E.P.- Una noche de sueño es lo que se necesita para que ciertas habilidades adquiridas durante la vigilia se fijen o se aprendan completamente, según estudios anteriores, pero una corta siesta que incluya dos estados principales de sueño puede resultar igual de eficaz, según un nuevo estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Harvard (EE.UU.), publicados en la última edición de la revista Nature Neuroscience.

Los autores entrenaron a una serie de personas a realizar una tarea visual en la que se les pedía que distinguieran rápidamente la orientación de un objeto presentado entre acontecimientos distractores. En estudios anteriores ya se había visto que, pese a que los sujetos mejoraron su tiempo de reacción en los primeros minutos del entrenamiento, tan solo se encontraron mejorías posteriores significativas después de varias noches de sueño.

En el nuevo trabajo presentado ahora se vio que las personas que durmieron una siesta, en la que hubo tanto un sueño de onda lenta como movimiento rápido de los ojos (REM), mostraron mejorías en las tareas de distinción y discriminación, en contraste con aquellas personas que no habían realizado la siesta. El beneficio completo exigía ambos tipos de sueño, que se caracterizan por distintas ondas cerebrales y son tan diferentes entre sí como lo son del propio estado de vigilia.

El rendimiento ganado con una simple siesta de una hora fue igual al adquirido por toda una noche de sueño. Los efectos fueron específicos a la tarea del entrenamiento en diferentes formas.