El objetivo del Ingesa es 'fidelizar' la presencia de los profesionales a través de tres vías: el incremento retributivo, el desarrollo de la carrera profesional que facilite que el personal sanitario se sienta a gusto en estas ciudades, y en tercer lugar una mejora en las condiciones de trabajo y formación'. Así lo explica Francisco Javier Muñoz, director general del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), a la hora de definir la tarea que afronta el Instituto ante la escasez de facultativos en las dos ciudades autonómicas.
Ceuta y Melilla constituyen las únicas excepciones en la transferencia que se ha realizado progresivamente de las antiguas competencias del Insalud a las comunidades autónomas. La Administración central sigue controlando prácticamente la Sanidad pública de los dos territorios pese a que, en el caso de Melilla, desde el pasado 1 de enero, ésta cuenta con nuevas competencias sanitarias, en materia de Salud Pública e Higiene, fijadas en el Acuerdo de la Comisión Mixta de Transferencias y previstas en la disposición transitoria segunda del Estatuto de Autonomía de Melilla. La valoración del coste de los servicios traspasados asciende a más de 1,1 millones de euros. De las trasferencias recibidas destaca aquélla que da la potestad a la ciudad para la puesta en marcha de los nuevos centros sanitarios. También ejercerá a partir de ahora las inspecciones técnicas sanitarias. De igual modo, ha asumido las competencias que la Administración sanitaria del Estado venía realizando sobre el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas. Igualmente, asume el control para la apertura o cierre de balnearios y entidades de seguro libre de asistencia médico-farmacéutica, así como oficinas de farmacia y centros facultados para la expedición de certificados de aptitud dentro del Código de la Circulación. Además, va a gestionar los programas sanitarios tendentes a la protección y promoción de la salud, tales como los de higiene maternal, infantil, escolar, industrial, laboral, ambiental, deportiva, mental, así como las acciones sanitarias permanentes en materia de enfermedades transmisibles y no transmisibles, antropozoonosis y educación sanitaria. El mismo acuerdo recoge las competencias para el estudio, vigilancia y análisis epidemiológico de los procesos que incidan, positiva o negativamente, en la salud humana, además de las administración de vacunas.
De acuerdo con los datos recogidos en el plan de ordenación de recursos humanos suscrito entre el Ingesa y los sindicatos, desde 1998 en ambas ciudades se ha producido un incremento de población que hasta el año 2002 se situaba en torno al 5 por ciento en el caso de Ceuta y en torno al 15 por ciento en Melilla. Se prevé una estabilidad en estas cifras para los próximos años. Se trata, por tanto, de atender a una población de derecho que alcanza a 140.000 personas. Cálculos oficiales estiman que la de hecho, debida a la presión asistencial desde Marruecos, rondaría las 170.000 personas.
La Sanidad pública en Ceuta y Melilla está sometida a un rigor presupuestario pero no se tiene en cuenta suficientemente la presión asistencial, en opinión de voces críticas
Según las cifras señaladas en el plan, los pacientes totales atendidos en las urgencias del Hospital de Ceuta en 2004 fueron 55.759. De ellos, 6.752 eran extranjeros sin tarjeta sanitaria, lo que supone un 12,11 por ciento sobre el total. De las 6.518 personas hospitalizadas, 1.415 eran también extranjeras lo que supuso un 21,71 por ciento del total. Los atendidos en 2004 en las urgencias del Hospital de Melilla fueron 48.855, de los que 8.493 eran extranjeros sin tarjeta, un 17,38 por ciento sobre el total. De los 6.331 hospitalizados, 2.492 fueron extranjeros sin tarjeta sanitaria, un 39,36 por ciento del total. La asistencia de pacientes desde Marruecos abarca todas las especialidades aunque predominan, sobre todo, los partos y la diálisis. Este último tratamiento ha supuesto un serio problema con los actuales medios materiales y humanos de las dos ciudades.
