'Conduce despierto, llega a
salvo' ha sido el lema del Día
Mundial del Sueño con el que
se ha querido alertar a la población
del riesgo de accidentes
de tráfico que supone conducir
con sueño. Y es que la
somnolencia diurna y la fatiga
provocan un gran número de
accidentes de tráfico, calculándose
que entre un tercio y
una cuarta parte de los accidentes
de tráfico relacionados
con fallos humanos se deben
a que el conductor se ha dormido,
siendo una de las principales
causas de muerte en
jóvenes y adultos.
Según especifica la doctora
Renata Egatz, del Departamento
de Neurofisióloga Clínica
del Instituto de Investigaciones
del Sueño, 'los trastornos de
sueño repercuten claramente
en la capacidad de atención y
estado de alerta de los conductores
y, por lo tanto, aumentan
el riesgo de accidentes'.
El problema resulta especialmente
grave si se tiene en cuenta
que aproximadamente un 35
por ciento de los conductores
realizan esta tarea de conducción
en una situación de somnolencia.