Redacción. Madrid.- El riesgo de padecer una muerte súbita es muy
superior en los recién nacidos cuyas madres fuman, según ha
manifestado la doctora Márquez Pérez, miembro de la Sociedad
Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y experta en temas
de salud relacionados con el consumo de tabaco.
'El tabaquismo materno es hasta ahora el único factor conocido evitable
de la muerte súbita infantil', subraya la especialista, quien añade que, si
bien se ignora la causa última que la provoca, 'la experiencia demuestra
fehacientemente que, en igualdad de condiciones, los recién nacidos de
madres fumadoras se hallan mucho más expuestos que el resto a
sufrirla'.
En este sentido, la doctora Márquez considera que 'nunca se insistirá
bastante' en que las mujeres embarazadas conozcan claramente el
peligro que representa para su salud y la del niño fumar durante el
período de gestación, máxime cuando las estadísticas demuestran que
el consumo de tabaco viene creciendo de una forma significativa durante
los últimos años entre la población femenina.
Con respecto a los riesgos asociados al tabaquismo, llama
profundamente la atención que sólo la mitad de las fumadoras
abandonan por completo el tabaco durante el embarazo. Es un
porcentaje muy pequeño que la doctora Márquez cree que tendría que
ampliarse 'con algo más de mentalización y con la ayuda de sus
maridos o compañeros, pues si éstos dejan también de fumar, al menos
durante la gestación, está comprobado que anima a la mujer a hacer lo
mismo'. Conviene tener presente, por otro lado, que el consumo de
tabaco interfiere en la fertilidad e incrementa los riesgos de infertilidad
total y de embarazo ectópico.
La mayor parte de las fumadoras tratan de reducir el consumo de tabaco
durante el embarazo, pero algunas, al no conseguirlo, cuando el médico
les pregunta dicen que fuman menos cigarrillos de los que realmente
consumen diariamente. 'Es una tendencia al ocultamiento del tabaco, y
esto no deja de ser curioso, puesto que en esta etapa de la vida la mujer
debería ser más susceptible a dejar de fumar si realmente conociera los
riesgos que conlleva el hecho de seguir fumando,' señala la neumóloga.
Idea errónea
Por otra parte, comenta que existe la idea errónea de que es preferible
que la embarazada siga fumando a soportar el estrés que supondría
dejarlo durante la gestación, un argumento que, en su opinión, no se
sostiene en pie.
Otro hecho significativo es que el 80 por ciento de las mujeres
fumadoras sufren una recaída en la adicción después del parto. 'Es
decir, vuelven a fumar, transfiriendo de ese modo a sus hijos, a través de
la lactancia, muchas de las sustancias tóxicas del tabaco, lo que
convierte a los niños en fumadores pasivos desde su nacimiento'.
Así las cosas, la doctora Márquez considera necesario que padres y
madres se conciencien 'de una vez por todas' del peligro que fumar
implica para sus hijos, una actitud que, por otra parte, 'debería hacerse
extensiva a cualquier otra circunstancia que propicie el contacto de los
bebés con el humo del tabaco'.