La práctica del deporte y la

ayuda de la fisioterapia son

elementos muy recomendables

para contribuir a frenar el envejecimiento,

ya que evita el

sedentarismo, previene la obesidad,

y consigue mejorar la higiene

postural, según aseguran

expertos de la Clínica Armstrong

Internacional.

Entre los beneficios destacan

la mejora y aumento de la

capacidad pulmonar, la adaptación

y capacidad cardiaca, la

fuerza y flexibilidad muscular,

y la mineralización ósea, lo

cual reduce y mejora la osteoporosis.

En este marco, los citados

especialistas recomiendan

la práctica de marcha,

trote, ciclismo, golf, natación,

esquí alpino, tenis y, especialmente,

pilates. En relación con

el sistema musculoesquelético,

se han de realizar ejercicios activos

con pocas cargas y muchas

series y repeticiones,

practicar gimnasia individual o

colectiva, y trabajando parte

por parte todo el cuerpo.

Por otro lado, la fisioterapia

se encargará de solucionar

los problemas que traen consigo

disfunciones y que impiden

realizar una actividad cotidiana

y física normal; de esta manera

se podrá mejorar y conservar

las aptitudes funcionales, fisiológicas,

psicológicas y psicomotrices.

Los expertos de la Clínica

Armstrong recalcan que estos

tratamientos han de aplicarse

de forma inmediata, antes de

que aparezcan síntomas como

dolor, inflamación e impotencia

funcional. En este sentido, subrayan

la aplicación del tratamiento

precoz e incluso preventivo

de afecciones articulares,

como la artrosis, tendinosas,

musculares y motrices, mediante

técnicas de reeducación, recuperación

e higiene postural y

deportiva, que permitan la

vuelta o continuidad inmediata

de la actividad física.

Por otra parte, se recomienda

realizar ejercicios de

control y regulación respiratoria

-una ventilación amplia y

lenta- y erradicar la utilización

de elementos que favorezcan

las contenciones abdominales,

como corsés apretados o fajas,

ya que disminuyen la capacidad

respiratoria.