La higiene bucal es muy importante
y no sólo para el
cuidado de los dientes y las
encías. Existen estudios internacionales
que han demostrado
la posible relación entre la
salud de la boca y la salud general,
ya que las bacterias patógenas
de la boca que no se
eliminan pueden dar lugar a
reacciones en cadena infecciosas
e inflamatorias, que pueden
tener consecuencias graves
para nuestro organismo.
Desde que nacemos, los tejidos
de nuestra boca y aparato
digestivo están colonizados por
numerosos microorganismos
beneficiosos que conforman lo
que denominamos microflora,
beneficiosa para la salud ya que
elimina las bacterias patógenas
'malas' responsables de enfermedades
y refuerza el sistema
inmunitario.
La microflora de la boca
puede verse debilitada por un
estilo de vida estresante y agitado,
una dieta inadecuada, el
uso de determinados medicamentos
como antibióticos, antidepresivos
o anticonceptivos
orales y, sobre todo, por una higiene
bucal diaria insuficiente.
Cuando el equilibrio de la
microflora bucal se ve alterado,
nuestra boca queda expuesta
al riesgo de padecer enfermedades
de las encías (también
denominadas enfermedades
periodontales) y caries. Por tanto,
es fundamental conservar el
equilibrio de este sistema de
defensa natural tan preciado.
La placa bacteriana
Prácticamente un 95% de la población
padece algún tipo de
enfermedad periodontal o caries.
Ambas tienen su origen en
la placa, una biopelícula de bacterias
patógenas que se forma
de manera continua en los dientes
y las superficies de la boca.
En la enfermedad periodontal,
las bacterias patógenas
que no se eliminan se infiltran
en las encías y en los huesos
que conforman la base de los
dientes causando una infección
crónica acompañada de
inflamación en todas las áreas
afectadas. Las enfermedades
periodontales son progresivas,
por lo tanto, son peligrosas en
cualquier fase y deben tratarse
de forma inmediata para evitar
complicaciones más graves.
La gingivitis es la forma
más leve de enfermedad periodontal
y provoca enrojecimiento,
hinchazón y sangrado espontáneo
de las encías. En esta
fase, los síntomas son leves y, a
menudo, inapreciables. Por
consiguiente, es frecuente que
las personas no sepan que experimentan
este incipiente
problema de las encías. Este
trastorno debe tratarse de forma
profesional y con una buena
higiene bucal mediante el
uso de productos específicos.
Por su parte, la periodontitis
es la forma más avanzada de
la enfermedad periodontal y se
caracteriza por la formación
gradual de bolsas periodontales,
la retracción de las encías y
la pérdida de adhesión (ligamentos)
así como de los huesos
que sostienen los dientes. Si no
se trata, la periodontitis puede
ser irreversible y crónica y, en
consecuencia, provocar la pérdida
de los dientes afectados.
Finalmente, las caries destruyen
el esmalte dental a través
de una interacción nociva entre
la placa bacteriana y los alimentos.
Cuando comemos y bebemos
sustancias que contienen
azúcar y almidón, como los dulces,
la placa bacteriana transforma
estas sustancias en ácidos.
Atrapados por la placa, estos
ácidos permanecen en contacto
con los dientes, atacan el esmalte
y desencadenan el proceso
de formación de caries.
Las revisiones dentales periódicas
y, sobre todo, la higiene
bucal diaria preventiva basada
en una cuidadosa eliminación e
inhibición de la placa son los
únicos métodos eficaces para
mantener la boca sana.
Probióticos y salud
bucodental
La Organización Mundial de la
Salud define los probióticos
(palabra que significa 'a favor
de la vida') como microorganismos
que son beneficiosos
para la salud humana.
El concepto y término probiótico
es bastante reciente, pero
estos microorganismos han
sido nuestros 'amigos' desde el
principio de los tiempos. Se
transmiten de forma natural
por la leche materna y siempre
han formado parte de nuestra
dieta a través de diferentes alimentos
fermentados como el
yogur, ayudándonos a mantener
nuestra microflora. En un
mundo perfecto no habría necesidad
de probióticos adicionales;
sin embargo, hoy en día
el equilibrio de la microflora está
sometido a un ataque constante
debido a nuestro moderno
estilo de vida y puede verse
alterado por una alimentación
inadecuada, el estrés, el uso de
medicamentos, etc.
Por esta razón es útil utilizar
productos que contengan una
cantidad adecuada de probióticos
con propiedades beneficiosas
específicas para compensar
este desequilibrio. Estos probióticos
especiales pueden restablecer
el equilibrio de nuestra
microflora y protegernos frente
a las bacterias al estimular nuestro
sistema inmunitario y producir
sustancias útiles como vitaminas
y antioxidantes.
La mayoría de los probióticos
pertenecen a la familia Lactobacillus.
Uno de los más innovadores
es Lactobacillus reuteri,
que se comercializa en tabletas
que se disuelven fácilmente en
la boca. Este probiótico cuenta
con unas características que le
hacen idóneo en la salud bucodental:
puede residir en la boca
y en el intestino, puede unirse a
la saliva y a los tejidos de la boca
y proporcionar una protección
continua de larga duración,
es capaz de producir
reuterina, un agente antibacteriano
natural beneficioso que
combate las bacterias causantes
de la enfermedad periodontal,
las caries y el mal aliento, y ayuda
a combatir la inflamación de
las encías y a estimular las defensas
inmunitarias.
FUENTE: Sunstar.
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www.consejodentistas.org