Añadir semaglutida o tirzepatida a la pauta de insulina ayuda a reducir el peso en pacientes con diabetes tipo 1 con sobrepeso u obesidad, según se ha presentado en la Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, que está teniendo lugar en Madrid.
13 de septiembre 2024. 2:50 pm
Semaglutida y tirzepatida son dos tratamientos que facilitan una pérdida de peso significativa y mejoran el control de la glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 1 que además son obesos o tienen sobrepeso, según los datos presentados en la Reunión Anual de la…
Semaglutida y tirzepatida son dos tratamientos que facilitan una pérdida de peso significativa y mejoran el control de la glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 1 que además son obesos o tienen sobrepeso, según los datos presentados en la Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), que se celebra en Madrid.
Aunque los dos fármacos están aprobados en pacientes con diabetes tipo 2 para controlar esos dos parámetros, su uso se está extendiendo en personas con diabetes tipo 1 con el fin de reducir el peso. 'Algunos de los mecanismos a través de los cuales la semaglutida y la tirzepatida reducen la glucosa en la sangre en la diabetes tipo 2 probablemente también son relevantes en la diabetes tipo 1', ha explicado Janet Snell-Bergeon, de la Universidad de Colorado Anschutz Medical Campus, Aurora, Colorado, en la rueda de prensa de la EASD.
Cada vez son más las personas con diabetes tipo 1 que tienen sobrepeso u obesidad, condiciones que favorecen la resistencia a la insulina, lo que dificulta el control de la glucosa en la sangre. Por eso, ha insistido Snell-Bergeon, estos fármacos pueden ser particularmente beneficiosos para estos pacientes, pero faltaban datos que corroborasen su eficacia.
Datos estudiados
Para conocer más datos sobre la eficacia de la semaglutida y la tirzepatida en pacientes con diabetes tipo 1, el grupo de Snell-Bergeon analizó las historias clínicas de 100 adultos con diabetes tipo 1, 50 de los cuales recibieron semaglutida y 50 tirzepatida. La mayoría, el 84% de los que recibieron semaglutida y el 100% de los que recibieron tirzepatida, tenían sobrepeso u obesidad. Además, el 75% de los tratados utilizaba bombas de insulina y el resto de los participantes se inyectaban insulina varias veces al día.
Los resultados del muestran que los pacientes del grupo de semaglutida y tirzepatida perdieron significativamente más peso que los controles. El 47% de los que recibieron semaglutida y el 87% de los que recibieron tirzepatida perdieron al menos un 10% de su peso corporal, mientras que ninguno de los controles perdió más del 10%. También del estudio se desprende que los tratados con tirzepatida perdieron más del doble de peso que los que tomaban semaglutida.
Otros beneficios
Tal y como ha afirmado la autora principal del trabajo, “la pérdida de peso se ha observado en otros estudios con dichos fármacos y es probable que reduzca el riesgo de varias consecuencias de la obesidad, como son las enfermedades cardiacas y la resistencia a la insulina'.
Durante el periodo del estudio no se registraron hospitalizaciones por hipoglucemia grave o cetosis. Por los beneficios hallados, la investigadora ha comentado que “estos fármacos podrían ser una buena opción para añadir al tratamiento con insulina en pacientes con diabetes tipo 1. Sin embargo, ahora se necesitan ensayos prospectivos más grandes para evaluar completamente su seguridad y eficacia en pacientes con diabetes tipo 1 con sobrepeso y obesidad'.
Hipoglucemia tras el deporte
Otro de los trabajos presentados en la rueda de prensa versa sobre el miedo la hipoglucemia tras la actividad física en personas con diabetes tipo 1. 'El ejercicio regular puede ayudar a las personas con diabetes a alcanzar sus objetivos de glucosa en sangre, mejorar su composición corporal y su estado físico, así como reducir su riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, que es mayor en las personas con diabetes tipo 1', ha explicado Catriona Farrell, de la Universidad de Dundee, Escocia, en la Reunión de la EASD, quien ha añadido que muchas personas con diabetes tipo 1 no mantienen un peso corporal saludable o no logran hacer la cantidad recomendada de actividad física cada semana por ese miedo.
Para analizar esta situación, el grupo de Farrell ha evaluado el conocimiento y los obstáculos para la actividad física en adultos con diabetes tipo 1 y los factores predictivos asociados.
Participantes
En el estudio han participado 463 adultos con diabetes tipo 1, 221 hombres y 242 mujeres, de la Red de Investigación de Diabetes de NHS Research Scotland, que respondieron a un cuestionario anónimo para evaluar las barreras a la actividad física (medidas en la escala modificada de Barreras a la Actividad Física en la Diabetes Tipo 1 [BAPAD-1]), el manejo de la diabetes y las actitudes hacia el ejercicio y el deporte.
El 79% de los encuestados notificaron que utilizaban la monitorización continua o flash de la glucosa, el 64% dijeron que eran tratados con múltiples inyecciones diarias de insulina y un 36% informó que utilizaba terapia con bomba de insulina.
Los investigadores identificaron que, a pesar de los avances en las tecnologías y el manejo de la diabetes, el riesgo de hipoglucemia con el ejercicio continúa siendo una barrera significativa para la actividad física.
Educación diabetológica
No obstante, los participantes que mejor comprendían la importancia de ajustar la dosis de insulina antes y después del ejercicio, así como de ajustar la ingesta de carbohidratos, tenían menos miedo a la hipoglucemia asociada con la actividad física. Este conocimiento es esencial para adaptar la insulina y/o la ingesta de carbohidratos para prevenir la hipoglucemia inducida por el ejercicio.
Tal y como ha subrayado Farrell, “nuestros resultados demuestran que para eliminar las barreras a la actividad física y capacitar a nuestros pacientes para que hagan ejercicio de manera segura y efectiva, hay que mejorar la educación diabetológica para que se puedan beneficiar de hacer deporte”.
En este contexto, María Onetto, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Santiago de Chile, ha presentado unos datos que muestran cómo una tecnología que administra dosis de insulina por el algoritmo de una bomba de insulina ayudó a tres adultos con diabetes tipo 1 a controlar mejor su glucemia, lo que les permitió llevar una vida más activa e, incluso, correr maratones.
Sistema de liberación de insulina
El sistema de liberación automática de insulina, AID en sus siglas inglesas, contiene un avanzado algoritmo híbrido que automatiza la administración de insulina basal y en bolo de corrección cada 5 minutos en función de los valores de glucosa del sensor, lo que significa que responde continuamente a los cambios en los niveles de glucosa en sangre. De esta forma, el paciente administra bolos para comidas y tentempiés introduciendo el total de gramos de carbohidratos que está consumiendo.
La investigadora ha presentado el caso de tres personas con diabetes tipo 1 que han corrido los maratones de Tokio, Santiago y París, respectivamente, utilizando dicho sistema. Se ha mostrado optimista al comentar que “espera que estos casos aporten ideas a los profesionales sanitarios para ayudar a los atletas con diabetes tipo 1 a que utilicen sistemas automatizados de administración de insulina durante actividades físicas intensas. Es importante que tengan una educación diabetológica especializada, una buena planificación y enfoques personalizados para que puedan llevar una vida activa”.