Estamos ante uno de esos
trastornos considerados
"malditos", no tanto por la gravedad
que alberga -no es mortal-,
sino por la problemática
humana, familiar y social que
conlleva (problemas en el trabajo,
desconocimiento de la enfermedad,
soledad del enfermo e
incomprensión hacia él…). Es el
"síndrome de fatiga crónica"
(SFC), un trastorno caracterizado
por el desconocimiento y la
falta de reconocimiento que lo
rodea, empezando por los propios
médicos.
Ya de antemano, la Asociación
Madrileña de Encefalomielitis
Miálgica /Síndrome de Fatiga
Crónica y Disfunción Inmune
(AMEM-SFCDI) afirma que "llamar
a esta enfermedad "síndrome
de fatiga crónica" es lo mismo
que llamar al Parkinson
"síndrome de tembleque crónico"
o al Alzheimer "síndrome de
desmemoria crónica". En otras
palabras, este trastorno, a pesar
de sus consecuencias, no está
considerado como enfermedad,
y quizás por ello los afectados
se encuentran en muchas ocasiones
con la incomprensión
de quienes le rodean, que creen
que exagera. En el mejor de
los casos se atribuirá el problema
al exceso de trabajo o al
estrés.
De ahí que las asociaciones
de pacientes insistan en la necesidad
de que el SFC sea reconocido
como una enfermedad
incapacitante, que puede derivar
en una discapacidad absoluta
para el trabajo. La Organización
Mundial de la Salud
(OMS), sin embargo, lo ha catalogado
como enfermedad,
de origen hasta ahora desconocido,
que afecta al sistema inmunológico,
nervioso central y
periférico, muscular, hormonal
y digestivo, entre otros, y que
incapacita para realizar una vida
normal. De hecho, dicho organismo
ha codificado esta enfermedad
en el "Manual de
Clasificación Estadística Internacional
de Enfermedades", en el
capítulo de las Enfermedades
del Sistema Nervioso Central,
bajo el nombre de Síndrome
de Fatiga Crónica Post-Viral.
En España padecen este
trastorno entre el 0,3 y el 0,5%
de la población, es decir, entre
120.000 y 200.000 españoles.
Afecta esencialmente a adultos
jóvenes y predomina en el sexo
femenino.
Profunda fatiga
El síndrome de fatiga crónica es
un trastorno complejo que se
caracteriza por una profunda
fatiga que no disminuye con el
reposo y que empeora con la
actividad física o mental. Es una
enfermedad crónica que afecta
al sistema inmunológico, cardiovascular,
endocrino y neurológico.
Además, se han observado
alteraciones graves en la
tensión arterial y en el equilibrio,
importantes reducciones
del flujo sanguíneo cerebral y
en la capacidad celular de consumo
de oxígeno. No obstante,
la apariencia externa del enfermo
puede ser normal, no reflejando
la enfermedad.
Difícil diagnóstico
El doctor José Alegre, responsable
de la Unidad del Síndrome
de Fatiga Crónica del Hospital
Vall d"Hebron de Barcelona,
confirma que es una enfermedad
difícil de reconocer ya que
muchos de sus síntomas pueden
darse en dolencias causadas
por infecciones, como la
gripe. "La diferencia está en
que en la fatiga crónica los síntomas
persisten durante meses
o años, sin que tengan relación
con ningún otro problema médico
o psicológico", recalca.
El origen de la enfermedad
aún no es bien conocido, aunque
cada vez cobra más cuerpo
la teoría de que la causa es un
agente infeccioso de naturaleza
vírica, que provoca alteraciones
del sistema inmunológico.
Según el Centro de Control
y Prevención de Enfermedades
de Atlanta (CDC), un caso
claro de SFC se da cuando:
" La fatiga dura más de
seis meses consecutivos, no es
consecuencia del ejercicio físico
y no se alivia con el reposo.
" El malestar después del
ejercicio dura más de 24 horas.
" Se han descartado enfermedades
preexistentes o de sintomatología
similar.
" Coinciden cuatro o más
síntomas, aparte de la fatiga,
de manera persistente o con
recaídas durante seis meses
consecutivos.
Síntomas variables
No todos los afectados del SFC
presentan los mismos síntomas
ya que éstos pueden manifestarse
de nuevo, desaparecer algunos
anteriores y ser fluctuantes
tanto en el tiempo como en
intensidad. La severidad de la
sintomatología varía de un paciente
a otro. Asimismo, el curso
de la enfermedad es imprevisible
y se alternan períodos de
remisión con brotes o crisis. En
muchos casos llega a ser realmente
invalidante.
Tratamiento
Actualmente no se dispone de
un tratamiento curativo. El
abordaje terapéutico es complejo
y obliga a la combinación
de diferentes tratamientos. El
objetivo es, hoy por hoy, el alivio
de los síntomas y la adaptación
del enfermo. El médico,
conjuntamente con el paciente,
tiene que desarrollar un
programa adaptado individualmente
que le proporcione la
máxima percepción de mejora.
El enfermo tiene que aprender
a valorar cuáles son sus nuevos
límites.
Más información:
www.sindromefatigacronica.es.
www.fundacionfatiga.org.
www.acsfcem.org