Según el Comité Europeo
para el Estudio del Resfriado,
en España se registran,
aproximadamente, unos 80
millones de resfriados al año,
lo que supone unos 2 resfriados
anuales por persona. Uno
de los síntomas característicos
y más molestos del resfriado es
la congestión nasal, principalmente
porque se trata de un
trastorno que afecta directamente
a la capacidad olfativa.
Cuando la nariz se congestiona
no se debe a un exceso
de mucosidad como puede
parecer, sino a la inflamación
de los vasos sanguíneos de las
membranas que la recubren.
dicha inflamación es de distintos
orígenes, ya que suele venir
dada no sólo por resfriados,
infecciones sinusales y
gripe, sino también por alergias.
Igualmente, el uso excesivo
de algunos aerosoles o
gotas nasales puede acarrear
la congestión.
La congestión nasal generalmente
sólo se traduce en
una molestia que suele durar
no más de una semana, aunque
puede conllevar otras dificultades,
como dolor de oídos,
problemas en la audición
y en el habla, ronquera e incluso
apnea del sueño porque
impide respirar libremente.
Tratamiento
"Mi nariz parece un grifo abierto"
suele ser una expresión frecuente
cuando hay abundante
congestión o goteo nasal. Para
aliviarlo, en las farmacias se
pueden adquirir, sin necesidad
de receta médica, descongestionantes
que ayudan a aliviar
la congestión nasal al encoger
los vasos sanguíneos localizados
en el revestimiento de la
nariz. No obstante, estos productos
ayudan a despejar la nariz
pero no cortan el goteo nasal
u otros síntomas. Las gotas
y aerosoles nasales no se deben
usar durante más de 3 días, dado
que pueden empeorar la
congestión.
También se puede recurrir a
los antihistamínicos, medicamentos
capaces de reducir la
cantidad de mucosidad y facilitar
la respiración, pero hay que
tener cuidado con ellos, pues
suelen causar somnolencia, y
nunca hay que tomarlos si no
los ha prescrito el médico.
En el caso de los bebés, se
puede utilizar un aspirador nasal
para ayudar a retirar la mucosidad.
Si ésta es espesa y pegajosa,
se puede conseguir que
sea más fluida aplicando 2 ó 3
gotas de solución salina en cada
fosa nasal. No se debe introducir
en la nariz bastoncillos de
algodón, sino capturar la secreción
por fuera de la fosa nasal
en una gasa o en el mismo bastoncillo
y extraerla fuera de la
nariz. La congestión a menudo
empeora al estar acostado, por
lo que se aconseja mantenerse
erguido o al menos mantener
la cabeza elevada, una medida
que es especialmente útil en los
niños pequeños.
Según los especialistas, dado
que la congestión nasal está
asociada principalmente al resfriado
común, no está de más
tener siempre presente una serie
de pautas básicas para hacer
frente a este trastorno. Además
de las recomendaciones
citadas para aliviar los síntomas,
es aconsejable lavarse
bien las manos y utilizar pañuelos
desechables. taparse la nariz
al toser y al estornudar para
evitar contagios. beber gran
cantidad de líquidos para que
las secreciones nasales sean
más fluidas. y mantener las vías
respiratorias húmedas humidificando
el ambiente y/o realizando
inhalaciones de vapor. En
niños pequeños suelen ser utiles
los lavados de las fosas nasales
con suero fisiológico. Como
ya hemos comentado en
otras ocasiones, no es necesario
el uso de antibióticos, ya
que se trata de una enfermedad
vírica y no bacteriana. Si
aparece fiebre, cefalea o malestar
general se pueden tomar
analgésicos antipiréticos, consulte
con su farmacéutico.
¿CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO?
" Cuando la congestión nasal está acompañada de inflamación
de la frente, ojos, lados de la nariz o mejillas.
" Si hay visión borrosa.
" El dolor de garganta o los puntos blancos o amarillos en las
amígdalas u otras partes de la garganta se han incrementado.
" Los episodios de tos duran más de 10 días.
" La tos produce esputo de color amarillo verdoso o gris.
" La congestión nasal dura más de dos semanas e interfiere
significativamente con la calidad de vida.