EL MEDICO INTERACTIVO, Murcia.- Especialistas en Reumatología han observado un aumento del riesgo cardiovascular en pacientes con artritis reumatoide. Estos pacientes, advierten, no presentan factores de riesgo propios de esa enfermedad, como hipertensión, diabetes o hipercolesterolemía, ni tampoco historia de episodios como infartos o ictus,…
EL MEDICO INTERACTIVO, Murcia.- Especialistas en Reumatología han observado un aumento del riesgo cardiovascular en pacientes con artritis reumatoide. Estos pacientes, advierten, no presentan factores de riesgo propios de esa enfermedad, como hipertensión, diabetes o hipercolesterolemía, ni tampoco historia de episodios como infartos o ictus, y sin embargo terminan teniendo una grave complicación por una enfermedad cardiovascular. Así lo señaló el doctor Jesús Tornero, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), durante el IV Simposio de Artritis Reumatoide de la SER, celebrado recientemente en Murcia.
En el simposio de la SER también se puso de manifiesto el incremento de la mortalidad cardiovascular en estos pacientes. Las causas pueden ser muy diversas, aseguraron los especialistas, 'por llevar una vida más sedentaria por la propia enfermedad, por un efecto directo de la inflamación articular mantenida sobre los vasos sanguíneos, pero también parece ser que algunas de las citoquinas que se liberan desde las articulaciones inflamadas, puede promover cambios que favorecen la arterioesclerosis, el aumento de estrés oxidativo y de factores trombóticos', señaló el doctor Tornero. Estos cambios se ha observado sobre todo en las artritis con una actividad y una progresión más agresivas.
'Sin embargo, en los últimos años se registra un menor número de casos de morbi-mortalidad por enfermedad cardiovascular en estos pacientes, debido a un control más exhaustivo y eficaz de la inflamación articular, ahora se puede detectar más precozmente e instaurar un tratamiento efectivo que detenga la enfermedad', afirmó el especialista.
Remisión en fases tempranas
La remisión de la artritis reumatoide en las fases tempranas está cambiando el panorama de la enfermedad en los últimos años, aseguraron los expertos, tanto por las nuevas técnicas diagnósticas, como el eco doppler y la resonancia 'otro de los aspectos tratados en el simposio-, como por los nuevos fármacos que modifican y pueden detener la enfermedad. Estas técnicas permiten un diagnóstico más precoz, antes de que la enfermedad empieza a ser destructiva y haya erosiones en las articulaciones. 'Ahora estamos en condiciones de alterar de forma significativa el curso natural de la enfermedad y es nuestra obligación que nuestros pacientes se beneficien de todo ello. El diagnóstico precoz y el tratamiento con los fármacos adecuados, mejoran de forma significativa el pronóstico de estos pacientes y ayudan a detener la progresión de la enfermedad de forma mucho más eficaz', señaló el presidente de la SER.
Hasta hace poco se decía que a los 10 años de comenzar la enfermedad, un porcentaje bajo de pacientes iba a continuar trabajando, mientras que el resto iba a tener una discapacidad e incapacidad para atender sus obligaciones laborales y familiares. Sin embargo, este futuro es hoy modificable, según los reumatólogos, 'aunque no hay un tratamiento curativo, sí se puede retrasar su evolución y permitir al paciente que lleve una calidad de vida muy aceptable', señaló el doctor Tornero. Precisamente para diagnosticar cuanto antes esta enfermedad la SER está llevando a cabo la campaña 'La artritis no espera', y es que 'en sus fases tempranas, debe ser considerada como una emergencia médica, en el sentido de que cuanto primero se trate esta enfermedad, mayores serán las posibilidades de hacerla remitir'.