La seguridad del paciente es un aspecto prioritario de los directivos de salud, ya que mejora calidad asistencial, aporta calidad y eficiencia a la labor asistencial y, por ende, al sistema sanitario. Prueba de ello es el Documento de Consenso Análisis y propuestas para lograr una gestión óptima de los profesionales sanitarios garantizando la Seguridad de los Pacientes, que se ha realizado desde SEDISA con la colaboración de Becton Dickinson.
En dicho documento han participado 30 profesionales sanitarios diferentes de todo el territorio nacional y se ha hecho un análisis de la falta de profesionales sanitarios y cómo puede repercutir en la seguridad del paciente.
Además, se han establecido medidas para dar solución a dicha situación para que tenga un abordaje multidisciplinar y estratégico.
José Soto Bonel, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), ha detallado para EL MÉDICO las 11 acciones principales que se recoge en el documento. “Se trata de medidas concretas para mejorar y dar solución a los retos más relevantes. Son acciones definidas teniendo en cuenta el foco donde se dirigen y priorizando las que podrían tener más impacto”.
Órganos de decisión
En primer lugar, quiere destacar incorporar a los órganos de decisión a todos los agentes, empresas tecnológicas, farmacéuticas, universidades, ayuntamientos, colegios profesionales…, añadiéndolos a la gestión de áreas integradas de salud, además de compartir y consensuar procesos. Al centrarse en los procesos, propone la reingeniería de éstos, de forma sistemática y continua con la implicación de los profesionales que los despliegan. Profesionales para los que es debido redefinir roles desarrollando todas las competencias posibles de cada profesional. También en relación con los profesionales, se ha consensuado la necesidad de desarrollar iniciativas para mejorar la conciliación vida laboral y personal e implantar modelos de gestión por competencias: clima, estilo laboral, competencias de profesionales y definición de competencias de todos los profesionales, tanto médicos como enfermería. Y, por supuesto, el desarrollo de incentivos para motivar la cultura de seguridad.Tecnología
Soto se ha detenido en la tecnología, donde el desarrollo e implementación de la historia clínica electrónica (HCE) interoperable, la incorporando historia social y un canal para añadir datos y consideraciones de pacientes (PREMS) mejoraría los resultados en salud. El desarrollo e implementación de herramientas tecnológicas, junto con el uso de la tecnología, mejorará la seguridad. Por último, sobre los pacientes, Soto cree que deben participar en todas las dimensiones de la seguridad, tanto micro, como meso y macro, para lo que es clave la formación, información y sensibilización, así como el desarrollo de un canal de comunicación eficiente entre paciente y profesional.Difusión del documento
Desde el compromiso de SEDISA con los profesionales sanitarios, los pacientes y el sistema sanitario, se ha difundido el documento y sus conclusiones en todos los niveles del sector y a todos los actores implicados (pacientes, profesionales sanitarios y administración), solicitando el impulso de las medidas consensuadas. Además, “nos vamos a dirigir a los servicios regionales de salud para consultarles sobre las medidas que verían más factibles impulsar en las comunidades autónomas y cómo tienen enfocada la seguridad del paciente en sus estrategias sanitarias”, añade Soto. En su opinión, la participación de los pacientes en la seguridad es clave. Empieza por activar su participación y su implicación, no solo en su seguridad, sino en la toma de decisiones en las organizaciones sanitarias. Para ello, la sensibilización y la formación son fundamentales, así como la información y la comunicación bidireccional.Relevo generacional
El relevo generacional de los profesionales es algo muy necesario en la actualidad. En el caso de los directivos de la salud, desde SEDISA contamos con diferentes acciones. Para ello, en torno a la profesionalización y el relevo generacional, el grado en gestión sanitaria es un objetivo estratégico de la junta directiva actual que se está desarrollando, y el desarrollo profesional continuado (DPC SEDISA), un proyecto en el que se están definiendo las competencias transversales y técnicas de cada perfil directivo para poder crear un marco de asesoramiento en formación y carrera profesional y certificar dichas competencias. Para hacer frente a la falta de profesionales, existen diferentes tipos de incentivos para impulsar no solo la contratación de profesionales sino también la retención de talento. Se trata de incentivos económicos, pero también de formación, de investigación y de conciliación con la vida familiar. Tal y como indica el presidente de SEDISA, la falta de formación de los profesionales sanitarios en herramientas para mejorar la seguridad y la falta de infraestructuras para la formación en la materia de seguridad dentro de las organizaciones sanitarias, como se ha puesto de manifiesto en el documento, es un reto para mejorar la seguridad del paciente, los servicios regionales de salud y las organizaciones sanitarias están apostando cada vez más en este tipo de formación. A este respecto, es necesario desarrollar itinerarios formativos para todos los profesionales y gestores sobre la implementación de estrategias de seguridad, con la participación del paciente.Observatorio con datos de resultados
