Mónica Martín/E.P., Madrid.- La presentación del Plan Integral de Cardiopatía Isquémica (PICI) por parte de la ministra de Sanidad, Ana Pastor, a los consejeros autonómicos del ramo ha constituido otro de los puntos relevantes del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), celebrado este miércoles. El proyecto, presentado por el profesor Alfonso Castro-Beiras, director del Área del Corazón del Hospital Juan Canalejo de La Coruña y coordinador del Plan, desarrolla un programa para la creación de modelos básicos, homogéneos e integrales para la prevención de las enfermedades coronarias por su elevada prevalencia. La conclusión aportada por el experto es que las principales actuaciones han de ir dirigidas a la prevención mediante hábitos saludables.
El PICI pone de manifiesto la existencia de "importantes diferencias sociales" en mortalidad cardiovascular, así como una "importante variabilidad no justificable en procedimientos y asistencia para la cardiopatía isquémica entre zonas geográficas". Asimismo, el Plan destaca que la cardiopatía isquémica supondrá un coste este año de 1.948 millones de euros, de los que 727 corresponden a costes directos (hospitalización, fármacos y seguimiento) y 1.221 a indirectos (básicamente pérdida de productividad).
En concreto, el mayor coste es el relacionado con la pérdida de productividad laboral ocasionada por la mortalidad prematura (528 millones), seguido del vinculado a la incapacidad permanente provocada por estas patologías (505) y a la hospitalización (371).
Por Comunidades Autónomas, las que tienen que afrontar mayores costes por estas enfermedades son Cataluña, con 326 millones; seguida de Andalucía (294 millones) y Madrid (288). De hecho, según el estudio, la distribución de la mortalidad "no es uniforme en todas las Comunidades Autónomas, existiendo una relación de alrededor de dos a uno entre las de mayor y menor mortalidad". "Al igual que en otros países desarrollados, en España existen importantes diferencias sociales en la enfermedad cardiovascular. Ésta es mayor en clases sociales más bajas y la diferencia se ha ido incrementando en las dos últimas décadas", señala.
Los autores del informe también revelan la existencia en España de una situación "de importante variabilidad no justificable en procedimientos y asistencia para la cardiopatía isquémica entre zonas geográficas". En este sentido, destacan como ejemplo la existencia de diferencias que "no se explican por diferencias en la incidencia de cardiopatía isquémica en la población" en la realización de coronariografías y angioplastias. Así, en el primer caso puede pasar de las 1.280 coronariografías por millón de habitantes que se realizan en Andalucía a las 3.088 de Madrid o las 2.485 de Navarra.
En el caso de las angioplastias se mantienen las diferencias entre Comunidades, como Murcia, con una tasa de 1.193 por millón de habitantes, y Extremadura, con sólo 472.
Para los autores del estudio, estas discrepancias en el uso de procedimientos que han demostrado su eficacia "no son aceptables, ya que pueden tener un impacto en la mortalidad y morbilidad de los pacientes, siendo por tanto deseable su reducción".
Más de 125.000 muertos al año
Según consta en el PICI, las enfermedades cardiovasculares constituyen actualmente la primera causa de muerte en España. De hecho, según los últimos datos, referidos a 2000, estas enfermedades causaron 125.723 muertes (57.056 en varones y 68.667 en mujeres), lo que supone el 35 por ciento de todos los fallecimientos.
Dentro de estas patologías destaca la enfermedad isquémica del corazón y, dentro de este grupo, el infarto agudo de miocardio, que es la más frecuente. En este sentido, según datos disponibles relativos a 2002, cada año 68.500 españoles son víctimas de uno de estos episodios, y de ellos 27.500 mueren en el momento y 41.000 llegan vivos al hospital. No obstante, de éstos, un año después sólo permanecen con vida 28.200.
Además, según los autores del Plan, la incidencia de infartos y anginas en personas de 25 a 74 años aumentará a un ritmo del 1,5 por ciento anual debido al incremento de la población, de forma que cada año habrá 8.800 personas ingresadas en hospitales por este motivo.
Reducir los factores de riesgo
Los autores del PICI hacen especial énfasis en la importancia de reducir los factores de riesgo y la incidencia de la enfermedad coronaria, y para ello proponen una batería de medidas y objetivos.
Así, en relación con el tabaco, el objetivo es reducir la prevalencia del tabaquismo a cifras menores al 30 por ciento en mayores de 15 años en un periodo de cinco años y a cifras inferiores al 34 por ciento en personas de entre los 16 y los 25 años en el mismo periodo.
Otro de los objetivos es rebajar la obesidad en un 3 por ciento en hombres y en un 5 por ciento en mujeres en 5 años o reducir la ingesta de alcohol en un 3 por ciento en cinco años en la población general aumentando la práctica deportiva e incrementando los niveles de frutas y verduras en la dieta.