'La Sanidad pública en Ceuta y Melilla está sometida a un rigor presupuestario fijado por el Estado pero no se tiene en cuenta suficientemente la presión asistencial que existe por el hecho de actuar fuera de la península', señala Cristóbal Gil, de la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras. Para este sindicato, la Administración central ha ignorado, hasta ahora, la situación sanitaria real en estas ciudades y eleva considerablemente las cifras de población asistida que maneja la Administración central. 'Una estructura pensada para menos de 100.000 habitantes está atendiendo a más de 300.000 personas por la situación fronteriza de las dos ciudades con un continuo trasvase de ciudadanos. La población vecina de Marruecos, con necesidades sanitarias no cubiertas, no tiene otra salida que ser atendida por los profesionales del Ingesa. Hay un trasvase permanente hacia los centros sanitarios españoles. Para cualquier proceso, los ciudadanos de Marruecos se trasladan a Ceuta y Melilla, y este problema no se tiene en cuenta en el rigor presupuestario', sostiene Cristóbal Gil.
A la presencia de estas personas se une el fenómeno cada vez mayor de la llegada de inmigrantes desde otros países africanos. 'Hay, además, especialidades que sólo se prestan en hospitales de referencia lo que obliga a los pacientes a trasladarse a la península', indica este sindicalista.
El presupuesto global del Ingesa para 2006 asciende a 198 millones de euros, mientras que 'con el objetivo de hacer más atractivo el trabajo en las dos ciudades del norte de África se va a aumentar el destinado a formación para los profesionales en un 20 por ciento. Asimismo, se van a recibir más de 400.000 euros para el fondo de formación en la prescripción adecuada de medicamentos.', señala el responsable del Ingesa.
En este mes de febrero, está prevista la presentación de un diseño de la carrera profesional que será negociado entre la Administración y los sindicatos. 'Tenemos el criterio de que la carrera dure 23 años. Si, por ejemplo, se concluyera el MIR a los 30 años este plazo supondría que se alcanzaría un nivel de excelencia a los 53', explica el director general del Ingesa. El propósito del Instituto es atenerse también a las pautas acordadas por el Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas. Desde el Instituto se ha pactado un fondo de 260.000 euros a cuenta de carrera para este año. El diseño de carrera sería aplicable para el personal fijo que supone el 60 por ciento de los 265 médicos destinados en Ceuta y Melilla. A este personal fijo se le computaría el tiempo de ejercicio que hayan mantenido como temporales.
Incremento de plantilla
'Tras el acuerdo entre el Ingesa y los sindicatos, suscrito el pasado otoño, la plantilla de profesionales se incrementará en un 4 por ciento durante este año, en un 3 por ciento en 2007 y en otro 3 por ciento en el año siguiente', dice Francisco Javier Muñoz. En el Ingesa se quiere seguir desarrollando una política de atracción de profesionales hacia Ceuta y Melilla. Se ha logrado, por ejemplo, que dos pedíatras colombianos se incorporen a la plantilla de Ceuta. El acuerdo suscrito el pasado otoño entre la Administración general del Estado y los sindicatos sobre retribuciones va suponer que los profesionales vean reflejada en su paga, a partir del próximo mes de junio, el 80 por ciento de complemento de destino, y en diciembre el cien por cien. En el año 2007 se quiere ir introduciendo en dichas pagas parte del complemento específico.
'Es necesario un aumento de las retribuciones de los profesionales para incentivar la permanencia y sería positivo retirar la obligación de exclusividad, facilitando el ejercicio libre no sólo en Ceuta y Melilla sino también en el norte de Marruecos', señala el doctor Enrique Remartinez, presidente del Colegio de Médicos de Mellilla. Los sindicatos han defendido que el esfuerzo de los profesionales que trabajan en las dos ciudades precisaba mejorar las retribuciones ante turnos, guardias, pagos por tarjeta sanitaria individual, productividad o pluses de residencia. Antes del acuerdo suscrito el pasado otoño entre el Ingesa y los sindicatos, Comisiones había calculado la diferencia de retribuciones del personal sanitario de Ceuta y Melilla con la media de las comunidades autónomas, en unos cuatro millones de euros. Las mejoras laborales eran ineludibles para motivar a los profesionales a permanecer prestando asistencia en estas ciudades del norte de África.
