Redacción, Madrid.- El profesor Francisco López Timoneda, presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), ha anunciado que a partir de 2005 la sociedad científica intentará poner en marcha una encuesta de satisfacción de los médicos en formación con el fin de mejorar la calidad de ésta. López Timoneda, que también está al frente de la Comisión Nacional de Anestesiología y Reanimación, ha hecho este anuncio durante la clausura de la 3ª Reunión Nacional de Médicos Residentes (MIR) de Anestesiología y Reanimación.
A lo largo de este encuentro, celebrado en el pabellón de docencia del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), se abordaron diversos aspectos relacionados tanto con la formación de especialistas como sobre sus posibilidades profesionales. A la reunión, organizada y patrocinada por la SEDAR y declarada de interés sanitario por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (Agencia Laín Entralgo), asistieron 250 MIR que presentaron un centenar de comunicaciones.
Durante la última mesa redonda se abordó La figura del tutor en el sistema de formación especializada en Anestesiología y Reanimación, de cuyo debate se dedujo la importancia (y conveniencia) de establecer algún tipo de evaluación al término del proceso formativo. Por otro lado, los participantes insistieron en la necesidad de que exista un reconocimiento a los facultativos que se responsabilizan de las tutorías. La moderadora de la mesa, Margarita Puig Riera de Conías, llamó la atención sobre el hecho de que la formación especializada había pasado a estar dominada por mujeres.
En su intervención, la doctora Estíbaliz Alsina, del Hospital de la Princesa (Madrid), se refirió al incremento de la producción científica de los anestesiólogos, a pesar de tratarse de una especialidad dominada por una fuerte presión asistencial. De todos modos, contrastó la escasa producción científica española en Anestesiología (8 por ciento), frente al 20,4 por ciento que se registra en Francia. Además, ofreció los resultados de diversos estudios sobre el perfil psicológico ideal de los especialistas en Anestesiología y Reanimación.
Por su parte, la doctora Carmen Serrano, del Hospital Clínico San Cecilio (Granada), ofreció una panorámica de la responsabilidad jurídica de los MIR, destacando la derivada de la asunción de responsabilidades que no les competen. Y abogó por el establecimiento de un programa de formación MIR en el que se contemple todo lo relacionado con la seguridad jurídica. Por su parte, la doctora Rosa Gutiérrez Rico, del Hospital de Cruces (Bilbao), abordó la relación de la Anestesiología y Reanimación con la Medicina Intensiva.
La ponencia que suscitó más debate fue la presentada por la doctora Anna Mases, del Hospital del Mar (Barcelona), que abordó la evaluación de los médicos en formación, aspecto "controvertido", dijo, "pero necesario". En el fondo, es el control de la calidad de la docencia. Con el añadido de que la formación debe tener su base en el conocimiento y no sólo en la práctica médica.
La ponente, que se refirió a los aspectos a evaluar, comentó que la evaluación era difícil, pues se trabaja en equipo, los pacientes no siempre son iguales, y los resultados no son tampoco siempre los esperados. De todos modos, insistió en que los exámenes fomentan el estudio. Y se refirió a las distintas pruebas existentes, como el examen europeo, al que suelen presentarse postgraduados españoles, como sucede con la prueba que, desde 1997, realiza la Sociedad Catalana de Anestesiología y Reanimación. De ahí que, como advirtieron varios de los asistentes, no se entienda el rechazo al establecimiento de una prueba final al concluir el MIR.