L.S., Barcelona.- El futuro proceso de homogeneización de los sistemas sanitarios europeos no puede pasar por alto la percepción y expectativas de los usuarios. Al menos esta es la opinión de los autores del trabajo 'Iguales pero diferentes: estudio comparativo de las carteras de prestaciones sanitarias públicas en los países de la Unión Europea desde el punto de vista de los usuarios'. Este trabajo realiza una comparación entre la percepción de los pacientes de su actual sistema sanitario con el modelo que consideran ideal, algo que se ha llevado a cabo en los 15 estados miembros de la UE, y que también recoge datos de la comunidad autónoma de Cataluña. De las principales conclusiones relacionadas con el sistema sanitario español cabe destacar su baja valoración, así España ocuparía el duodécimo lugar con una valoración de 0´52 en una escala de 0 a 1. Los españoles se sienten satisfechos, principalmente, con la prestación farmacéutica y el bajo gasto en formas de copago, mientras que demandan una mejor asistencia dental y una mayor oferta de terapias alternativas.
Además, los pacientes consideran que el sistema de público de salud tiene una cobertura irregular de los servicios de larga duración y que existen limitaciones en las prestaciones de prótesis y equipamientos. Asimismo, y como explica el doctor Toni Dedeu, director del EAP Roquetes y uno de los responsables de este estudio, 'las limitaciones de accesibilidad en Asistencia Primaria y Especializada relacionadas con las listas de espera también sitúan a España lejos de lo que los ciudadanos desean y de lo que disfrutan otros países europeos'.
Siguiendo con las conclusiones del estudio, se destaca la limitada capacidad de elección en asistencia hospitalaria, las pocas alternativas ofertadas en salud mental y rehabilitación, así como la aplicación superficial del reconocimiento del derecho de elección en A.P. Otros de los déficits señalados, aunque en menor proporción, se refieren a la descoordinación de niveles, sobre todo de servicios mentales y dentales con otros.
En el contexto de la Unión Europea, el país cuyo sistema sanitario satisface en mayor medida las necesidades de los usuarios es Luxemburgo, que, en un índice del 0 al 1, ha recibido una puntuación global del 0,76. Le siguen Alemania y Dinamarca con una valoración del 0,70 y el 0,69, respectivamente. España ocupa la duodécima posición con un 0,52.
Por la cola aparecen Grecia, Italia y Portugal con unas puntuaciones respectivas del 0,45 para los dos primeros y 0,43 para el último. Según la profesora Marisol Rodríguez, subdirectora del Centro de Investigación en Economía y Bienestar del Parque Científico de Barcelona, 'se da un gran salto a peor en los países que ocupan las tres últimas posiciones, salto del que España se escapa'.
En líneas generales, las conclusiones de la investigación recogen también que los sistemas de seguro social aparecen con mejor valoración que los sistemas nacionales de salud. De hecho, dos tercios de los sistemas sanitarios con un índice superior a la media corresponden a países con diseños de este tipo. Los responsables del estudio consideran que 'posiblemente, la razón radica en que los sistemas de seguro social, y especialmente aquellos con múltiples aseguradores en competencia, generalmente ofrecen una cobertura más extensa, más capacidad de elección y un escenario para la prestación de servicios más confortable y orientada al cliente'.
Valoración de Cataluña
En el caso de Cataluña, y además de la buena puntuación en prestaciones farmacéuticas, estos investigadores señalan, como fortalezas de su sistema sanitario, siempre desde el punto de vista del usuario, una valoración positiva de la rehabilitación y el transporte sanitario y una puntuación media en cuanto a hospitalizaciones y salud mental. Además, según subraya el doctor Dedeu, 'Cataluña destaca en cuanto al bajo nivel de copago, la buena coordinación y el 'empowerment' (canales de expresión de los intereses de los pacientes)'. En opinión de este experto 'la presencia en Cataluña de fórmulas de consorcio hospitalario, entidades de base asociativa en AP,' que tienen que rendir cuentas al sistema público de salud, ha estimulado la coordinación del sistema'.
Además, remarca 'la existencia de programas de coordinación en casos de epidemias, nuevos programas de altas hospitalarias y la presencia de trabajadores sociales en centros de AP', como otras posibles causas de la buena valoración de la coordinación del sistema sanitario catalán.
Sin embargo, los pacientes consideran que esta comunidad es deficitaria no sólo en atención dental y terapias alternativas, sino también en la atención de larga duración, listas de espera hospitalarias y retrasos para obtener visita en atención especializada. Según el doctor Dedeu, 'existe un mal aprovechamiento de los recursos disponibles en la red pública que posiblemente respondan a la existencia de una doble red de especialistas, en las consultas externas de los hospitales y en los centros de atención especializada extrahospitalaria'. En las dimensiones de cobertura y capacidad de elección es donde Cataluña se encuentra más lejos del ideal de los usuarios.