'Se hace imprescindible consolidar el empleo en unas plantillas que padecen un alto grado de precariedad e inestabilidad en gran parte de las categorías que más incidencia tienen en la asistencia que se debe prestar a la población', se afirma en el plan de ordenación de recursos humanos. En el texto se asegura que, con los datos reales de población censal que se vienen manejando, la dotación de plantillas del personal sanitario está ligeramente por encima de la media de los hospitales del extinguido Insalud. Lo que ocurre es que en los hospitales de Ceuta y Melilla existen 25 vacantes en cada uno de ellos en las diferentes categorías, es decir, plazas que no están cubiertas ni por propietarios ni por interinos. A su vez, en el Hospital de Melilla existen, con nombramiento de eventual, 44 personas de diferentes categorías y con antigüedades diversas. En el hospital de Ceuta, esos eventuales alcanzan la cifra de 37, también con diferentes antigüedades en el nombramiento.
En Atención Primaria, el número de plazas vacantes que no están cubiertas, ni por propietarios ni por interinos, es de 5 en Ceuta y 4 en Melilla. Existen en Ceuta 5 profesionales eventuales en Primaria y otros tantos en Melilla. En Ceuta, el personal temporal supone de media un 52,57 por ciento de los efectivos reales, un 69,27 por ciento en Primaria y un 47,41 por ciento en Especializada, cifras similares a las registradas en Melilla.
Plus insuficiente
Sin embargo, 'los especialistas no se asientan de forma estable a Ceuta y Melilla. En cuanto les es posible se trasladan a la península. El plus de residencia no compensa la presión asistencial que tienen que soportar', indica Cristóbal Gil. Las dos ciudades viven en la incertidumbre de no saber los profesionales que van a estar en la ciudad en un futuro ante la falta de arraigo en la ciudad. 'El personal sanitario, lógicamente, quiere ver atendidas sus necesidades económicas pero también desea que se le abran unas expectativas de desarrollo profesional y esas perspectivas son, hoy por hoy, muy limitadas en Ceuta y Melilla. La única alternativa que encuentran es marcharse, agrega el representante de Comisiones Obreras.
'El plus de residencia prácticamente se va a la vivienda que es muy cara en nuestra ciudad ', explica el doctor Javier Prat, presidente del Colegio de Médicos de Ceuta. El doctor Prat se muestra también favorable a la suspensión de la exclusividad. El plan de recursos humanos plantea la indemnización por residencia, como una vía para conseguir la permanencia del personal sanitario en las dos ciudades. El plan propone incrementarla al máximo en los próximos años con el fin de atraer y mantener a los profesionales en sus puestos de trabajo.
Un sistema de rotaciones
Desde Comisiones, se ha subrayado la ausencia de especialidades médicas como la de Oncología en Ceuta. Se insiste en las dificultades para realizar diagnósticos y en la falta de personal como, por ejemplo, el de enfermería. Se trata de un déficit ya tradicional que se estima, como mínimo, en 250 puestos de nueva creación. Una posible vía para asegurar una permanencia de profesionales en las dos ciudades sería fomentar un sistema de rotaciones que permitiera que, aun manteniendo la residencia, pudieran durante períodos de tiempo trasladarse a centros sanitarios de la península para que continuaran su perfeccionamiento y luego regresar a Ceuta y Melilla. Con este tipo de alternativas las dos ciudades se harían más atractivas y romperían su imagen de aislamiento fuera de los centros donde el profesional puede promocionarse y actualizar sus conocimientos.
Una visita realizada en febrero de 2005 por personal del Ingesa al Hospital de Melilla concluyó que la dotación del personal sanitario no facultativo era muy ajustada. No era posible realizar todas las libranzas previstas en la jornada laboral anual. En general, en los centros sanitarios de Ceuta y Melilla hay unas cifras de absentismo muy superiores a las existentes en el régimen general en ambas ciudades. Según el plan de recursos humanos, se duplica el índice general. Este índice se ha incrementado, además, en los últimos tres años. Los mayores niveles se producen en enfermería, auxiliares de enfermería y celadores. La media de días de absentismo fue en 2004 es de 32 días en Ceuta y 27 en Melilla. En el plan no se descarta que en estas ausencias laborales tengan influencia en la presión asistencial y en la insatisfacción laboral.
Desde alguna organización sindical se incide en la ausencia de especialidades médicas como es el caso de la Oncología
En CC.OO. se considera que ha existido un incumplimiento por la Administración de las promesas de adecuación e inversión en instalaciones. Se afirma que en el caso de Melilla, dos ministros de Sanidad prometieron construir dos centros de salud más. Desde este sindicato se afirma que las inversiones en instalaciones sanitarias han sufrido un claro frenazo durante los sucesivos gobiernos.
