No es fácil definir exactamente
qué es el estreñimiento,
ya que los hábitos intestinales
normales pueden ser
muy variables dependiendo de
cada persona. No obstante, según
los expertos, el estreñimiento
se puede definir como la
dificultad para defecar en más
de un 25% de las veces y/o realizar
menos de 3 deposiciones
semanales. También se caracteriza
por otros síntomas como
sensación de evacuación incompleta,
heces excesivamente duras
o dolor intenso en el momento
de la defecación. No se
trata de una enfermedad, sino
de un síntoma habitualmente
asociado a alguna disfunción.
La Sociedad Española de Patología
Digestiva (SEPD) distingue
entre estreñimiento crónico
y estreñimiento "que aparece de
nuevo, unas pocas semanas", y
que puede estar relacionado con
la aparición de un problema
concreto en el intestino grueso,
la toma de determinados fármacos
o un cambio de hábito.
El estreñimiento crónico
afecta a aproximadamente el
15% de la población y es más
frecuente en mujeres, aumentando
su incidencia durante el
embarazo, y en las personas
mayores de 65 años. Sólo un
7% de los afectados recibe tratamiento.
Mal funcionamiento
¿Por qué se produce el estreñimiento
crónico? Según explica
la SEPD, en la mayoría de los
casos el estreñimiento crónico
se debe a un mal funcionamiento
del intestino grueso, el
recto o el ano. El mal funcionamiento
puede ser por varios
motivos: en primer lugar porque
el intestino grueso no se
contraiga adecuadamente y
no genere los movimientos
necesarios para hacer avanzar
las heces hasta el recto. El segundo
problema que puede
existir es que el recto no tenga
sensibilidad y, por tanto, cuando
le llegan las heces, no las
detecta y no genera la sensación
de ganas de evacuar, acumulándose
las heces en el recto.
Y, finalmente, puede que
se produzca un fallo a la hora
de hacer la maniobra para defecar.
Esto puede ocurrir bien
porque el ano se contraiga en
vez de relajarse, con lo que
impide el paso de las heces, o
bien porque no se ejerza la suficiente
contracción de los
músculos del abdomen para
generar la fuerza necesaria para
evacuar las heces.
Uno de los errores más frecuentes
es creer que es necesario
evacuar todos los días y
que, si no se hace, no se limpia
bien el organismo. Esto no
es así, ya que se considera que
el límite de lo normal está en
defecar una vez cada tres días.
Otra advertencia de los especialistas
es que tomar laxantes
para conseguir evacuar todos
los días es innecesario y además
puede ser perjudicial.
Por otra parte, el estreñimiento
crónico no produce,
en general, consecuencias graves
para la salud. La complicación
más frecuente es el desarrollo
de problemas anales,
especialmente hemorroides y
fisuras que, aunque muy molestas,
no se consideran graves.
También puede relacionarse
con el desarrollo de
divertículos, que son pequeñas
dilataciones en forma de bolsa
que se desarrollan en el intestino
grueso, y en algunos casos
pueden dar lugar a complicaciones
(sangrado, inflamación
o perforación).
Tampoco el estreñimiento
crónico conlleva un mayor
riesgo de sufrir otras enfermedades
del intestino grueso.
Desde luego quienes lo padecen
"no tienen más riesgo que
los demás de tener un cáncer
de colon", aclara la SEPD.
Cambio de hábitos
La primera medida que se debe
adoptar en el caso de sufrir
un estreñimiento crónico
es cambiar los hábitos dietéticos.
Una dieta rica en fibra
(frutas, verduras, hortalizas,
pan integral, legumbres, etc.)
y beber mucha agua pueden
solucionar muchos casos de
estreñimiento crónico. Según
la Sociedad Española de Dietética
y Ciencias de la Alimentación,
para conseguir los 30
gramos diarios de fibra recomendados
es necesario incluir
en la dieta diaria un plato de
verdura cocinada, una ensalada
como plato principal o como
guarnición, tres piezas de
fruta y comer legumbre tres
veces por semana. Además,
aconsejan tomar pan integral
diariamente.
Es también muy recomendable
tratar de adquirir un hábito
en la deposición, acudiendo
al baño a la misma hora y
no pasándose mucho tiempo
sentado en el retrete. A veces
son necesarios los laxantes, pero
no deben ser utilizados por
cuenta propia sino según la indicación
del médico o farmacéutico.
Los laxantes utilizados
de forma incontrolada no sólo
pueden producir consecuencias
serias para la salud, sino
también, a la larga, pueden
hacer que el problema del estreñimiento
sea cada vez más
difícil de combatir.
Otra recomendación importante
es evitar la vida sedentaria
y encontrar tiempo
para hacer ejercicio, adecuado
a la edad y las condiciones físicas
individuales, como una rutina
más, por ejemplo, 45 minutos
tres veces en semana.
Más información:
www.sepd.es