administración sanitaria? Si hacia un intervencionismo más acusado o hacia una retirada de este sistema, dejando más protagonismo a iniciativas que podríamos llamar privadas, tanto de gestión de la atención sanitaria como de provisión'. A su juicio, la tendencia actual es la segunda de estas opciones, una Administración sanitaria con un papel de 'tutela y monitorización' de la formación médica continuada que se realiza.
Desde la perspectiva sindical, y en opinión de Francisco Carlos Agaton, los recursos financieros dedicados a formación 'son insuficientes'. 'El presupuesto sanitario español es inferior al de la mayoría de países europeos 'en 2001 España dedicó un 7,5 por ciento del PIB a la Sanidad, Francia un 9,6 por ciento y Alemania un 10,8, por poner algunos ejemplos. Cuando la dedicación del PIB es tan baja y los criterios economicistas se llevan al extremo la formación médica continuada se resiente', asegura este experto.
También, en este sentido, el doctor Zarco considera que los responsables políticos sanitarios 'deberían dedicar mayor presupuestación a la formación médica continuada', una inversión que, actualmente, y en su opinión 'no alcanza el 1 por ciento del total de las facturas sanitarias'. También el vicepresidente de la SEMG califica de 'testimonial' el presupuesto que las Administraciones sanitarias dedican a la formación. Para la semFYC, en palabras de Gloria Guerra, 'con la aplicación de la LOPS, la Administración deberá reorganizar el presupuesto sanitario'.
Desde otro punto de vista, el doctor Guillermo Sierra asegura que la formación continuada se podría financiar por diversas vías 'a través del patrocinio de la industria farmacéutica 'es la que actualmente más se utiliza', siendo la Administración quien se hiciera cargo de la FMC, o a través de una subida suficiente del salario del médico que le permita costearse el componente formativo de su desarrollo profesional'.
Relaciones con la industria farmacéutica
Actualmente, nadie pone en duda que la financiación de la mayor parte de actividades de formación médica continuada corre a cargo de la industria farmacéutica. Pero, además, los responsables de organizaciones profesionales reconocen el importante papel que juega la industria en este sentido. 'Los médicos tenemos un sueldo bajo y no nos podemos permitir financiarnos la FMC de nuestro bolsillo', explica el doctor Lobos, quien asegura que 'la industria farmacéutica ha ocupado un nicho muy importante en este sentido' y que 'la financiación por parte de la Administración, hoy por hoy, es totalmente inviable'. El vicepresidente de FACME se muestra, a este respecto, partidario de perpetuar el modelo actual, un modelo en el que las Sociedades Científicas son las principales proveedoras de FMC, que tienen organismos de acreditación a su disposición y el apoyo económico de la industria para financiarla.
'Hoy en día, la industria se dedica a patrocinar pero no a organizar actividades', puntualiza Hèlios Pardell. Dicho patrocinio cuenta, además, con herramientas que fijan los márgenes en los que debe desarrollarse la relación de la industria y los profesionales en el ámbito de la formación médica continuada. Posiblemente, la más importante sea el Código Deontológico de Farmaindustria, del cual se ha presentado, este 2004, una edición actualizada que rige el comportamiento que deben tener las compañías congregadas en la patronal en relación con la profesión médica.
Según Julián Zabala, director de comunicación de Farmaindustria, 'el objetivo de la industria es, evidentemente, vender un producto, pero con el patrocinio de eventos lo que se intenta es dar al médico un mejor conocimiento, que incidirá en el correcto uso de los medicamentos que tiene a su disposición'. Zabala insiste en que, 'hay que enterrar el mito de que la participación de la industria implica sesgos en la FMC, dado que nos regimos por un Código que regula esta posibilidad bajo la perspectiva de la ética y la responsabilidad'.
La acreditación de
la formación
De un modo u otro, lo que es evidente es la proliferación de FMC en los últimos años, que ha hecho necesario imponer criterios de calidad para poder seleccionar entre la amalgama de opciones. De esta forma, se consolida el concepto de acreditación en España, un concepto que va a cobrar mayor significado tras la aprobación de la LOPS y el reconocimiento de la carrera profesional del facultativo.
