El otoño y el invierno son
estaciones especialmente
complicadas para el cuidado
del bebé. Es importante prepararse
para la llegada del frío
y de esta manera evitar que
afecte al recién nacido.
"En primer lugar, es importante
tener presente que
los estudios indican que existe
un incremento en el número
de fallecidos por el Síndrome
de Muerte Súbita del Lactante
(SMSL) entre los bebés nacidos
en meses fríos", explica la
farmacéutica de Laboratorios
Suavinex, Belén Benito, quien
señala que "para prevenirlo es
fundamental evitar al lactante
el sobrecalentamiento derivado
del exceso de abrigo y una
elevada calefacción, razones
relacionadas directamente
con este incremento de casos
de SMSL".
En este sentido, hay que
tener presente que el frío no
es el principal enemigo del
bebé sino los cambios bruscos
de temperatura. "Se debe vigilar
los contrastes ocasionados
por las salidas a lugares
fríos, mantenerle en ambientes
cálidos que ronden los
20º, sacarle a la calle, si es posible,
durante las horas centrales
del día, controlar que el
nivel de humedad en el ambiente
es del 50 por ciento,
como mínimo, y utilizar prendas
de vestir suaves y no muy
ajustadas, que permitan la correcta
ventilación de su piel",
indica Benito.
Cuidados especiales
Otro punto importante es el
referido a los cuidados específicos
que requiere la piel del
bebé durante las estaciones
más frías del año. En este sentido,
tenemos que evitar que
el ambiente esté seco y mantener
una correcta higiene de
las mucosas del bebé que eviten
la aparición de catarros,
además de cuidar de manera
especial la delicada piel del bebé
que se ve expuesta a los
agentes externos y también al
roce que le provoca la ropa de
invierno en su fina epidermis.
Para aliviar los problemas
ocasionados por el frío es recomendable
la utilización de
cremas con activos humectantes
y emolientes, a ser posible
de origen vegetal, así
como de pomadas calmantes
y reparadoras para la zona
peribucal de los bebés, que se
pueden verse dañadas con el
viento.
Asimismo, es imprescindible
extremar el cuidado en la
alimentación del bebé con el
aporte de nutrientes suficientes
que le ayude a reforzar su
sistema inmune, no del todo
desarrollado. "Debemos asegurarnos
que tomamos las
medidas higiénicas necesarias
en su alimentación, ya sea en
el caso de la lactancia con biberón,
a través de la esterilización
de las tetinas y los envases,
o en el de lactancia
materna con la correcta limpieza
del pecho", concluye
Belén Benito.