El uso de betabloqueantes en estos pacientes no incrementa el riesgo de exacerbaciones ni de mortalidad
19 de septiembre 2023. 12:30 pm
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una patología que con frecuencia se asociada a la insuficiencia cardiaca. Se estima que el riesgo de desarrollar esta enfermedad coronaria en los pacientes con un diagnóstico de EPOC es 4,5 veces superior que en los individuos que…
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una patología que con frecuencia se asociada a la insuficiencia cardiaca. Se estima que el riesgo de desarrollar esta enfermedad coronaria en los pacientes con un diagnóstico de EPOC es 4,5 veces superior que en los individuos que no tienen este trastorno1.
En España, concreta el doctor Alberto Mateo Cárdenas, del Centro de Salud San Isidro, en Los Palacios y Villafranca (Sevilla), “en un estudio se observó que los pacientes con la enfermedad pulmonar tenían un riesgo 2,5 veces mayor de desarrollar cardiopatía isquémica que los individuos sanos”.
La relación entre ambas dolencias supone un factor de riesgo para presentar una agudización en el paciente. La doctora María Jesús Tallón Aguayo, del Centro de Salud de Almonte, en Huelva, señala que la Neumología y la Cardiología tienen muchas áreas en común. “De hecho, el 25 % de los pacientes con EPOC tienen cardiopatía isquémica, es decir, uno de cada cuatro pacientes con EPOC tiene cardiopatía isquémica estable o aguda”, resalta. A su juicio, la causa de esta asociación se encuentra con frecuencia en un problema común, el tabaquismo.
“La relación con el tabaquismo y la inflamación sistémica favorecen el desarrollo de aterosclerosis, la disfunción endotelial, la formación de placa con su posterior ruptura y la consiguiente trombosis, siendo la cardiopatía isquémica la principal causa de muerte entre estos pacientes”, explica esta experta2.
Sin embargo, el doctor David Esteban Rodríguez, del Centro de Salud La Orden, en Huelva, puntualiza que la propia EPOC también aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica con independencia del tabaquismo, ya que cursa con inflamación sistémica, produce estrés oxidativo y daño endotelial y aumenta el riesgo de eventos coronarios.
Tratamiento conjunto
Teniendo en cuenta esta relación, el doctor Andrés Pozo Toscano, del Centro de Salud de Guillena(Sevilla), indica que es importante tener en cuenta todas las comorbilidades, incluidas las cardiovasculares, en el manejo de la EPOC, ya que influyen en su tratamiento, en la evolución natural de la enfermedad y en el pronóstico vital.
De hecho, “diversos estudios han demostrado el efecto beneficioso del tratamiento de enfermedades cardiovasculares en pacientes con EPOC. En ese sentido, se ha comprobado que el uso de betabloqueantes y estatinas reduce el número de exacerbaciones y aumenta la supervivencia del paciente”, dice el facultativo. Por tanto, añade: “el tratamiento de la EPOC no debe centrarse exclusivamente en el pulmón, sino que debe ampliarse a las comorbilidades del paciente, especialmente en el caso de los mayores”.
Los betabloqueantes son medicamentos que se utilizan habitualmente para el tratamiento de la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares. Debido a que estos fármacos pueden afectar a la función respiratoria, existe cierta preocupación por su seguridad en su uso en pacientes con EPOC.
Seguridad de los betabloqueantes
El doctor Mateo apunta que hay estudios que han demostrado que estos medicamentos pueden empeorar los síntomas respiratorios en los pacientes con la enfermedad respiratoria. “Sin embargo, −reconoce− la mayoría de los trabajos han evidenciado que los betabloqueantes no aumentan el riesgo de exacerbaciones ni de mortalidad en pacientes con EPOC”.
Un trabajo de 2019 centrado en evaluar el efecto de estos fármacos con EPOC y enfermedad cardíaca concluyó que los betabloqueantes redujeron el riesgo de exacerbaciones y mejoraron la función cardiovascular, argumenta el facultativo.