El presupuesto que la Administración dedica a actividades formativas no alcanza más del uno por ciento de la factura sanitaria, según datos manejados por expertos
El Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Cataluña fue pionera en la implantación de un sistema de acreditación de la FMC creando, en el año 1989, el Consejo Catalán de la Formación Médica Continuada, organismo dependiente del propio Departamento. Siguiendo el modelo, y ya en el año 1997, el Ministerio de Sanidad y Consumo crea la Comisión de Formación Continuada del Servicio Nacional de Salud que, en el marco del Consejo Interterritorial, se ocupará de valorar la calidad de las actividades propuestas en todo el territorio español que así lo requieran 'la acreditación es voluntaria. Con los años, los Gobiernos de otras comunidades autónomas seguirán la iniciativa para
crear sus propios organismos de acreditación (Baleares, Extremadura, Galicia, Madrid, Navarra, País Vasco, Comunidad Valenciana y, recientemente, Andalucía).
En junio de 2003 empieza a operar un nuevo organismo, éste dirigido exclusivamente a médicos, bajo el nombre de Sistema Español de Acreditación de la Formación Médica Continuada (SEAFORMEC). Utilizando la misma metodología que la Comisión Nacional SEAFORMEC responde, en palabras del doctor Helios Pardell, 'a un intento de descentralizar la acreditación para permitir una agilización del proceso'. En menos de un año esta entidad ha acreditado más de 300 actividades y, según este experto, 'aproximadamente un 5 por ciento no se han aceptado para entrar en el proceso de acreditación por presentar defectos de forma. De las aceptadas generalmente se acreditan todas, siendo el número de créditos el diferencial entre unas y otras'.
Todas estas iniciativas (Comisión Nacional, comisiones y consejos autonómicos y SEAFORMEC) conforman un solo modelo, con una única metodología. Sin embargo, existen otros modelos de acreditación, como son los impulsados por las Sociedades Científicas que aplican su propia metodología para garantizar y dar valor a las diversas actividades de formación que se programan con respecto a su especialidad. 'Este el caso de la Española de Cardiología, de la Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) y SEMERGEN, Ginecología (SEGO), Ortopedia (SECOT),'' explica el responsable de SEAFORMEC.
La Sociedad Española de Medicina General, que también posee su propio sistema de acreditación de FMC, 'ha optado por acreditar todas sus actividades a través de SEAFORMEC, dado que somos partidarios de que la acreditación, en aras de garantizar la calidad, provenga de un ente externo', tal y como afirma el doctor Antonio Fernández-Pro. Según este experto 'conseguir un aval externo es primordial en la FMC' y, en este sentido, y tal y como explica este responsable de la SEMG 'nuestra Sociedad, además de acreditar sus actividades vía SEAFORMEC, acaba de firmar un convenio de colaboración con la Facultad de Informática de la Universidad Pontificia de Madrid, para conseguir, de este modo, ese aval externo de calidad, que, en este caso, certificará el adecuado soporte tecnológico de las actividades de formación médica continuada'. A la vista de lo contemplado en la LOPS, y como se analiza más adelante, la tendencia en un futuro 'ha de traer la homologación de los sistemas de acreditación', tal y como ha apuntado el doctor Pardell en declaraciones a EL MEDICO.
Según señala, el presidente de la OMC, desde el punto de vista profesional, una de las principales bondades de la acreditación radica en 'la posibilidad de dar una garantía al profesional de que su formación sirve para algo'.
Los expertos aluden, sin embargo, a otro tipo de acreditación, hoy, por hoy, con muy escasa implantación en España, como es la acreditación institucional. Ésta contempla, como bien indica su nombre, 'la acreditación de determinadas instituciones que podrán, a partir de un momento dado, acreditar actividades', según explica el secretario ejecutivo del CCFMC.
Tal y como puntualiza este experto, 'en España no se aceptó este sistema y, actualmente, no es posible fuera de Cataluña'. No obstante, y en su opinión, 'es un sistema que funciona muy bien y que está en la misma línea de descentralización que ha inspirado la creación de SEAFORMEC. Sería un caos que un único organismo central se ocupara de las miles de actividades que solicitan acreditación al año. Esto se resuelve, en parte, permitiendo la acreditación de grandes instituciones'.
El doctor Pardell, quien ve en dicha acreditación institucional una herramienta que debería adoptar el resto de sistemas de acreditación españoles, subraya, sin embargo, que 'las instituciones avaladas han de cumplir un elemento esencial: mantener de una manera nítida y clara la separación entre la parte de la institución que acredita y aquélla que se encarga de proveer FMC'.
