Más de un tercio de embarazadas

presentan un consumo

de cafeína por encima de los

niveles recomendados por las

autoridades sanitarias, que

aconsejan para el proceso de

embarazo, parto y puerperio

una ingesta inferior a los 50

miligramos por día (media taza

de café), tal y como se desprende

de un estudio elaborado

por el Departamento de

Medicina Preventiva de la Universidad

de Granada y el Servicio

de Obstetricia del Hospital

Virgen de las Nieves.

Según este trabajo, la ingesta

excesiva de cafeína durante

el embarazo se asocia a

una mayor frecuencia de

aborto espontáneo, bajo peso

al nacer o amenaza de

parto prematuro.