Del mismo modo, el documento destaca la prioridad de impulsar un observatorio con datos de resultados en vez de actividad. Existen experiencias en la Comunidad de Madrid y en Cataluña, pero se trata de una línea de trabajo que se debe generalizar. La seguridad del paciente es un tema transversal a la organización, que afecta a todos: profesionales, gestores, pacientes, usuarios y familiares. La Comunidad de Madrid cuenta con un observatorio seguridad paciente que se puso en marcha en 2004. Alberto Pardo Hernández, subdirector general de Calidad Asistencial de la Dirección General de Humanización, Atención y Seguridad del Paciente de la Consejería de Sanidad de Madrid, ha recordado que la seguridad del paciente está en el eje de la consejería, ya que además del observatorio la consejería de Sanidad cuenta con documento estratégico hasta 2027, cuyas líneas de actuación están incluidas en el Documento de Consenso Análisis y propuestas para lograr una gestión óptima de los profesionales sanitarios garantizando la Seguridad de los Pacientes. Para Pardo Hernández, “la transformación digital nos afecta a todos, es una oportunidad para trabajar desde las competencias digitales a las herramientas”. Y es que para Soto, la formación, sin duda, repercute de forma muy positiva en la generación de la cultura de la seguridad del paciente y, con ello, en la mejora de ésta. No obstante, tal y como se destaca en el documento, es necesario establecer métricas para la medición del impacto de la formación.Fortalezas de la seguridad del paciente
Junto a la aportación de la mejora de la calidad asistencial y, con ello, de la calidad de vida de los pacientes, es muy importante la aportación de eficiencia de los procesos asistenciales en las organizaciones sanitarias y, con ello, del sistema sanitario. Por otra parte, su gran fortaleza consiste en que las medidas en la gestión de la seguridad del paciente ofrecen resultados cuantitativos y cualitativos. Medidas que el documento clasifica en seis áreas: mejorar la eficiencia en los procesos asistenciales en pro de la seguridad del paciente, generación de vías de colaboración y sinergias (partnership) con el objetivo de la seguridad, uso de la tecnología para mejorar la seguridad, gestión de los recursos humanos para garantizar la seguridad, implicación del paciente y sostenibilidad en relación con la seguridad del paciente.Innovación
En este contexto, Fiona Garín Mc Donagh, VP EMEA Marketing Estratégico de Becton Dickinson, sostiene que están comprometidos y son responsables con todos los actores del sistema. De hecho, quieren posicionar la innovación no como un privilegio sino como herramienta para que los profesionales garanticen la seguridad del paciente. Con dicha colaboración se puede poner en común la visión de todos los agentes implicados en el cuidado de la salud en cuanto a los desafíos, problemas, barreras existentes y plantear potenciales soluciones. Por eso, insiste en la necesidad de revisar y automatizar algunos procesos asistenciales críticos con la inclusión de una necesaria tecnología sanitaria que reduzca la carga asistencial, dote de mayor eficiencia a los procesos y repercuta en una mayor seguridad para los pacientes. “En BD estamos plenamente comprometidos con todos estos retos, para los que aportamos soluciones y servicios que les dan respuesta”. Garín insiste en que todos los actores tienen que remar en la misma dirección, tal y como se hizo en la pandemia. Las herramientas existen, pero no se están empleando; hace falta para la automatización de procesos, medida necesaria y de fácil implantación, con gran impacto. En 2030 más del 15 por ciento de las tareas se pueden automatizar.Falta de cultura
Entre los retos y los puntos que hay que mejorar, Soto dice que cada una de las seis áreas comentadas existen importantes retos concretos, pero los resumen diciendo que los retos más relevantes son la falta de cultura de la seguridad del paciente, la falta de estrategia en la gestión de los procesos asistenciales en pro de la seguridad del paciente, con la implicación de éste en la toma de decisiones al respecto y la falta de estrategia en la implementación de tecnología que aporte valor a la calidad asistencial, la eficiencia y la seguridad de paciente. Por su parte, Carlos Rus, presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), apoya las medidas encaminadas a mejorar la seguridad de los pacientes. “Para el sector de la sanidad privada la humanización y una gestión optima de los Recursos Humanos no solo son esenciales, sino que también representan una parte fundamental de nuestros objetivos estratégicos, especialmente en un contexto de escasez de profesionales como el que padece el Sistema Nacional de Salud de manera estructural”.Acciones prioritarias
- Reingeniería de procesos de forma sistemática y continua con la implicación de los profesionales que los despliegan.
- Redefinir roles desarrollando todas las competencias posibles de cada profesional.
- El desarrollo e implementación de la historia clínica electrónica (HCE) interoperable, incorporando historia social y un canal para añadir datos y consideraciones de pacientes (PREMS) mejoraría los resultados en salud.
- Incorporar a los órganos de decisión a todos los agentes (empresas tecnológicas/ farmacéuticas, universidades, ayuntamientos, colegios profesionales), añadiéndolos a la gestión de áreas integradas de salud, además de compartir y consensuar procesos.
- Desarrollo e implementación de herramientas tecnológicas para mejorar la seguridad.
- Promover el uso de la tecnología para mejorar la seguridad.
- Iniciativas para mejorar la conciliación vida laboral / personal.
- Implantar modelos de gestión por competencias (clima, estilo laboral, competencias de profesionales), y definición de competencias de todos los profesionales (médicos, enfermería).
- Formación, información y sensibilización del paciente.
- Participación de los pacientes en todas las dimensiones de la seguridad Micro / Meso / Macro.
- Creación de un canal de comunicación eficiente entre paciente y profesional. Desarrollo de incentivos para motivar la cultura de seguridad.