Hacer a las mujeres protagonistas

de su propio parto,

disminuir el número de cesáreas,

eliminar una serie de prácticas

innecesarias y aumentar la

calidad de la atención al parto

son algunos de los retos a los

que se ha comprometido el Ministerio

de Sanidad y Consumo.

Para perfilar su contenido y poner

en marcha lo que ya ha

bautizado como Estrategia de

Atención al Parto Normal contará

con la ayuda de las sociedades

científicas y las asociaciones

de matronas y de mujeres y

tendrá que hacerse con el apoyo

y el consenso de las distintas

administraciones autonómicas.

Esta es una apuesta firme

por el parto natural, intentando

reducir una tasa de cesáreas que

supera con creces lo recomendado

por la Organización Mundial

de la Salud (OMS) que la sitúa

entre un 10-15%. Y es que, de

los 400.000 partos que hay cada

año en nuestro país, el 73% son

normales, el 20% por cesárea y,

por suerte, tan sólo en un 7% es

necesario recurrir a los forceps. El

panorama es mucho más turbio

en las clínicas privadas en las que

el porcentaje de cesáreas que se

realizan llega a ser del 40%.

Falsa seguridad

El porqué no responde a una

causa única. Muchos médicos

intentan esquivar con la cesárea

una de las tantas demandas judiciales

que se interponen por

complicaciones en el parto. En

otras ocasiones, la cesárea programa

por adelantado el parto,

facilitando de esta manera la

asistencia al mismo por parte de

médicos y matronas. Por otro

lado, las técnicas de reproducción

asistida están dando lugar

a partos múltiples en los que se

requiere una cesárea. Es más, en

ocasiones es la propia madre

quien por miedo a que el bebé

sufra daños irreversibles o que

ella acabe teniendo problemas

de incontinencia presiona al

médico para que se decida por

una cesárea. Y todo cuando lo

único que debería llevar a tomar

esta alternativa es que la salud

del bebé o de la madre corra algún

tipo de peligro. Por todo

ello, en la actualidad son muchos

los médicos que piensan

que gran parte de los partos por

cesárea que se realizan carecen

de razones médicas y recuerdan

que para inclinarse por este tipo

de cirugía hay que estar seguros

de que los riesgos para la mamá

y el bebé son mayores que los

beneficios.

Recomendaciones

de los ginecólogos

El nacimiento de un niño sano

no es, aunque lo parezca, un

hecho casual, sino el resultado

de un sinfín de cuidados y

atenciones. Sin perder de vista

el bienestar de la madre y del

bebé, aliviando el dolor de la

madre y controlando al feto

en todo momento, los médicos

son concientes de que se

ha intentar humanizar el parto.

En opinión de la Sociedad

Española de Ginecología y

Obstetricia (SEGO), para preservar

la intimidad del momento,

las salas de dilatación

deberían de ser individuales.

Lo ideal es que la mujer

embarazada pudiera escoger

tanto a la persona que quiere

que le acompañe en todo momento

como la postura en la

que se encuentre más cómoda,

ya sea sentada, acostada o

deambulando. En su elección

queda también hacer uso o no

de la anestesia epidural. En

cualquier caso, el personal sanitario

ha de favorecer un clima

de confianza y respeto, apoyar

e informar a la mujer y a los familiares

de cómo va transcurriendo

el parto y ser sensible a

las necesidades culturales de cada

cual. Es un acontecimiento

singular y único en el devenir

de una mujer y en la relación

de una pareja por lo que es la

embarazada quien debe sentirse

responsable del parto y de la toma

de decisiones que haya que

hacer en el mismo, salvo, claro

está, que haya complicaciones y

el médico tenga que tomar las

riendas del alumbramiento. Y es

que, en este sentido, la SEGO

apuesta por el mínimo intervencionismo.

Para ellos, el nacimiento

es un proceso fisiológico

en el que sólo se debe intervenir

para corregir aquello que se escape

de la normalidad. No obstante,

en todo momento se han

de respetar los principios de calidad

asistencial y control del estado

fetal.

FUENTES: Ministerio de Sanidad y

Consumo, Fundación March of Dimes,

Sociedad Española de Ginecología

y Obstetricia y Agencias.

Más información:

www.sego.es;

www.nacersano.org