Red incompleta
'Habría que aumentar el uso del Hospital militar. Lo ideal sería que pudiera prestar servicio tanto a la población civil como a la militar', señala el doctor Enrique Remartinez. El nuevo hospital civil de la ciudad resulta ya insuficiente para las necesidades asistenciales. El militar se encuentra infrautilizado ante la disminución de efectivos de las fuerzas armadas en la ciudad y el hecho de que soldados y familiares acuden a la Sanidad civil para ser atendidos. A la espera de que se termine el nuevo hospital de Ceuta, el actual, instalado en el antiguo centro de la Cruz Roja, carece de instalaciones adecuadas. A título de ejemplo se subraya que tiene unos medios de ventilación ya desfasados y el personal carece de lugares adecuados para poder descansar. 'La red de Atención Primaria no está completada. Faltaría como mínimo un centro de salud en Ceuta y dos en Melilla', señala Cristóbal Gil.
'En los presupuestos generales del Estado, se ha introducido una enmienda que permite al Ingesa adaptar la normativa de ayudas para desplazamientos de pacientes a la península con un incremento en estas ayudas', señala Francisco Javier Muñoz.
La población vecina de Marruecos que carece de cobertura para sus necesidades sanitarias recurre a los profesionales del Ingesa.
En el marco del convenio suscrito entre el Instituto y el Ministerio de Defensa se prevé en 2006 la puesta en marcha de un proyecto de telemedicina con el Hospital Gómez Ulla de Madrid. Las inversiones en nuevas tecnologías que permitieran la realización de las pruebas desde la península sin requerir el traslado del paciente podría ser una vía que relajara la presión asistencial y redujera los viajes desde las dos ciudades hasta otros hospitales españoles. 'Se deberían realizar inversiones en centros de alta cualificación con el fin de que el ciudadano pudiera salir diagnosticado en su dolencia y con el tratamiento preciso', afirma Cristóbal Gil. Desde el Ingesa se quiere iniciar un proceso de colaboración con el sector sanitario marroquí por medio de ONG, fundaciones y diferentes instituciones. Esta colaboración podría facilitar también una disminución de la población que es atendida en Ceuta y Melilla. Además, en la ciudad marroquí de Nador se intenta colaborar para la puesta en marcha de centros de diálisis.
Acuerdo de retribuciones
El Gobierno aprobó el pasado diciembre de 2005 el acuerdo suscrito en otoño entre el Ingesa y los sindicatos Con un coste total de 1.295.593,90 euros se trata de adaptar las retribuciones del personal sanitario a las condiciones especiales de Ceuta y Melilla. Según el Ministerio de Sanidad, se ha buscado favorecer especialmente al personal que realiza su labor en los turnos y guardias de más presión asistencial. El valor de la hora de guardia de presencia física se incrementa un 19,81 por ciento. Ahora será de 15,30 euros para especialistas y de 13,13 euros en el caso de la Atención Primaria con 8,48 euros para el personal de enfermería en Primaria. La atención continuada en especialistas aumenta entre un 10 y un 11,42 por ciento. Serán de entre 32,57 y 23,18 euros para la modalidad A en horario nocturno y de 54,28 a 38,75 euros para la B en domingos y festivos.
Se plantea un incremento en el complemento por la rotación de especialistas en la jornada de trabajo. Hay una subida que va de un 7 a un 20 por ciento. El resultado es de unas cantidades de entre 77,94 y 34,44 euros.
La productividad fija, según el número de zonas básicas y la población atendida, aumenta entre un 18,75 y un 10 por ciento. En el caso de los facultativos de Pediatría, Odontología y Psicología será de 100,92 euros a 386,54. Para las matronas, de 188,69 y 426,53 euros y los fisioterapeutas, de 124,24 a 356,19 euros. En los trabajadores sociales, de 124,24 a 212,95 euros y para los farmacéuticos y técnicos de salud pública en Atención Primaria 100,92 euros. El importe por la tarjeta individual sanitaria, ya que los equipos de Atención Primaria tienen asignado un cupo de tarjetas de pacientes, sube un 15 por ciento. Los valores mensuales oscilarán de 0,102256 a 0,706630 euros.