Elaborar menús cardiosaludables
En el apartado de acciones a llevar a cabo, el PICI apuesta por cumplir los contenidos del Plan Nacional de Prevención del Tabaquismo; por fomentar las campañas informativas sobre los efectos de este hábito; y por impulsar la práctica del "consejo sanitario antitabaco" por parte de los profesionales sanitarios, ya que actualmente su implicación en el problema resulta "insuficiente".
Asimismo, recomienda incluir la formación sobre los efectos del tabaquismo en los contenidos de educación para la salud en la escuela, "implicando en la prevención del consumo de tabaco a toda la comunidad educativa".
En el terreno de prevención de la obesidad, el Plan establece la necesidad de ofertar "menús saludables en el marco de la restauración colectiva" (en el ámbito escolar y en comedores colectivos institucionales, públicos y privados), así como involucrar a la Agencia de la Seguridad Alimentaria para que colabore con la industria alimentaria de cara a elaborar productos cardiosaludables, "poniendo especial interés en el control de los contenidos de sal, grasas y de la información contenida en el etiquetado".
Otras medidas son "no recomendar el consumo de alcohol como efecto beneficioso para la salud" y fomentar la práctica de deporte incluso "aprovechando los recursos propios del lugar de trabajo y de la vida cotidiana", caminando en los trayectos en que sea posible y fomentando el uso de escaleras y transporte público.
Investigación
En el apartado de investigación, el Plan persigue el desarrollo de estudios epidemiológicos poblacionales a gran escala (cooperativos o multicéntricos) que permitan evaluar de forma secuencial y periódica el papel y la evolución de los factores de riesgo clásicos y emergentes tanto en la población general como en subgrupos de mayor riesgo o una mayor carga de la enfermedad.
Asimismo, apuesta por promocionar estudios sobre la efectividad de las medidas preventivas de cardiopatía isquémica y de promoción de la salud cardiosaludable y por analizar los patrones de manejo de los síndromes coronarios en distintos ámbitos y localización del SNS.
Según explicó la ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, en la conferencia de prensa posterior al CISNS, todos los consejeros mostraron su satisfacción por la presentación de este plan "tan completo", que constituye "el documento sobre atención cardiovascular y prevención tal vez más importante de toda la Unión Europea". La ministra agregó que todos los consejeros expresaron su intención de analizarlo "de forma inmediata para que su implantación sea una realidad que los ciudadanos puedan percibir en muy breve plazo de tiempo".
Falta financiación, según los consejeros socialistas
Por su parte, el consejero de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, consideró que se trata de un documento "muy valioso" para la Sanidad española, aunque lamentó que no vaya acompañado de la financiación necesaria ni de un calendario para poner en marcha las medidas que propone. A su juicio, sin un aumento de la financiación pública en materia sanitaria todo es "humo de pajas".
En la misma línea, el consejero de Sanidad de Cataluña, Xavier Pomés, mostró sus dudas al subrayar que el proyecto está "muy bien realizado desde un punto de vista técnico pero ahora hay que valorar su desarrollo y aplicación y contemplar el concepto presupuestario. De no considerarse este aspecto antes de su implantación, y en el caso de que sea negativo, supondrá una frustración para el sistema y el ciudadano", esgrimió Pomés. Postura que fue apoyada por los consejeros socialistas.
Como conclusión, el consejero de Sanidad castellanoleonés, César Antón Beltrán, apuntó que, aunque en esta asamblea no se ha tratado el aspecto financiero general, "está en el ánimo de todos el hecho de que si se plantean planes que requieran un aporte económico adicional se dotará a las Autonomías a partir del Fondo de Cohesión en función de la corresponsabilidad que tenga con el gasto".
Mejora en la asistencia a los pacientes con espina bífida y sus familias
Por otra parte, Ministerio y Consejerías de Sanidad también acordaron poner en común diversas medidas para mejorar la asistencia a los pacientes de espina bífida y reducir los trámites burocráticos que actualmente tienen que soportar sus familias para acceder a tratamientos. Según explicó Pastor, tras tratar este tema en el seno del Pleno del CISNS, las Comunidades se han mostrado de acuerdo en presentar antes de que acabe el presente año "una propuesta de actuaciones para atención de pacientes con espina bífida" que incluya medidas en materia de prevención y tratamiento, así como para evitar "a las familias que ya tienen esta carga todas las trabas burocráticas a las que a veces se ven sometidas".
Pastor indicó que muchas veces los integrantes de este colectivo, compuesto por 4.200 pacientes (sobre todo niños) y sus familiares no piden más prestaciones, sino evitar por ejemplo tener que recorrer 50 kilómetros desde un pueblo a una ciudad para sellar recetas, lo que constituye "un trámite burocrático que no aporta nada al sistema porque se supone que las prestaciones se dan a un niño con espina bífida que las necesita, porque ha nacido con esa patología".
Ministra y consejeros trataron también sobre la importancia de poner en marcha programas de prevención basados en la inclusión de ácido fólico en la dieta."Tenemos que ser capaces de dar respuestas coherentes y homogéneas a los ciudadanos cuando tienen problemas. No puede ser que en este momento haya Comunidades Autónomas que quieran distintas prestaciones en espina bífida que otras", dijo.