La densitometría ósea es
una técnica de exploración
no invasiva que, mediante la
aplicación de bajas dosis de
rayos X, permite valorar indirectamente
la resistencia de
los huesos. Hoy día se ha convertido
en uno de los medios
más utilizados para realizar el
diagnóstico de la osteoporosis,
enfermedad que se caracteriza
por la pérdida de la densidad
mineral del hueso y que afecta
más a las mujeres después de
la menopausia, aunque también
se puede presentar en los
hombres.
La densitometría ósea hace
posible estudiar a los pacientes
con factores de riesgo
de osteoporosis, comparar los
valores obtenidos con las cifras
normales de densidad ósea,
evaluar el riesgo de fractura y
controlar periódicamente la
eficacia del tratamiento prescrito.
Preparación
Según la Sociedad Española de
Radiología Médica, para la realización
de la prueba no es necesario
estar en ayunas, pero si
se está tomando suplementos
de calcio se debe interrumpir
su ingesta 24 horas antes de la
prueba. Se debe llevar una ropa
confortable, evitando prendas
con cremalleras, cinturones
o botones de metal.
Asimismo, es muy conveniente
informar al médico si se
ha realizado alguna exploración
reciente con bario, o le han hecho
una tomografía computerizada
o un estudio isotópico con
inyección de contraste.
En este caso
tendría que esperar
de 10 a 14
días para realizarse
la prueba. Las mujeres
deben informar
siempre a su
medico o al técnico
de rayos si está
o puede estar embarazada.
La densitometría
es un procedimiento
sencillo, no doloroso
y la exposición a radiación ionizante
es mínima. La exploración
puede durar entre 10 y 30
minutos, dependiendo del equipo
usado y de las partes del
cuerpo exploradas. Las áreas
estudiadas habitualmente son
la cadera y la columna lumbar,
dos regiones anatómicas donde
es frecuente la fractura por
osteoporosis.
¿CUÁNDO Y EN QUIÉNES ES RECOMENDABLE?
» La densitometría ósea es recomendable en mujeres posmenopáusicas
y que no toman estrógenos, es decir, que
no están recibiendo terapia hormonal sustitutiva.
» Cuando se tiene una historia personal o materna de fractura
de cadera o existen antecedentes de tabaquismo.
» En varones con enfermedades asociadas a la pérdida de
masa ósea.
» En pacientes que toman medicamentos que causan pérdida
de calcio, incluyendo corticosteroides como prednisona,
medicamentos utilizados en el tratamiento de
cefaleas como barbitúricos o altas dosis de hormonas tiroideas.
» En personas con antecedentes de diabetes tipo 1, enfermedad
hepática, enfermedad renal o historia familiar de
osteoporosis.
» En personas con hipertiroidismo.
» En quienes han sufrido una fractura tras un traumatismo
leve.
» En quienes tienen evidencia radiológica de fractura vertebral
u otros signos de osteoporosis.
FUENTE: Sociedad Española de Radiología Médica.
Más información:
www.inforadiologia.org;
www.radiologyinfo.org