Para las personas con asma, los
meses de invierno pueden ser
peligrosos. El tiempo frío combinado
con el ejercicio físico
puede causar hiperreactividad
de la mucosa bronquial e incrementar
el riesgo de un ataque
de asma. Un diagnóstico
claro y el tratamiento correcto
pueden ayudar a mantener la
inflamación crónica de las vías
aéreas bien controlada. Según
los expertos, para un asma
bien tratado, practicar deportes
de invierno no es ningún problema,
si se siguen las siguientes
recomendaciones:
1. Elegir un deporte que no
sea demasiado extenuante.
Particularmente adecuados
son el esquí alpino, el patinaje
sobre hielo y el esquí
de fondo, haciendo descansos
adecuados.
2. No comenzar el ejercicio
demasiado rápido; permitir
al cuerpo que se habitúe
al frío poco a poco.
3. Tomarse tiempo para realizar
los adecuados descansos
en las actividades deportivas.
4. Mantener la velocidad
moderada mientras se esquía
o patina. De esa manera
se evitan sobreesfuerzos
y respirar demasiado
deprisa y demasiado profundo.
5. Si el frío exterior es extremo
y desagradable, mejor
dejar la práctica deportiva
para otro momento. Nunca
ha de hacerse ejercicio
a cualquier coste.
6. Tomar la medicación 15
minutos antes del ejercicio
físico.