EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- El 15 por ciento de los españoles presenta algún tipo de desequilibrio en el rostro, es decir, padecen lo que los expertos denominan disarmonías dentofaciales. Un problema de base genética pero que empeora con hábitos como chuparse el dedo o mantener el uso del chupete durante demasiados años, que de alguna forma limitan el normal crecimiento de los huesos de la cara. Ante estos problemas, la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial considera que la mejor forma de tratamiento es el trabajo conjunto de cirujanos orales y ortodoncistas.
'Afortunadamente, en la actualidad se han mejorado notablemente los resultados de este tipo de intervenciones: acortándose el tiempo de ingreso hospitalario, minimizándose las cicatrices y reduciéndose el tiempo de intervención-, gracias a los avances experimentados por la cirugía ortognática encargada de dar solución a este problema', según explicó Carlos Concejo, jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial de la Clínica Universitaria de Navarra, profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra y director del Curso sobre Cirugía de las Disarmonías Dentofaciales, celebrado recientemente en Madrid y organizado por la SECOM dentro de su programa de Formación Médica Continuada.
De esta forma, la jornada contó con la participación de expertos ortodoncistas junto con los cirujanos orales y maxilofaciales, incorporando ponencias conjuntas de representantes de ambas especialidades médicas. La intención de la Sociedad es 'aunar esfuerzos para ofrecer a los pacientes tratamientos cada vez más precisos, estables a largo plazo y con resultados más satisfactorios', en palabras del doctor Miguel Burgueño, presidente de la SECOM y Jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Tratamiento multidisciplinar
Las disarmonías dentofaciales se corrigen con cirugía ortognática en la mayoría de las ocasiones y sólo en casos muy leves se pueden compensar sin intervención quirúrgica. De modo, que el correcto abordaje de esta problemática debe plantearse desde una perspectiva quirúrgica y ortodóncica conjunta. 'Cuando existe un desarrollo disarmónico, la mandíbula crece más que el maxilar o al revés provocando que los dientes no puedan encajar correctamente en su sitio. De ahí que, con frecuencia, el paciente acuda primero al ortodoncista porque nota que sus dientes encajan mal. Cuando el caso requiere una solución quirúrgica, será este profesional el que remita al paciente a la consulta de cirugía', explicó el doctor Concejo.
'En este tipo de pacientes, el trabajo en equipo entre cirujano y ortodoncista es fundamental. En una primera fase, que puede durar entre 9 meses y un año y medio, se somete al paciente a una ortodoncia pre-quirúrgica hasta que los dientes estén perfectamente alineados. Cuando la arcada maxilar superior e inferior están colocadas, se opera para alinear los huesos, de modo que cuando el paciente sale del quirófano la oclusión es perfecta: dientes y huesos están alineados. Tras la intervención, y en estrecha colaboración con el cirujano, el ortodoncista aplica una ortodoncia postquirúrgica para corregir pequeños desajuste', aclaró el el doctor Martín, ortodoncista y ponente del Curso.