Cada persona es diferente, aligual que la actividad físicaque mejor le conviene. El médicoes el único que tiene larespuesta adecuada. Tras someterlea un reconocimientooportuno de su forma física yteniendo en cuenta el sexo, laedad y la presencia, si la hay,de alguna enfermedad, le explicaráel programa…
Cada persona es diferente, al
igual que la actividad física
que mejor le conviene. El médico
es el único que tiene la
respuesta adecuada. Tras someterle
a un reconocimiento
oportuno de su forma física y
teniendo en cuenta el sexo, la
edad y la presencia, si la hay,
de alguna enfermedad, le explicará
el programa de ejercicios
que más y mejor le conviene.
Pero no está de más
que conozca las recomendaciones
generales básicas pensadas
para cuidar la salud y el
bienestar de todos y que son,
en definitiva, el 'abc' de estos
programas individualizados.
1. Caminar, una obligación
para todos. Caminar diariamente
al menos una hora
diaria y al aire libre es la actividad
física más recomendable,
independientemente de la
edad. Con ello mejora la circulación,
se fortalecen los músculos
y se libera el estrés.
2. Subir escaleras siempre
que se pueda. No se esfuerce
por subir rápido. Pruebe
a subir escalones en intervalos,
descansando por
ejemplo 30 segundos entre
tramos de 15-20 escalones.
Con ello desarrolla la fuerza y
la resistencia aeróbica.
3. Los deportes de equipo
como actividad combinada.La práctica de deportes
como el fútbol y el baloncesto
son una buena forma de romper
con el sedentarismo. El
problema es que en los periodos
vacacionales la competición
se para y si quiere mantener
su forma física tiene que
combinar esta aficción con
otras actividades que le mantengan
en forma durante todo
el año.
4. Natación con técnica.
Nadar es muy saludable,
pero siempre y cuando se haga
correctamente. Disfrutar de
la piscina entre 20 y 60 minutos,
tres veces a la semana, es
una apuesta firme por la salud.
5. Footing para los más
activos. Es una actividad
constante en la que la intensidad
ha de ser continuada y el
esfuerzo se ha de dosificar
atendiendo a la capacidad de
cada uno. Si es primerizo, basta
con que corra entre 15 y 20
minutos, dos o tres veces por
semana.
6. Ciclismo al aire libre.
Las personas sedentarias
deben comenzar con 20-30 kilómetros
semanales por terreno
llano.
7. Deporte desde los primeros
años. La práctica de
deporte entre los más pequeños
es clave para su desarrollo. Los
mejores para esta edad son los
deportes en grupo, aquéllos
que estimulan valores positivos
y con los que los niños se mantienen
entretenidos.
8. Un gran aliado para la
mujer. Los drásticos cambios
hormonales que las mujeres
sufren a lo largo de su vida hace
que sean uno de los grupos que
más pueden beneficiarse de la
práctica regular de ejercicio.
9. También para las personas
mayores. La autonomía,
el mantenimiento de
la masa corporal, el aumento
de la movilidad o el hecho
de estar ocupado son algunas
de las ventajas del ejercicio
físico para los mayores,
siempre realizado con un estrecho
seguimiento por parte
del médico.
10. Constancia. Los resultados
de este esfuerzo
no se dejarán notar si
no logra que la actividad física
forme parte de su rutina
diaria y se convierta en algo
habitual. Será más fácil si busca
un entorno adecuado y elige
un deporte que realmente
le motive.
FUENTE: Programa Movimiento y
Salud de la Sociedad Española de
Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN)
y Novartis.