Carrera profesional
y necesidad de homologar la acreditación
Asociado, de alguna forma al ámbito de la acreditación, los expertos reconocen la gran importancia del establecimiento social de la carrera profesional del facultativo, una carrera mediante la cual se alcanza reconocimiento social 'se sube de nivel profesional' valorando, entre otras cosas, la formación continuada acreditada que ha recibido una determinada persona. La carrera profesional, pues, otorga razón de ser a los entes acreditadores que se han establecido en el conjunto del territorio español en los últimos años, así como a la FMC en general.
Según Hèlios Pardell si bien 'la LOPS no contempla de manera explícita la recertificación de los médicos, sí lo hace de manera implícita'. El director técnico de SEAFORMEC se refiere al establecimiento, por parte de la ley, de que 'los médicos tengan que rendir cuentas a la Administración, a las organizaciones profesionales, a los empleadores,''.
Ahora bien, si el profesional pudiese ir escalando y adquiriendo reconocimiento social mediante la valoración de la formación continuada recibida y debidamente acreditada, y teniendo en cuenta los modelos de acreditación actualmente existentes, por un lado, y el impulsado por algunas Sociedades Científicas, por otro, Pardell anuncia que 'tenemos que plantearnos la homologación de los sistemas existentes'. En su opinión, y dado que la LOPS reconoce como sistema oficial el contemplado en el primero de estos modelos, 'previsiblemente las Sociedades Científicas con sistemas de acreditación propios tendrán que hacer un esfuerzo para integrarse en el sistema de SEAFORMEC, sistema que puede englobarlos a todos, utilizando una metodología equivalente y respetando especificidades'. Según este experto, 'sería esperable y deseable que en un plazo de 2 ó 3 años pudiéramos llegar a una homologación total'.
Más difícil será, en opinión del doctor Pardell, conseguir la homologación de los sistemas de acreditación europeos. 'Europa es un caos', asegura este experto, implicado directamente en el establecimiento de un sistema de acreditación a este nivel. 'En estos momentos 'continúa' está emergiendo un sistema de homologación europeo de los sistemas existentes en los distintos países, impulsado por la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS) y bajo la denominación de Consejo Europeo de Acreditación de la Formación Médica Continuada (EACCME)'. Para Pardell, sin embargo, pasará mucho tiempo antes de conseguirse la homologación, dado que los países se encuentran en estadios distintos de evolución en esta parcela. Así, explica, 'Italia tiene una comisión parecida a la española, pero totalmente centralizada. Mientras, Francia, Alemania, Bélgica y algunos países del Este, están trabajando en ello pero todavía no tienen comisión. Inglaterra, sin tener comisión nacional, tiene sistemas evolucionados de acreditación, aunque ahora se centran más en el ámbito de la evaluación de la competencia'.
En conclusión, y a la vista de lo expuesto hasta ahora, la aparición de la LOPS, ha supuesto un verdadero punto de inflexión en el mundo de la formación médica continuada. Los especialistas consultados ven la ley como un paso muy importante para el reconocimiento del profesional sanitario, pero, la mayoría de ellos se muestran prudentes y a la espera de cómo se desarrolle este texto normativo. Se abren, pues, nuevos retos para el futuro y cuestiones que, sin duda, hay que pulir.
Planteamiento del nuevo Gobierno
Desde la nueva Dirección General de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad y Consumo del Gobierno socialista, se considera la LOPS como una normativa de una 'influencia fundamental en la Formación Médica Continuada de los profesionales sanitarios', en palabras de Ramón Jiménez, vocal asesor de dicha Dirección General, quien subraya que 'hasta la aprobación de esta Ley no existía en España ningún tipo de regulación al respecto'.
El próximo paso del Ministerio, previo y necesario para el desarrollo del texto normativo, es el de la constitución, tal y como indica Jiménez, de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud. Del establecimiento de esta comisión tendrá que salir, según el vocal asesor de esta Dirección, 'la Comisión de la Formación Continuada prevista por la ley, de la que formarán parte representantes de las comunidades autónomas, y que heredará el trabajo realizado hasta ahora por la Comisión Nacional de la Formación Continuada ya existente'.
