EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- La tuberculosis ha disminuido en los últimos diez años su incidencia de manera progresiva en España, reduciendo la tasa de 38 casos por 100.000 habitantes en 1996 a unos 20-25 casos por 100.000 habitantes en la actualidad. Sin embargo, se observa un repunte en los últimos dos años que en principio no responde a ninguna causa concreta, según ha apuntado la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.
La SEIMC afirma que el incumplimiento terapéutico por parte de los pacientes es el principal obstáculo para la eliminación de la enfermedad en España, donde sólo el 77 por ciento de los pacientes cumple satisfactoriamente con el tratamiento pautado. El porcentaje de cumplimiento es todavía inferior entre los adictos activos a drogas con un 56 por ciento, los inmigrantes con un 48 por ciento, y entre las personas sin hogar, con un 36 por ciento.
Los bajos índices de cumplimiento terapéutico han centrado los últimos avances en estrategias de prevención y control de la enfermedad, ya que además de curar al paciente, el tratamiento evita la transmisión de la enfermedad en la comunidad y previene la aparición de resistencias secundarias a los fármacos, afirma la Sociedad Científica.
Entre estos avances, el Dr. Ángel Domínguez, portavoz de la SEIMC y miembro de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen Macarena en Sevilla, destaca el tratamiento directamente observado (TDO), considerado el estándar de tratamiento antituberculoso. Esta estrategia de control, en la que el personal sanitario, u otro asignado, comprueba que el paciente ingiere cada dosis de medicación prescrita, incluye también un trato adecuado y amable con los pacientes, facilita la accesibilidad de éstos al médico y las instalaciones sanitarias, y ofrece información continua al paciente y sus familiares o cuidadores.
Numerosos trabajos han documentado ya la alta eficacia de esta modalidad en la disminución de la incidencia global de tuberculosis y de la tasa de resistencias. Sin embargo, mientras en Alemania, Holanda o Estados Unidos, más del 80 por ciento de los pacientes tuberculosos reciben terapia directamente observada, en España es todavía una práctica casi inexistente. Según el Dr. Domínguez, 'las autoridades sanitarias no aportan recursos para implantar de forma generalizada esta práctica, que ya se ha demostrado que es la única que puede conseguir que se cumpla más del 95 por ciento del tratamiento'.