“Otro estudio encontró que estos fármacos, además de no incrementar el riesgo de exacerbaciones ni de mortalidad en pacientes con ambas patologías, reveló que se trata de medicamentos seguros y efectivos en estos pacientes”3.
Por su parte, la doctora Inmaculada Llimona Perea, del Centro de Salud Alamillo, en Sevilla, agrega que, tal como recoge la Sociedad Española de Cardiología en su web, según un metaanálisis, “los betabloqueantes cardioselectivos, no son solo seguros, sino que reducen la mortalidad, no afectan a la acción de los broncodilatadores, reducen el incremento de la frecuencia cardiaca causada por los inhaladores y pueden disminuir el número de las exacerbaciones de la EPOC”1,4.
En cualquier caso, el doctor Mateo remarca que “es importante que los médicos evalúen cuidadosamente los riesgos y beneficios de los betabloqueantes en cada paciente de manera individual antes de prescribirlos”.
Seguridad de la terapia inhalada
En sentido inverso, también es preciso valorar la compatibilidad de los tratamientos de la patología respiratoria en los pacientes que también tienen problemas coronarios, ya que son varios los fármacos que pueden aumentar la onda QT o provocar taquicardias, apunta la doctora Llimona.
Su colega, la doctora Tallón, indica que: “como normal general, los pacientes EPOC con patología cardiovascular asociada deben realizar un tratamiento adecuado para ambas patologías como si existieran de forma independiente”.
Los esteroides, los anticolinérgicos y los leucotrienos usados habitualmente en el manejo de la EPOC no modifican el curso de la cardiopatía en el caso de que existiese, dice la experta. “Además, no parece que los beta-2-agonistas de corta duración tengan efecto en un paciente que no presente mayor hipoxemia de la habitual, y su discontinuación podría favorecer la aparición de angina por empeoramiento de la oxigenación”. “Lo que sí se recomienda, aunque no existen estudios diseñados específicamente, −puntualiza la doctora− es evitar dosis altas de beta agonistas en situación de angina inestable”5.
El doctor Esteban concluye que, “pese a la falta de evidencia en algunas situaciones, los datos actuales sugieren que tanto el uso de broncodilatadores como de corticoides inhalados son seguros en los pacientes con exacerbación de EPOC y comorbilidad cardiovascular”. No obstante, precisa que se requieren estudios sobre la utilidad y seguridad de mantener el tratamiento habitual de los pacientes con EPOC añadidos a los broncodilatadores de corta duración durante las exacerbaciones.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores: Inmaculada Llimona Perea, Alberto Mateo Cárdenas, Andrés Pozo Roscano, Ángel Hurtado de Mendoza Medina, David Esteban Rodríguez, Francisco Moreno Cascajosa, Franklin Matías Núñez Bastardo, Francisco Núñez Gutiérrez y María Jesús Tallón Aguayo.
Referencias:
1 Yang-Li Yang, Zi-Jian Xiang, Jing-Hua Yang. Association of b-blocker use with survival and pulmonary function in patients with chronic obstructive pulmonary and cardiovascular disease: a systematic review and meta-analysis, European Heart Journal (2020). 41, 4415-4422.
2 Calderón A. El eje cardiopulmonar y la mortalidad cardiovascular en el paciente EPOC. Medicina de Familia. SEMERGEN.2023; 49 (4).
3 Paolillo S, Dell’Aversana S, Esposito I, Poccia A, Perrone P. The use of β-blockers in patients with heart failure and comorbidities: Doubts, certainties and unsolved issues. Eur J Intern Med. 2021;88:9-14.
4 Empleo de betabloqueantes en pacientes cardiópatas con EPOC. El dilema se ha resuelto. Sociedad Española de Cardiología. Disponible en: 2. https://secardiologia.es/blog/12039-empleo-de-ss-bloqueantes-en-pacientes-cardiopatas-con-epoc-el-dilema-se-ha-resuelto.
5 De la Iglesia F, Serrano J, Montes J. Enfermedad obstructiva crónica (EPOC) y comorbilidades. Galicia Clin. 2012; 73 (Supl.1)º: S30-S36.