Cuando el invierno llama a
la puerta hay que estar
preparados para recibirlo. Su
tarjeta de visita no son sólo las
bajas temperaturas, sino también
las nevadas y heladas intensas
y los vientos fuertes o
huracanados. Lo peor es cuando
estos fenómenos aparecen
de forma repentina y nos atrapan
en algún lugar. Si alguna
vez se encuentra en una situación
así ha de afrontar dos problemas
fundamentales: la falta
de alimentos y de calefacción,
de ahí que, entre las cosas que
hay que tener siempre a mano
si un temporal, literalmente, le
encierra en su propio hogar están
varias garrafas de agua y
alimentos que no requieran refrigeración
como comida enlatada,
pan, galletas o cereales.
Nada de bebidas alcohólicas
pues, lejos de calentar, lo que
provocan es que el cuerpo
pierda calor más rápidamente.
Un calentador a gas o una
fuente alternativa de calefacción
por si se interrumpe el suministro
de energía eléctrica es
otra de las cosas que hay que
tener previstas. Además, si dispone
de una chimenea o de
una estufa de leña, es recomendable
tener almacenada una
buena cantidad de leña seca.
En resumidas cuentas, ha de ser
precavido y, antes de que llegue
el temporal, almacenar
combustible, alimentos y agua
para al menos una semana.
El calor del hogar
Prepare su hogar para el invierno
revisando los tejados y las
bajadas de agua, tapando grietas
y colocando cintas aislantes
en puertas y ventanas, todo por
conseguir un buen aislamiento
térmico de la vivienda sin corrientes
de aire ni calor que se
pierde por puertas o ventanas.
Cierre las habitaciones que no
utilice y disponga de un sistema
de calefacción que le permita
mantener una temperatura de
21-22ºC, la ideal para estar cómodo
sin que eso suponga tener
que abrir alguna ventana
por un calor sofocante o ir en
mangas de camisa en pleno
enero por casa.
No está de más que en el
interior de la casa haya un termómetro
con el que poder
comprobar la temperatura que
hay en ella y una radio, con
suficientes pilas de repuesto,
en la que poder escuchar día
tras día los boletines meteorológicos
en los que se va explicando
la situación en la que se
encuentra el temporal. Nunca
se puede afrontar una ola de
frío sin un botiquín de primeros
auxilios, medicamentos de
uso común y los que cualquier
miembro de su familia esté tomando
en ese momento.
Alimentos
Los alimentos son la calefacción
natural de nuestro cuerpo.
Por ello, cuando hace frío
necesitamos comer más. El
carburante esencial son las calorías
que contienen los propios
alimentos. Por ello, en esta
época del año lo mejor son
comidas que nos calienten por
dentro y por fuera, como legumbres
o sopa de pasta, sin
que por ello haya que olvidar
el resto de alimentos que conforman
una alimentación variada,
como verduras, fruta,
huevos, carne, pescado, cereales
o leche.
En estos fríos días es reconfortante
tomar una taza de
alguna bebida caliente, como
un caldo, un vaso de leche o
una infusión, en cualquier momento
del día y especialmente
antes de acostarse, ya que
ayudan a mantener la temperatura
corporal.
FUENTES: Portal de Salud de la Comunidad
de Madrid, Portal de Sanidad
de la Junta de Castilla y León,
Dirección General de Salud Pública
de la Generalitat de Valencia.
Más información:
www.proteccioncivil.org