Respecto al papel que jugará la Administración tras el desarrollo de la LOPS ésa es una cuestión que tendrá que responderse 'tras los acuerdos a los que lleguen los representantes autonómicos y del Ministerio en el seno de estas comisiones', asegura Jiménez, dado que, hoy por hoy, 'la ley anuncia unos principios pero no permite afirmar cómo van a ser aplicados'.
Financiar parte de la formación o reestructurar los horarios laborales de los profesionales para facilitar el acceso a la FMC es una cuestión 'no determinante para el Ministerio, ya que compete a los servicios de salud de las comunidades sutónomas, que son los que tienen la gestión y el desarrollo de la atención sanitaria', añade el vocal asesor de este Departamento de Recursos Humanos.
Acceso a la FMC: el problema de los refuerzos
A pesar de que, como recuerda el presidente de la Federación de Asociaciones de Médicos de Refuerzo (FAMER), el doctor Oscar Quintana, 'los acuerdos firmados entre sindicatos e Insalud en el año 99 reconocían el derecho del médico de refuerzo a la formación médica continuada, nuestro colectivo continúa sin poder acceder a la formación por dos cuestiones principales: el tiempo y el dinero'. Según este experto, hoy en día 'el médico de refuerzo, si quiere formarse, tiene que pagárselo de su propio bolsillo y dedicar su tiempo libre a tal fin'.
La oferta de la Administración, reclamada por el colectivo y acordada en el año 1999, es actualmente 'muy escasa', afirma el doctor Quintana, 'y las pocas plazas que se convocan se llenan en seguida. No llegamos ni de lejos a las 40 horas anuales acordadas con el Insalud hace cinco años'. A ello hay que sumar las jornadas laborales 'que en ocasiones superan las 48 horas', matiza, y 'la importancia que tiene la formación de unos profesionales que, al trabajar en urgencias, tratan un amplio abanico de temas tales como la Cirugía menor, la atención en casos de accidente de tráfico, etc'. A su modo de ver, 'no se nos reconoce la importantísima labor que desempeñamos como puerta de entrada al servicio de salud'.
Los sindicatos, sensibles a la problemática, reivindican también una mejora de las condiciones del colectivo. En opinión de Pilar Navarro, secretaria de Sanidad de la Federación de Servicios Públicos de UGT, 'el tema de los médicos de refuerzo ha sufrido una perversión absoluta. Tienen los mismos derechos que cualquier otro profesional y, sin embargo, trabajan en unas condiciones de total precariedad'.
Por su parte, Julio Zarco, vocal de formación de SEMERGEN, considera que 'todos los profesionales que ejercen en el sistema público, sean o no médicos de refuerzo, tienen que recibir obligatoriamente horas de formación para mejorar su competencia profesional'. Reafirma que los médicos de refuerzo 'tienen actualmente contratos basura en los que no se contemplan ni los derechos más básicos del profesional'.
Otro modelo de formación médica continuada
En el ámbito de la provisión de la Formación Médica Continuada y su estructuración, y aceptando que el modelo actual está liderado por las actividades propuestas por distintas instituciones como Sociedades Científicas 'que asumen dicho liderazgo', Colegios de Médicos, centros sanitarios, Universidades, Administraciones 'sobre todo autonómicas', etc', surge una iniciativa hecha pública por el sindicato Médicos de Cataluya (MC) en el año 2003 y que esta organización sigue defendiendo en la actualidad.
MC apoya un modelo que, tal y como ha explicado Francisco Carlos Agaton, secretario de servicios y formación de MC, 'introduce un concepto de retroalimentación en la formación médica continuada'. El sindicato apuesta por la creación de un comité, lo que denominan 'comité pedagógico', en cada centro sanitario. 'El grupo de expertos que conformaría el comité 'explica Agaton' tendría representación tanto de la Administración 'de la gerencia, si se trata de un centro público' o de la patronal 'si se trata de un centro concertado', como de los sindicatos médicos profesionales'.
La función principal del comité, según el punto de vista de este sindicalista, sería la de 'adaptar las necesidades de formación a las particularidades y necesidades específicas de los centros', en palabras del responsable de servicios y formación de MC. Y es que, continúa Agaton, 'por poner un ejemplo, no es lo mismo un centro situado en el barrio de la Mina de Barcelona, que en el de Sarrià. Seguramente, el primero tendrá la necesidad de actualizar conocimientos en relación a la inmigración, algo que es poco probable que ocurra en el segundo'.